Homenajes florales a la Caridad en su Día Grande en Cartagena

Unos 2.000 cartageneros participaron en el desfile previo a la Ofrenda Floral a la Patrona, en la que entregaron sus ramilletes de claveles a la Caridad de Cartagena para pedirle salud y protección un año más, y que sirvieron para componer dos enormes mosaicos a la entrada del templo

Juana Martínez   12 ABR 2025 6:01  LA OPINIÓN

Más de un año llevaban esperando los cartageneros para volver a sacar del armario sus faldas de raso bordadas con lentejuelas y los trajes masculinos de terciopelo y vestirlos el Viernes de Dolores para acudir a la Basílica de la Virgen de la Caridad a honrar a la patrona en su día grande.

Cientos de personas acudieron desde por la mañana al templo para depositar sus ofrendas florales, en forma de ramilletes de 6 u 8 claveles, que fueron recogidas por los empleados municipales encargados de ir componiendo dos mosaicos sobre la estructura habilitada a las puertas de la Basílica con el escudo de la Virgen de la Caridad.

Si bien el momento álgido se vivió por la tarde, cuando a partir de las cuatro y media la plaza del Ayuntamiento se convirtió en un hervidero de personas venidas desde todos los rincones del municipio, que se congregaron a las puertas del Palacio Consistorial para comenzar a las cinco de la tarde el gran desfile de la Ofrenda Floral a la Patrona, que fue abierto por la Agrupación Musical Juvenil Tambores Quillo y cerrado por la Cuarentuna.

Desde allí casi 2.000 personas, según los datos de la Concejalía de Festejos, comenzaron el desfile previo a la tradicional ofrenda por las calles Mayor, Plaza de San Sebastián, Puerta de Murcia, Santa Florentina, Parque, Plaza Puertas de la Serreta, Serreta e Iglesia de la Caridad.

Para algunos de los participantes más pequeños era su primer Viernes de Dolores e iban en brazos de sus padres, aunque luciendo su primer traje tradicional, otros llevan más de veinte años saliendo y «mientras tenga fuerza continuaré con la tradición, eso sí, ampliando la familia, ya que ahora vengo con mis nietos».

Cuando comenzaron a entrar al templo ramo en mano, los cartageneros que desfilaban presentaron sus respetos a su madre protectora y le pidieron protección un año más, «esperando, si nos da salud, estar aquí otra vez el año que viene».

Agrupaciones, cofradías, bandas musicales, asociaciones de vecinos y otras entidades, compusieron este cortejo, en el que también participaron bandas de música, cornetas, agrupaciones de coros y danzas y cuadrillas, que amenizaron el recorrido con sus bailes, en señal de alegría por su avanzar hacia el encuentro con su madre.

Tampoco quiso perderse la oportunidad de rendir honores a la Caridad la hermanad de San Ginés de la Jara, el copatrón de la ciudad que, según la tradición popular, se estableció junto al Mar Menor en la zona donde a día de hoy se ubica un monasterio con su nombre.

Otros grupos como el del barrio marinero de Santa Lucía acudieron al desfile con su traje típico de pescadores, al igual que algunos del Campo de Cartagena como La Puebla. En total participaron 56 grupos en la ofrenda.

De esta forma los cartageneros muestran el amor que profesan por su alcaldesa perpetua, título que le fue concedido por el Ayuntamiento en 1994, en la que se apoyan todo el año y a la que vuelcan sus inquietudes y sus alegrías en forma de flor, ya sea por amor a la Virgen, por devoción católica o por contribuir con las tradiciones.