Habrá redes antimedusas en zonas muy puntuales del Mar Menor

El Comité de Asesoramiento Científico ha dado el visto bueno a la medida tras la proliferación de estos celentéreos

ISABEL GONZÁLEZ
25 JUN 2024 – 12:46
Habrá redes antimedusas en zonas muy puntuales del Mar Menor

Imagen de archivo. CANAL MAR MENOR

Las redes antimedusas vuelven este verano al Mar Menor aunque será en puntos muy concretos, donde se ha detectado mayor proliferación de estos celentéreos. El Comité de Asesoramiento Científico ha dado luz verde a la medida este martes.

No entraba en los planes iniciales, pero el ritmo de crecimiento de medusas, sumado a las peticiones de algunos ayuntamientos, ha llevado a la Dirección General del Mar Menor a plantear esta medida. El director general del Mar Menor, Víctor Serrano, dice que se trata de evitar graves molestias a los bañistas que ya el año pasado registraron numerosas quejas. Será una actuación casi «quirúrgica», nada que ver con los más de 40 kilómetros de redes instaladas hace años.

Se hacía imprescindible el visto bueno del Comité de Asesoramiento Científico porque la presencia de medusas es un buen síntoma del estado de la laguna. Una de sus características es hacer de filtradoras de nutrientes disminuyendo el proceso de eutrofización. Hay zonas muy concretas donde se han hecho especialmente presentes. Casi todas en la cubeta norte del Mar Menor.

Emilio María Dolores, portavoz del comité, ha explicado que en ningún caso se plantean más de 40 kilómetros lineales de redes como se venía haciendo años atrás, pues estos celentéreos ocupan un importante lugar en la cadena trófica y contribuyen a una mejor regulación del ecosistema al evitar la acumulación de nutrientes.

En una situación similar a la que ya se vivió el pasado verano, la Cotylorhiza tuberculata, popularmente conocida como huevo frito, experimentó un momento “disparador de la estrobilación”, su forma de reproducción, a partir del pasado 17 de mayo, cuando se produjo una “subida brusca de la temperatura del agua”.

Siguiendo el modelo del pasado verano, la previsión es que la mayor parte se concentren en la cubeta norte del Mar Menor, en la zona de Veneziola y la ribera interna en San Pedro del Pinatar y Los Nietos. 

Las medusas no son peligrosas y su picadura no tiene efecto en el ser humano, pero pueden “dificultar el baño y ser muy molestas en caso de grandes poblaciones” y habrá que llevar a cabo una “reposición continua de los paños” con una revisión previa para soltar los caballitos de mar que puedan quedar enganchados.

Se evitarán “embolsamientos de medusas” y acumulación en los laterales que luego puedan entrar en la zona de baño y se tomarán medidas para evitar que se acumule red en el fondo. El verano pasado, a pesar de su gran proliferación, la mayoría de ejemplares no llegaron a desarrollarse hasta ser adultos reproductores, ya que el nivel de zooplancton era muy bajo, como ocurre este año.

El Mar Menor, en «buena» situación

Los parámetros físico químicos del Mar Menor son buenos, con niveles de oxígeno óptimos si bien el último informe del IMIDA habla de cuatro puntos de la laguna salada con niveles por debajo de lo recomendable. La Consejería de Medio Ambiente asegura que la masa global del Mar Menor ha aumentado su nivel de oxígeno.

En el informe del 17 de junio se registraron algo menos de cuatro miligramos por litro en el punto de medición más cercano a la rambla del Albujón, siendo este el episodio más pronunciado. También se certificaron valores por debajo de cuatro -muy cercanos a esa cifra- en la playa del Galán (en La Manga), la Isla del Barón y en el centro del Mar Menor.

El portavoz del comité de asesoramiento científico, Emilio María Dolores, dice que son mediciones puntuales y que la masa de agua registra niveles medio óptimos.

También son bajos los de clorofila y de turbidez, por lo que quitando el área de la mancha blanca, la transparencia es excelente. Las lluvias torrenciales del pasado 12 de junio produjeron mayores aportes de nutrientes, pero han sido reabsorbidos por el ecosistema, por lo que los niveles actuales están por debajo de los límites permitidos en la normativa.