Hallan el cuerpo de la mujer desaparecida desde hacía nueve días flotando en el trasvase en Totana

Tres bomberos conversan con dos familiares de María Juana en el punto del Trasvase en el que fue hallado su cadáver. / P. ESPADAS.

LA VERDAD

El cuerpo sin vida de María Juana Mulero, de 48 años, apareció flotando en el canal del Trasvase, en el paraje de Los Secanos de Totana

La Guardia Civil halló la pasada madrugada del viernes el cuerpo sin vida de María Juana Mulero, de 48 años, la vecina de Alhama de Murcia que llevaba desaparecida nueve días en Sierra Espuña. Fuentes del Instituto Armado confirmaron a LA VERDAD que la fallecida era la persona que se encontraba en paradero desconocido. El cadáver apareció flotando en el agua del canal del Trasvase Tajo-Segura, en el paraje de Los Secanos (Totana), y la Benemérita cree que no se trata de una muerte violenta.

La zona donde apareció el cuerpo estaba siendo rastreada con drones y perros de rescate por los agentes desde el pasado viernes, el día en el que la familia denunció la desaparición

Las labores de búsqueda se centraron en la zona entre los puentes que cruzan el canal del Trasvase números nueve y diez, dentro del término municipal de Totana. Los allegados de María Juana se desplazaron hasta el lugar y recibieron la trágica noticia en el mismo sitio donde fue rescatado el cuerpo por efectivos de bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región (CEIS).

Se marchó sin decir nada

La desaparición de María Juana, una mujer de 1,60 centímetros de altura, de complexión delgada y con el pelo y los ojos castaños, se produjo en la pedanía totanera de Mortí Alto, a unos cinco kilómetros de Totana. Tras una semana sin tener noticias de ella, sus familiares denunciaron su desaparición en el cuartel de la Guardia Civil del puesto de Totana. Por su parte, la Asociación SOS Desaparecidos activó una alerta de búsqueda a través de los distintos canales de difusión con los que cuenta la ONG.

Una de las hijas de la fallecida relató que un vecino la vio subirse en el coche el día 3 de marzo con dos amigos suyos y con quienes se marchó a una casa, ubicada en una zona de sierra en la localidad totanera.

«El dueño de la vivienda declaró que estaban pasando el día, y en un momento dado, María Juana desapareció sin decir nada», según explico una de las hijas de la fallecida. Los investigadores inspeccionaron el inmueble y el vehículo de uno de los dos varones, sin hallar, en principio, evidencia alguna de su implicación en la desaparición y posterior fallecimiento de la mujer. Una de las hipótesis más probable es que se marchara de la casa por sus propios medios y cayera al canal debido a algún síntoma derivado de los problemas de adicción que tenía.

Sin embargo, el resultado de la autopsia del cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Murcia, determinará las causas concretas de la muerte de María Juana, por lo que no se descarta ninguna hipótesis.