La ONG OXFAM Intermón estima que hasta cuarenta mil migrantes no tienen papeles en las zonas afectadas por las inundaciones, en muchos casos lo han perdido todo, y quedan excluidos de las ayudas de las administraciones
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Entre treinta y cuarenta mil personas migrantes sin papeles no pueden acogerse a las ayudas que por las inundaciones de Valencia están habilitando las distintas administraciones. En su mayoría son trabajadores del campo y empleados del hogar que realizan limpiezas o cuidas de personas mayores. Trabajan sin contrato porque su situación no está regularizada y ahora, según denuncia OXFAM Intermón, su situación se ve agravada al no poder acceder a las ayudas.
Esta organización viene reclamando en los últimos días que las administraciones públicas tengan en cuenta la casuística de estas personas en situación irregular en nuestro país. La solución a largo plazo para esto, según subrayan, sería realizar una regularización extraordinaria pero lo que reclaman ya es que no se imponga el criterio de contar con papeles para acceder a las ayudas.
Alejandro García, responsable de Políticas de Protección Social y Empleo de OXFAM Intermón, cuenta que «la tasa de riesgo de exclusión social es más alta en Valencia que en España y esto acentúa los problemas de personas más vulnerables que se va al paro, no tiene acceso a su trabajo habitual y que como no cobra prestación por desempleo por no tener contrato va a ver su situación agravada».
García explica que el nivel de desprotección de estas personas no solo se circunscribe a lo laboral sino también a su ámbito más personal. Viven en en casas con peores condiciones de habitabilidad y muchas de ellas han quedado destruidas por la DANA. En la mayoría de casos, las personas de su círculo más cercano también se encuentran en la misma situación y no pueden recurrir a ellas para pedir asistencia. García apunta que «los ERTES no les va a llegar y la situación de los alquileres es complicada porque no van a recibir ayudas para pagarlo, en unos casos, y en otros se encuentra con su vivienda destrozada».
Esta ONG está canalizando su trabajo sobre los casi 70 pueblos afectados de la provincia de Valencia a través de siete asociaciones que conocen el terreno. La tipología de ayuda que ofrecen varía según el sector profesional al que estas personas pertenecen. Alejandro García asegura que «a las trabajadoras del hogar y migrantes se les hace llegar el dinero de donaciones para que se puedan gestionar y en el caso de las trabajadoras del campo se les está ayudando a reponer su maquinaria y materiales» para que puedan trabajar con normalidad en la medida de lo posible.