Encuentran los cadáveres de los dos amigos de Mazarrón y detienen al sospechoso de matarlos

La Guardia Civil descubre los restos humanos, en avanzado estado de descomposición, en una casa de la urbanización Camposol

LA OPINIÓN
Profesionales de Criminalística recogen muestras (FOTO DE ARCHIVO).

Profesionales de Criminalística recogen muestras (FOTO DE ARCHIVO). / L. O.

Ana Lucas  LA OPINIÓN

La Guardia Civil ha encontrado dos cadáveres en la vivienda de Mazarrón donde se busca a los amigos José Patricio Chango Heredia, de 43 años, y Edwin Guillermo Cambal Chicaiza, de 32, confirmaron a este diario fuentes cercanas a la investigación. Un hombre ha sido detenido por su presunta relación con la desaparición y muerte de los dos amigos, apuntan las mismas fuentes.

A los varones se les perdió la pista hace cuatro meses y medio. Se esfumaron el mismo día: un martes de abril, después de su jornada de trabajo.

Eloy Ferrández, abogado que defiende los intereses de las familias de los amigos, está en contacto con los profesionales de la Benemérita para informar a los allegados de las novedades que pueda haber en el caso. Los parientes, tanto los que se encuentran en España como los que residen en Ecuador, ya tienen conocimiento del descubrimiento.

El hallazgo de los restos supuestamente humanos se habría producido después de la detención del sospechoso. Este hombre no tendría relación ni familiar ni amistosa con los fallecidos.

Eloy Ferrández, abogado que defiende los intereses de las familias.

Eloy Ferrández, abogado que defiende los intereses de las familias. / La Opinión

Los cuerpos sin vida fueron encontrados en avanzado estado de descomposición y estarían ocultos en una especie de escondrijo de la vivienda de la urbanización Camposol en la que los descubrieron.

Llevarían meses muertos

Será la autopsia a la que serán sometidos la que revele, primero, si pertenecen a los amigos desaparecidos, como apuntan los indicios; y, en segundo lugar, el forense determinará la causa de la muerte. En la primera inspección ocular es difícil de ver, debido a la descomposición, aunque, si los cuerpos presentan, por ejemplo, algún tipo de herida realizada con arma blanca o de fuego, se descubrirá en el examen en el Instituto de Medicina Legal.

También se ha de establecer cuándo perecieron, aunque, por el estado de los restos, la primera inspección ocular ya confirmó a los profesionales que ambas personas llevarían meses sin vida.

Profesionales de la Policía Judicial de la Guardia Civil se movilizaron de la capital de España a la Región para participar en el despliegue policial en el domicilio donde aparecieron los cadáveres. Desde el Instituto Armado mantienen abierta la investigación y no descartan que se produzcan más arrestos.

En la fecha en la que desaparecieron, estos dos hombres compartían casa en la urbanización Camposol, un lugar en el que viven sobre todo británicos. Ellos habían alquilado una vivienda y trabajaban en la Región para mandar dinero a sus parientes en Ecuador.

Los especialistas de la Policía Judicial del Instituto Armado ya tomaron hace tiempo declaración a familiares y allegados de los dos desaparecidos. Igualmente, se revisaron tanto cámaras de seguridad como pozos. Nada. Las pesquisas llevaron a la Benemérita a estrechar el cerco sobre una vivienda en cuestión y, orden judicial en mano, procedieron al registro de la misma.

La Guardia Civil busca a José Patricio Chango Heredia, de 43 años, y su compañero, Edwin Guillermo Cambal Chicaiza, de 32 (en las imágenes pequeñas).

La Guardia Civil busca a José Patricio Chango Heredia, de 43 años, y su compañero, Edwin Guillermo Cambal Chicaiza, de 32 (en las imágenes pequeñas). / La Opinión

En este domicilio es donde se habrían descubierto los restos. Este viernes, los profesionales de Criminalística se hicieron muestras que serán analizadas para tratar de esclarecer qué pasó con Edwin Guillermo y José Patricio. Después de horas en el interior y exterior de la vivienda, se retiraron.

Batida en el campo

Al comienzo de las pesquisas, se rastreó con drones, perros y el helicóptero la zona de Mazarrón en la que los móviles de los desaparecidos dejaron de estar operativos.

Los trabajos de búsqueda se prolongaron durante días, pero terminaron sin pistas.

El caso recuerda al de Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibaly, dos hombres que, tras meses desaparecidos, fueron hallados sepultados en aceite usado de coches, cal viva y sosa cáustica en una nave de Librilla.