Ganó el Real Madrid, corrió el Atlético y decidirá el Metropolitano

Los tantos de Rodrygo y Brahím le dan una ventaja mínima para la vuelta a los blancos, que fueron dominados por los de Simeone durante muchas fases del partido

Fermín de la Calle  LA OPINIÓN

 

No fue el Real Madrid el equipo exuberante de las grandes noches. Mbappé y Vinicius ni siquiera se asomaron al partido, pero dos chispazos de Rodrygo y Brahím, dos talentosos esforzados, le dieron la victoria a los blancos ante un Atlético con cuajo que dominó la medular y corrió más que su rival. Le faltó colmillo a los de Simeone, que durante muchos momentos del encuentro se reconocieron dominadores, pero no tuvieron fe para lanzarse al área rival. Una vez más corrió el Atlético y ganó el Madrid. Pero queda la vuelta y será otra batalla muy diferente. Con el Atlético con el cuchillo entre los dientes y el Madrid con Bellingham gobernando la medular.

El fútbol, como la vida, está lleno de gente con talento que no ha tenido éxito. A Carlo Ancelotti, al que hasta le ha cambiado el humor, le duele la boca de pedir “compromiso” a sus estrellas. En la previa de este ‘Euroderbi’ fue especialmente explícito: “Hay dos tipos de jugadores, los que corren y los que marcan la diferencia”… y si no corres, es imposible marcar la diferencia (le faltó decir). Su vestuario parece tener el estómago lleno y solo corre en partidos grandes. Esta temporada lo hicieron con el agua al cuello en Italia ante el Atalanta y en los partidos ante el City. Frente al Barça se dejaron ir y la muchachada de Flick les endosó dos goleadas vergonzantes. El sábado ante el Betis volvieron a las andadas.

Simeone, por contra, lleva años grabando a fuego a sus jugadores que el césped se riega con sudor. Si no sobresales por talento, triunfa por sacrificio. El esfuerzo no se negocia reza el primer mandamiento del cholismo, y a eso suman este año toneladas de talento: Griezmann, Julián Álvarez, Sorloth, Correa… Se medían, por tanto, dos forma de entender la vida. Mbappé o Julián. Ancelotti o Simeone. Florentino o Cerezo. Plácido Domingo o Sabina. El puedo contra el quiero.

Gol de Rodrygo en la primera

Tres minutos tardó el Real Madrid en mostrar su talento. Se asociaron dos que lo tienen y que además siempre corren. Valverde, que disfrazado de lateral metió un pase a la espalda de Javi Galán, y Rodrygo, que apareció como una exhalación para recortar hacia dentro y marcar el primero. El brasileño tiene un idilio con la Champions. El gol tranquilizó a los blancos, que habían salido con cemento en el medio (Tchouameni y Camavinga) y Brahím ayudando a tejer el juego. Mbappé se descolgaba a los espacios y Vinicius y Rodrygo le daban profundidad a las bandas. Bloque medio en defensa y “compromiso” era la receta de Carletto.

El Atlético se desangraba por la banda de Galán y perdía balones con facilidad en el centro. Simeone se desesperaba mientras Carletto ofreció una estampa distinta a la del Villamarín. Se agazapó el Madrid con la ventaja a la espera de cazar alguna contra, pero el Atlético, como advirtió el Cholo en la rueda de prensa, “está en crecimiento”. Y eso ocurrió. Avisó con una llegada de Giuliano que Valverde despejó cuando Lino la empujaba a gol. Y a la media hora llegó una pelota sin aparente peligro a Julián, uno de los que marca la diferencia. Recortó a un Camavinga desorientado y cacheteó el balón con rosca apoyándolo en el palo de Courtois antes de besar la red. Otro golazo catedralicio de ‘La Araña’ en el Bernabéu, como en el derbi del pasado 8 de febrero.

Julián empata y Brahím marca

El derechazo de Julián mandó a la lona al Madrid, que estuvo sonado hasta el final de la primera parte. La superioridad rojiblanca en la medular metió el derbi en formol y desactivó a los Mosqueteros madridistas. Mbappé y Vinicius no daban señales de vida y Tchouameni y Camavinga bailaban al sol que marcaban De Paul, Barrios y Griezmann. Corría la pelota en los pies rojiblancos y se soliviantaba la parroquia local. La segunda mitad amaneció igual, con un rondo atlético en el Bernabéu y la grada rojiblanca haciéndose notar. Los aficionados locales andaban ya increpando a un Ancelotti que echaba en falta al lesionado Ceballos y al sancionado Bellingham. Pero el Madrid vive de los chispazos, y un ataque llevado al área a trompicones terminó con Brahím atornillando un disparo junto a la cepa del palo de Oblak. Partido nuevo con 90 minutos más en el Metropolitano que añadir a la ecuación.

Ancelotti, harto de ver el dominio atlético en el medio, sacó a Modric por Camavinga para tratar de tener algo la pelota. A falta de Jude y de Ceballos, Luka era la única solución que le quedaba en el banquillo. El Madrid lo agradeció, pero el partido seguía inusualmente abierto para lo que son los derbis. 

Simeone trató de estabilizarlo, consciente de que otro gol local ponía muy cuesta arriba la vuelta. Se blindó atrás con Le Normand, Molina y Gallagher, y arriba colocó a Sorloth y Correa, sus revulsivos, buscando el empate. El marcador final no es mal resultado para ninguno de los dos, ni bueno tampoco. Y como advirtió Ancelotti, la eliminatoria se decidirá en el Metropolitano.