La ventas de estos dispositivos, obligatorios a partir de 2026 y que sustituyen a los triángulos de emergencia, se disparan y algunos distribuidores comienzan a sufrir falta de suministros ante la elevada demanda, alertan los recambistas

Un trabajador de la tienda Casa Bernardino en Murcia muestra una baliza V-16 a un cliente, esta semana. / Israel Sánchez
Conscientes de que la fecha marcada en rojo en el calendario se acerca, los murcianos comienzan a agotar en algunas tiendas de recambios de vehículos las nuevas balizas V-16 conectadas que serán obligatorias a partir del 1 de enero de 2026. A prácticamente un mes para que la Dirección General de Tráfico (DGT) efectúe la entrada en vigor de estos dispositivos -que sustituirán a los clásicos triángulos de emergencia-, la demanda no para de crecer estos días, hasta el punto de que «algunos distribuidores comienzan a no tener stock suficiente».
«La venta está aumentando muchísimo, se nota mucha más actividad ahora. Bastante gente que no lo sabía ya está empezando a comprarlas por toda la Región de Murcia», sostiene a La Opinión Francisco Hernández, presidente de la Asociación de Comerciantes de Repuestos de Automóviles de la Región (Acrarem).
«Tengo clientes que en un día han podido vender 400 o 500 balizas», añade. Pero todavía hay una importante parte de la población que desconoce que estos dispositivos, obligatorios para señalizar una avería, un accidente o una emergencia en la carretera desde el próximo año, tienen que estar en sus vehículos para no llevarse sobresaltos y si no quieren que los agentes de Tráfico les sancionen.
Uno de los riesgos, apunta Hernández, es que precisamente ese desabastecimiento que están sufriendo muchos distribuidores podría llevar a un disparo de los precios ante una demanda cada vez más intensa y con un mercado cada vez más presionado y con menos suministros.
A partir del 1 de enero es imprescindible tenerla para señalar alguna incidencia en la carretera
Ante la mínima posibilidad de que su puesta en marcha se pueda aplazar, Hernández defiende que la obligatoriedad de la baliza V-16 conectada «no ha sido una decisión de última hora».
La DGT lleva más de dos años anunciando la implementación y, recuerda, el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, ya advirtió recientemente que el plazo no se va a prorrogar bajo ningún concepto.
Otro riesgo añadido a la implementación de estas balizas es la comercialización de dispositivos no homologados por la propia DGT, que deben cumplir una serie de requisitos. En caso de que no los cumplan, también habría multa para el conductor.
No oficiales en el mercado
Uno de los principales problemas, añaden los recambistas, es que se pueden encontrar puestas a la venta balizas de este tipo con precios totalmente distintos a través de plataformas de compra en Internet y distintas páginas webs: desde 10 o 15 euros hasta superar los 50 euros.
En el caso de las más baratas, Hernández recuerda que esas no están homologadas y que incluso hay una empresa muy importante y conocida que había estado vendido balizas no oficiales «por desconocimiento».
Al final, sostiene, «es el usuario el que sufre las consecuencias y si quiere cumplir con la normativa, se ve abocado a tener que comprar otra». Para evitar riesgos de este tipo, Hernández aconseja acudir a establecimientos especializados, como las propias tiendas de recambios: «Ahí no debe haber problema porque son oficiales y cuentan con todas las homologaciones; incluso los talleres habituales suelen disponer de ellas», apunta.
Muchos modelos baratos o comprados por Internet no están homologados por la DGT, recuerdan
Recuerda además que estos dispositivos «tienen que estar conectados a un operador de telefonía móvil, con su identidad, hasta 2038», una exigencia que muchos modelos baratos no cumplen.
Con más «tranquilidad» afrontan el ritmo de ventas en la tienda Casa Bernardino ubicada en la Avenida Miguel de Cervantes de Murcia, que durante estos días cuenta con unas 500 unidades puestas a la venta y otras 1.000 unidades ya programadas para recibir.
La previsión inicial del negocio era haber vendido bastante más a estas alturas, pero confía en que la demanda repunte tras el puente de diciembre y con la campaña navideña, cuando la baliza V16 se convertirá en un artículo habitual de regalo, apunta Miguel Ángel Montoya.

La baliza V-16 iluminada. / ISRAEL SANCHEZ
En su tienda, estas unidades se venden a 34,90 y 39,90 euros. La diferencia, explica, se debe a que algunos proveedores han empezado a subir precios y se prevé que continúen encareciéndose estas próximas semanas.
Sobre su funcionamiento, aclara algunos temores frecuentes: «La gente piensa que, como lleva geolocalización, hay que meter datos personales, pero no es necesario». El usuario puede registrar su nombre si quiere, pero no es obligatorio. La baliza transmite la ubicación del vehículo averiado sin necesidad de que el comprador aporte información adicional.
Además, añade, ofrece ventajas frente al móvil en situaciones de emergencia, especialmente en túneles o zonas sin cobertura: «El móvil puede quedarse sin señal, pero con la baliza, si todo funciona bien, sigues teniendo geolocalización».