El dueño de los animales es investigado por lesiones por imprudencia, no por homicidio, ya que los canes mordieron a la mujer una vez que ya se había caído
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‘Puma’ y ‘Loba’, las cachorras, cuando fueron llevadas a la perrera tras el suceso en Alguazas. / La Opinión
A Josefa, de 96 años, no la mataron los perros de su vecino: la mujer se cayó y los dos animales le mordieron una vez que ya estaba en el suelo. Su muerte, acontecida en otoño de hace dos años en Alguazas, no se juzgará como un homicidio por imprudencia.
El asunto se encuentra aún en instrucción en un Juzgado de Molina de Segura. Sin embargo, se investiga un delito de lesiones por imprudencia, no un homicidio, explican fuentes judiciales.
Según detallan las mismas fuentes, la instrucción está bastante avanzada. Falta que se resuelva, por parte del letrado de la Administración de Justicia, un recurso de reposición sobre la personación del Ayuntamiento de Alguazas como actor civil, detallan.
El propietario de ‘Puma’ y ‘Loba’ dijo que las cachorras dieron a la mujer mordiscos muy superficiales
Asimismo, se ha pedido un informe del médico forense en el que se certifique cuál fue la causa de la muerte de Josefa. Ya hay documentación médica remitida al juzgado, pero falta concretar si existió relación de causalidad del fallecimiento con los hechos del atestado por las lesiones sufridas.
Los hechos tuvieron lugar en octubre de hace dos años, en una zona de huerta llamada El Paraje. El propietario de los animales, un vecino que entonces tenía 24 años, no se encontraba en su domicilio en el momento del suceso.
Lo que pasó fue, apuntaron entonces fuentes policiales, que la nonagenaria salió a la puerta de su casa a dar de comer a unos gatos, palo en mano. Se habló entonces de que los animales la atacaron.
‘Puma’ y ‘Loba’ (perras en realidad, pues eran hembras) eran cachorras, cruce entre American Bully y American Stafford. Fueron llevadas a la perrera, donde se determinó que estaban sanas.
Se escaparon
El sospechoso fue detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil y quedó en libertad con cargos, investigado como presunto autor de un delito de lesiones con resultado de muerte, confirmó entonces el cuerpo. El investigado alegó entonces que las perras eran cachorras y no habían matado a la mujer: admitió que la habían mordido, pero que se trataba de dentelladas superficiales.
Además, este joven, que admitió que las cachorras no tenían chip y que se escaparon de su propiedad, sostuvo lo que ahora parece que ha determinado el juzgado, a la espera de más informes médicos: que la mujer sufrió una caída antes de que las perras le mordieran. Que no la mataron los animales.
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Minuto de silencio por Josefa en la puerta del Ayuntamiento de Alguazas, su pueblo. / Marcial Guillén (EFE)
El día de los hechos, los canes salieron de la casa y mordieron a la mujer, especialmente en un brazo. Testigos contaron que los policías y los sanitarios que acudieron en una ambulancia no pudieron acercarse a Josefa hasta que allegados del dueño de las cachorras se presentaron.
La nonagenaria murió en el hospital, donde antes recibió la visita de su vecino. El ataque en Alguazas se produjo solo días después de que una joven de 27 años muriese en Zamora tras ser atacada por cinco perros de pastoreo: de ahí que causase alarma social.