La autopsia revelará la causa del fallecimiento de Diakina Fofana, de 43 años, el vecino al que se le perdió la pista en septiembre
Especialistas del GEAS recuperaron el cuerpo del aljibe este miércoles
LA OPINIÓN
La Guardia Civil investiga si al hombre hallado muerto con signos de violencia en el interior de un pozo en Jumilla lo arrojaron a este lugar ya fallecido o cuando aún se encontraba con vida, indican fuentes cercanas al caso.
El cadáver fue trasladado a dependencias del Instituto de Medicina Legal de Murcia, después de que lo recuperasen profesionales del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado del fondo del pozo del aljibe de un caserío en ruinas ubicado en un paraje denominado Término de Arriba, en la citada localidad de la comarca del Altiplano. Será la autopsia la que certifique de qué murió este hombre. Según las primeras estimaciones al hallar el cuerpo, tuvo una muerte violenta.
Los restos mortales pertenecerían a Diakina Fofana, de 43 años de edad, indicaba el pasado miércoles Mary Culibaly, compatriota y amigo de este hombre y miembros de la Asociación de Malienses de Jumilla, tras desplazarse al cuartel de la Benemérita en Jumilla para recibir información, después de que corriese como la pólvora por el pueblo la noticia de que habían encontrado un cadáver y que podía pertenecer a este vecino, que llevaba desaparecido desde el mes de septiembre.
Toda la noche custodiando el aljibe
El hallazgo del cuerpo sin vida se produjo el martes por la noche. No obstante, no se procedió entonces al levantamiento del cadáver, sino que agentes del Instituto Armado estuvieron custodiando el pozo en cuestión durante toda la noche. A primera hora de la mañana del miércoles se movilizaron al lugar especialistas del GEAS, para extraer los restos.
A Fofana, residente en el Altiplano desde hace más de tres lustros, se le buscaba desde hace más de 50 días, después de que se le perdiese la pista al poco de regresar de su Malí natal, donde todavía viven su esposa e hijos y él había pasado unas vacaciones, tras las cuales volvió a la Región, para continuar trabajando y mandar dinero a su familia.
Cuando se le perdió la pista, sus amigos (Fofana no tenía parientes en tierras murcianas) pidieron ayuda para localizarlo, puesto que estaban convencidos de que la suya no era una desaparición voluntaria.
El cuerpo, que fue hallado en avanzado estado de descomposición, fue descubierto tras la confesión de quien sabía que estaba ahí. Los investigadores de la Policía Judicial tienen a un sospechoso, cuya identidad y edad no han trascendido, que, según apuntan fuentes próximas al caso, habría admitido ser el responsable de la muerte del vecino. El caso se encuentra bajo secreto sumarial, insisten desde el Instituto Armado.