Los manifestantes reclaman a las puertas de la Delegación del Gobierno y de la CHS una infraestructura clave para atajar las inundaciones en áreas de la Vega Media y Baja del Segura
Beniel, Zeneta, Alquerías o El Raal son algunos de los municipios y pedanías amenazados por las crecidas de la rambla de Tabala, la cual los vecinos vigilan con miedo cada vez que el cielo anuncia lluvia. Un agua que, sin control, anega todo a su paso como ya ocurriese en la dana de 2019 o cada vez que caen dos gotas de más.
Por esta razón, residentes y agricultores de dichas áreas inundables, amén de integrantes de las ocho asociaciones e instituciones convocantes, han marchado esta mañana de sábado por las calles de Murcia para exigir al Gobierno central celeridad en el encauzamiento de la rambla y la construcción de la presa de Tabala tras dos décadas de reivindicaciones.
Los manifestantes han recorrido esta mañana la distancia entre el paseo Teniente Flomesta y la plaza Fontes, desde la puerta de la Delegación del Gobierno a la de la sede de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), en el corazón de la capital huertana, portando banderines y pancartas, al igual que capazos con cañas y barro en los que se podía leer “Mario Urrea, esto es lo que metes en nuestras casas” y en los que se pedía su dimisión con Vivimos siempre juntos, de Nacho Cano, de hilo musical.
“Pedimos de una vez por todas que se agilicen los trámites para la presa; vamos para el sexto año trabajando con todo este proyecto y vemos que no avanza”, ha declarado a los medios Juan de Dios Hernández, presidente de la Plataforma Cívica Rambla de Tabala y de Asaja Murcia, quien ha estado acompañado por su homólogo provincial de Alicante de la entidad agraria, José Vicente Andreu, quién ha recordado que, en realidad, el proyecto tiene 25 años desde su primer planteamiento y las expropiaciones. “Se puede hacer por vía de urgencia, como en Alicante, ciudad que ahora está blindada contra las inundaciones tras la de 1997”, ha agregado.
Y es que, el peligro de las avenidas de agua torrenciales también afecta a municipios de la alicantina Vega Baja, especialmente damnificados por el temporal de 2019. Ayuntamientos como el de Orihuela han querido secundar la movilización de hoy.
“No podemos esperar a tener unas lluvias torrenciales como en Valencia, con una boquera de arrastre de más de 50 kilómetros de la rambla de Tabala”, ha subrayado el presidente de la Plataforma Cívica, luego de advertir que si en la Vega Media y Baja cayese la mitad de agua que en Valencia el año pasado, “sería un desastre tanto en vidas humanas como en daños materiales”.
Por su parte, Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja Región de Murcia, ha manifestado que, desde la dana de 2019, la iniciativa de Tabala “lleva un ritmo muy lento, no termina de clarificarse cuándo se ejecutará y eso crea incertidumbre y molestia que nos hace organizar esta protesta para pedir que la presa se tramite de manera urgente, viendo los precedentes de Valencia”. Además, ha aprovechado para recriminar al Gobierno central “su nula política hidrológica de control y limpieza de cauces”.
Preguntado por esta cabecera sobre la nueva comisaría de Aguas del organismo de cuenca, la ingeniera ilicitana Ana María Arena, Gálvez ha señalado que ella viene de la Confederación del Cantábrico, una cuenca excedentaria, por lo que precisa de “una comprensión y empatía con el regante del Segura de la que quizás carezca”, por lo cual desea que se adapte rápidamente a las circunstancias del sureste peninsular, y que, desde la CHS, cambien la política de “persecución” al agricultor y se ponga a su disposición “el agua suficiente para satisfacer todas las demandas”.
Igualmente, en la protesta se han visto rostros conocidos de la Asamblea Regional como José Ángel Antelo. El presidente del grupo Vox en la Comunidad ha trasladado el apoyo de su formación a las reivindicaciones de la Plataforma Cívica, recalcando que sin esta compuerta “hay vidas en riesgo”, y que cuando al Ejecutivo de Sánchez le interesa, declara proyectos de emergencia nacional “saltándose todos los procedimientos, como en el caso del CETI de Cartagena, en el Hospital Naval”. “Esa misma normativa se puede aplicar para construir la presa de Tabala”, ha añadido.
Infraestructura que se eterniza
La redacción del proyecto de encauzamiento de la rambla y de la construcción de la presa de Tabala, con un plazo de ejecución de dos años, fue adjudicado por el Ministerio para la Transición Ecológica en marzo de 2022. En 2024, la CHS aseguró a la Plataforma Cívica que el proceso se hallaba en su fase final.
Sin embargo, está última afirmó que le habían llegado informaciones de que se debía efectuar un nuevo estudio de impacto ambiental, según ha reiterado este sábado Hernández, lo que demoraría el citado plazo en unos tres años, por lo cual, tal y como publicó La Opinión el pasado noviembre, los colectivos implicados en la manifestación de este 25 de enero ya pidieron declarar de urgencia la materialización de esta infraestructura.
“Queremos responsabilidad por parte de la Administración y, visto lo ocurrido en la Comunidad Valenciana, que se lleve a cabo la presa lo antes posible, con la máxima urgencia”, ha insistido Hernández.