Chema Gil, experto: «Son comportamientos incomprensibles provocados por una banalización del riesgo»
PACO MARTÍNEZ / LUIS ALCÁZAR
Emergencias ha efectuado 72 rescates de personas atrapadas en vehículos parados en zonas inundadas durante la semana de temporal que se registra en la Región de Murcia.
El dato nos ha llamado la atención por lo elevado, así que le hemos pedido opinión a un experto en gestión de emergencias. Chema Gil está participando en calidad de perito judicial en el procedimiento abierto por un juzgado de Catarroja por lo ocurrido durante la DANA de Valencia y su opinión es contundente: resulta difícil entender cómo alguien puede desoír todos los llamamientos a la prudencia para ponerse en peligro de manera innecesaria, a veces simplemente por curiosidad.
Son, nos dice, comportamientos incomprensibles provocados por una banalización del riesgo, una normalización de la tragedia y de las consecuencias que un fenómeno de estas características puede acarrear. «Me alarma, y quiero que esto se entienda bien, me alarma el nivel de idiocia colectiva al que se puede llegar como para saber que hay un peligro latente en una zona y acercarse a ver cómo es ese peligro», señala Gil.
Un desprecio no solo por la integridad propia, sino también por el riesgo que su irresponsabilidad puede generar para otros. Porque al final también se juegan la vida los miembros de los servicios de emergencias, que se ven obligados a intervenir para tratar de poner a salvo a quien incurre en una imprudencia de este tipo.
Chema Gil, que, como decíamos al inicio, es uno de los peritos que participan en la investigación judicial sobre la gestión de la DANA de Valencia, subraya que, a diferencia de lo que ocurrió allí en noviembre, en este último episodio de lluvias que hemos tenido en Murcia ha habido una información suficiente e incluso se ha utilizado correctamente el sistema de mensajes EsAlert.
Hay, no obstante, aspectos que mejorar. Los Ayuntamientos (también los más pequeños) tienen que hacer un esfuerzo por profesionalizar sus sistemas de protección civil. Ese fue uno de los errores que se cometieron en Valencia. Contar con buenos planes de protección civil y formar a la población va a ser decisivo para evitar que estos fenómenos, que cada vez serán más frecuentes e intensos, acaben convirtiéndose en tragedias.