Antonio Martínez, presidente de la Comunidad de Regantes de Puerto Lumbreras, reconoce que “lo han pasado mal, pero que esperamos empezar a regar a lo largo del día”.
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La desaladora de Águilas ha recuperado la normalidad, tras ocho días sin suministrar agua. Los regantes de Puerto Lumbreras han sido los más afectados, ya que no disponían de otros recursos para afrontar los riegos diarios. Afortunadamente han podido salvar la producción.
Los 900 regantes de Puerto Lumbreras empiezan a respirar tranquilos después de ocho días de tensión y nervios para encontrar agua, con la que poder regar las 4.000 hectáreas que abarca la Comunidad de Regantes. Su presidente Antonio Martínez, reconoce que “lo han pasado mal, pero que esperan empezar a regar a lo largo del día”.
El presidente de los comuneros lumbrerenses aseguraba que han estado al límite, teniendo que paralizar plantaciones y recurriendo a agua subterráneas, pero que han podido salvar la producción de lechuga, brócoli y uva de mesa, así como la de los cítricos.
Durante estos días los regantes de Puerto Lumbreras han recibido un pequeño riego de socorro autorizado desde la Confederación Hidrográfica del Segura, que ahora tendrán que devolver. Antonio Martínez afirmaba que necesitan otra desaladora porque al año les están faltando tres o cuatro hectómetros cúbicos de agua.