La Diócesis de Cartagena quiere activar el protocolo de ayuda psicosocial a las víctimas del accidente de La Almudema

La Delegación de Pastoral del Trabajo y la Hermandad Obrera de Acción Católica hacen llegar a los familiares, amigos y compañeros de trabajo de los jornaleros fallecidos y heridos su «pésame, solidaridad y preocupación»

La Delegación de Pastoral del Trabajo de la Diócesis de Cartagena y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) quieren hacer llegar a los familiares, amigos y compañeros de trabajo de los jornaleros fallecidos y heridos en el accidente de La Almudema (Caravaca), «nuestro más sentido pésame y nuestra solidaridad y preocupación».

Así lo ha indicado Pedro José Navarro, presidente de la HOAC, tras la Asamblea Diocesana celebrada en la tarde-noche de ayer sábado en Murcia, quien ha manifestado que «no conocemos sus nombres, pero sí que son jornaleros migrantes y que han perdido su vida en un accidente de trabajo in itinere cuando regresaban de su jornada laboral».

Asimismo, indicó que «no son solo unas víctimas de un accidente de tráfico, sino que detrás de cada persona hay una historia y una familia que ha empezado a vivir desde el viernes por la noche un drama que va a marcar sus vidas».

FAMILIAS DESTROZADAS

Ambas entidades recuerdan que ya son 40 las personas que han muerto en lo que llevamos de año en accidentes laborales en la Región de Murcia, «una cifra que debe llevarnos a pensar que algo no funciona en nuestro mercado de trabajo cuando la seguridad y la salud laboral están en juego».

Pastoral del Trabajo y la HOAC insisten en que detrás de estos hechos hay familias destrozadas por la siniestralidad laboral y que, desgraciadamente, en nuestra Región siguen produciéndose accidentes laborales un año tras otro, sin que se reduzca el número de víctimas.

Así, destacan que ya se han superado ampliamente las cifras de siniestralidad del año 2021 en la Comunidad de Murcia, ya que el año pasado un total de 26 personas trabajadoras perdieron la vida, otras 19.045 personas estuvieron de baja por accidentes laborales y 975 por enfermedades profesionales.

«Unos datos que dan bastante vértigo si se considera que esta sería la punta del iceberg, ya que en estas estadísticas no aparecen los sufridos por los trabajadores de la economía sumergida e informal», indica Pedro José Navarro.

«Sin embargo, parece que este problema no existiera. Como mucho, se percibe como algo puntual, personal y fruto de la mala suerte. Es necesario concienciarnos del carácter estructural de este problema y de las situaciones injustas y dolorosas que provoca», insiste.

Desde la Pastoral del Trabajo y la HOAC han asumido esta tarea de concienciación desde la campaña «El trabajo es para la vida; ni un muerto más», llevada a cabo en el último año. Esta campaña permitió coordinar la elaboración de una Guía de Accidentes Laborales y Enfermedades Profesionales, así como de un Protocolo para asegurar la atención psicológica, jurídica y de los Servicios Sociales de las familias de los fallecidos en accidente laboral, «que queremos extender a las de los gravemente accidentados con el objetivo de que las familias sean debidamente atendidas».

En su elaboración participaron los sindicatos CCOO, UGT, CGT, USO, CROEM, el Instituto de Salud y Seguridad laboral, la Dirección General de Diálogo Social y Bienestar Laboral (de la Consejería de Empleo) y Pastoral del Trabajo. Una coordinación que comenzó en 2018 «y que reclamamos que se ponga en marcha de una manera efectiva y se divulga a todos los trabajadores y trabajadoras».

ESTUDIAN CREAR UNA ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS DE ACCIDENTES LABORALES

A este respecto, Pastoral del Trabajo y la HOAC están siguiendo la experiencia de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) por su interés por la salud laboral y la protección de las víctimas, «con el fin de poder crear una entidad similar nuestra Región que nos permitiría estar cerca de las personas afectadas y compartir con ellas sus preocupaciones y necesidades», concluye Pedro José Navarro.

«Por ello exigimos una implantación real y efectiva de la Ley de Protección y Seguridad Laboral, porque las estadísticas hablan de un fracaso que no podemos dejar de analizar, a la vez que reiteramos nuestra solidaridad con las familias, compañeros de trabajo y amigos de las víctimas».