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También es el país con mayor proporción de jóvenes que no alcanza la segunda etapa de secundaria
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España destina un 26,5% del PIB per cápita por estudiante, según el último informe de la OCDE

La proporción de jóvenes en España de entre 15 y 19 años matriculados en educación terciaria (estudios universitarios y Formación Profesional de grado superior) alcanza el 20%, casi el doble que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Unión Europea (UE), ambas en torno al 11%, una tendencia que se explica por el impulso en nuestro país de los ciclos de FP superior.
Según los datos del informe ‘Panorama de la Educación 2025. Indicadores de la OCDE’ publicado este martes, España presenta singularidades en cuanto a la forma de acceder a esta educación superior, ya que el 39% lo hace precisamente por la vía de estos ciclos de FP, muy por encima del 16% en la OCDE y del 10% en la UE25; y el 47% del alumnado lo hace por grado universitario, frente al 78% en la OCDE y el 81% en la UE25. El 14% restante lo hace en programas equivalentes a un máster universitario.
Además, el informe destaca la baja tasa de abandono en este nivel educativo (14%), muy por debajo de la OCDE (21%) y de la UE (24%), con las mujeres en mayores tasas de finalización que los hombres: el 49% frente al 30% tras los cuatro años desde el inicio, y el 80% frente al 65% siete años después.
Formación Profesional: cada vez más jóvenes la escogen para encontrar trabajo más rápido
España mejora en nivel educativo, pero sigue por debajo
En el apartado de formación de la población adulta, en los últimos 14 años, España ha reducido de forma significativa la proporción de población adulta con solo la primera etapa de secundaria como nivel máximo de estudios: del 47,1% en 2010 al 34,7% en 2024.
Pero a pesar de este evidente avance, España continúa en una posición desfavorable, ya que mantiene un porcentaje de población con bajo nivel educativo que supera al doble de la UE (15,5 %) y en 16 puntos a la OCDE (18,5 %).
Eso sí, el nivel de educación terciaria coloca a España en una situación equiparable o incluso algo más favorable que la de sus referencias internacionales: en 2024, el 42,3 % de la población adulta contaba con estudios terciarios, frente al 41,9 % en la OCDE y al 38,6 % en la UE.
Luces y sombras en los datos
El informe ‘Panorama de la Educación 2025. Indicadores de la OCDE’ pone de manifiesto que en la población joven de 25 a 34 años se aprecia un claro progreso educativo en España, con más de la mitad titulada en educación terciaria (53%, por encima de la OCDE con 48% y la UE25 con 45%) y una reducción significativa de quienes solo cuentan con estudios básicos (24%, aunque este valor duplica las medias internacionales).
Sin embargo, España sigue siendo el país europeo con mayor proporción de jóvenes que no alcanzan la segunda etapa de secundaria (22,8% frente al 39,3 % en la OCDE y 43,3 % en la UE), lo que refleja un fuerte desequilibrio estructural.
Desde 2019, la mejora ha sido notable: +6,5 puntos en terciaria y –5,9 puntos en estudios básicos, superando los avances de las medias internacionales. Por género, se confirma la ventaja femenina: en España, la brecha en favor de las mujeres en la educación terciaria es de 11 puntos, algo menor que la media OCDE (13) y la UE (15).
España destina un 26,5% del PIB per cápita por estudiante
Por otro lado, en el capítulo que analiza financiación en la educación, se refleja que en España la inversión educativa medida en gasto por estudiante de educación primaria a terciaria (13.385 dólares) es inferior a la media de la OCDE (15.023 dólares) y de la UE (14.285 dólares).
Sin embargo, en relación con la riqueza del país, España destina un 26,5% del PIB per cápita por estudiante, superando tanto la media de la OCDE (25,3%) como la de la UE25 (24,3%).
Estos datos muestran que, aunque España invierte menos por estudiante en términos absolutos, realiza un esfuerzo relativo mayor en función de su capacidad económica, situándose en un grupo de países junto a Chile, Japón o Portugal, que combinan menor gasto por alumno con un esfuerzo relativo elevado, según apunta el informa de la OCDE. Entre 2015 y 2022, España aumentó el gasto total en educación primaria a terciaria un 16,7%, por encima de la media de la OCDE (14,7%) y en línea con la UE (16,1%).
El gasto público por estudiante en España es inferior a la media de la OCDE en todos los niveles educativos. En primaria, secundaria y postsecundaria no terciaria asciende a 10.924 dólares, frente a 12.438 en la OCDE; en educación terciaria es de 11.741 dólares, también por debajo de la media internacional (15.102 dólares); y en infantil alcanza los 8.996 dólares, lejos de los países nórdicos, que superan los 17.000 dólares.
La importancia de la ‘herencia’ educativa
En los países de la OCDE, el nivel educativo de las personas sigue estando estrechamente vinculado al de sus padres: tres de cada cuatro jóvenes en España con progenitores con estudios superiores alcanzan también este nivel, mientras que entre quienes proceden de hogares con bajo nivel educativo persiste un alto riesgo de reproducir la desventaja.
No obstante, nuestro país presenta un dato positivo de movilidad intergeneracional ascendente, con un 30% de jóvenes cuyos padres no completaron la secundaria que logran titularse en terciaria, por encima de la media de la OCDE (26%).
España destaca en escolarización temprana
En 2023, España destacó en la escolarización temprana: el 32,9% de los menores de dos años estaban matriculados en programas formales de educación infantil, muy por encima de la media de la OCDE (22%) y de la UE (19,6%), tras un crecimiento sostenido desde 2021.
Entre los niños y niñas de dos años, la tasa alcanzó el 71,2%, con incrementos de siete puntos respecto a 2022 y 15 puntos frente a 2021, situándose también muy por encima de las medias internacionales. La escolarización en el segundo ciclo de educación infantil (3 a 5 años) es en España prácticamente universal, con un 98% de los menores matriculados, situándose entre los países con las tasas más altas junto a Francia y Noruega, y muy por encima de casos como Irlanda, donde solo alcanza el 55%. Entre 2013 y 2023, España registró una fuerte caída del 25% en la población infantil de 0 a 4 años.
Por encima de la media en jóvenes que no trabajan ni estudian
Otro de los aspectos que señala el informe es la ventaja salarial de los graduados en estudios superiores, que perciben de media un 49% más que quienes han completado la segunda etapa de secundaria (4º de ESO, FP básica y de grado, y Bachillerato), una ventaja salarial algo menor que en la OCDE (54%) y la UE (51%).
Los titulados en ciclos de FP superior ganan un 11% más que quienes tienen secundaria superior, frente al 40% en el caso del grado y al 76% con máster o doctorado, cifras algo inferiores a las de la OCDE.
En cuanto a la proporción de jóvenes que ni está empleada ni está en educación o formación (NEET) es en España más elevada (17,6 %) que en la media de la OCDE (14,1 %) y de la UE25 (12,9 %), situándose en una posición desfavorable respecto a los países europeos más avanzados, donde las cifras son inferiores al 10%.
España, mejor que la OCDE y UE en ratio de alumnos por docente
Otros de los indicadores que analiza el informe es la ratio por alumno y por profesor. Así, España presenta una media de estudiantes por docente inferior a las medias de la OCDE y la UE25 en todas las etapas educativas. La única excepción se encuentra en la primera etapa de la educación secundaria, donde España se iguala con la media de la UE25. La ratio de alumnado por docente en la educación infantil en España se sitúa en niveles comparables a las medias internacionales. En el primer ciclo es de 9:1, prácticamente igual a la OCDE y la UE25, mientras que en el segundo ciclo alcanza 12:1, idéntica a la de la UE y un punto inferior a la media de la OCDE (13:1).
Las ratios de estudiantes por docente en España se sitúan sistemáticamente por debajo de las medias internacionales, lo que sugiere una mayor capacidad de atención individualizada. En primaria, la media española es de 12 estudiantes por maestro, frente a los 14 de la OCDE y 13 de la UE.
El tamaño medio de las clases en España se sitúa en la media internacional en primaria y por encima en secundaria. En primaria, la media es de 21 estudiantes por aula, igual que en la 151 OCDE y superior a la UE25 (19). En la primera etapa de secundaria, la media española asciende a 25, superando tanto la OCDE (23) como la UE25 (21). Entre 2013 y 2023, en España el tamaño medio de las clases en educación primaria se redujo en un estudiante, mientras que en la primera etapa de la educación secundaria se mantuvo sin cambios.