EL SECESIONISMO CATALÁN.

Juan Alcaraz Díaz (ASUNTOS POLICIALES)

Tras haberse cumplido más de dos años y medio de la declaración de independencia del Parlamento catalán, el denominado conflicto ha ido a peor porque se ha puesto de manifiesto que el problema se ha enquistado y que no se va a solucionar sobre la fórmula que quiere nuestro Gobierno social-comunista.

Un sistema político democrático no puede basarse en quienes están en contra de ese sistema porque este se desmonta o se desfigura. Pienso que el ciudadano medio está abierto a cambiar, a evolucionar, pero siempre que se le indique la dirección a seguir, hacia dónde hay que ir.

Seguro que nuestro sistema democrático es imperfecto y que habría que mejorarlo pero tienen que convencernos de que nos quieren llevar a un sistema mejor. Un Estado no puede construirse sobre el hecho de ignorar a la mitad de su población. Eso no tiene ninguna viabilidad y los independentistas lo saben porque les llevaría, directamente, a una dictadura.

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Durante el tiempo que lleva esta crisis, el Estado de Derecho ha demostrado que funciona. Lo ha hecho en Cataluña, en lo que respecta al Poder Judicial aunque no en las instituciones del Estado y autonómicas porque ni han funcionado, ni funcionan, más allá de sus propia inercia que por otra razón.

Las instituciones catalanas se dedican a otras cosas en lugar de atender su obligación de responder a las necesidades ciudadanas. A ellos lo que de verdad les importa y por eso le dedican todo su esfuerzo es a la segregación, la anulación de la lengua castellana, la superioridad étnica y cosas parecidas.

El separatismo catalán, como todos los nacionalismos, van en la dirección contraria al tiempo que les ha tocado vivir. Ahora, la tendencia política es ir a unidades regionales, a unidades más grandes, del tipo de la Unión Europea ( UE ).

Modelo que envidian los que no disponen de él, como Asia, África o Hispanoamérica; donde, esta última,  a pesar de hablar el mismo idioma no son capaces de arreglar sus problemas, ni siquiera los fronterizos. Sin embargo, aquí en Europa, a pesar de hablar numerosas lenguas, somos capaces de tener objetivos comunes y de buscar arreglo a los problemas.Resultado de imagen de secesionismo catalan

Hay una cosa que no debe llevar a engaño : la aparente fractura del bloque secesionista catalán. Está roto pero sabe muy bien contra quién o quiénes tiene que unirse. No nos dejemos llevar por ese señuelo de que puede haber un cambio como consecuencia de aparentar que se rompe porque en las cuestiones sustanciales están de acuerdo y es importante no olvidar que los separatistas tienen un programa claro. A los que les faltan objetivos claros es a la parte de enfrente.

Eso que ahora se llama el relato…  es lo que necesitan los que están con la Constitución, que estos sí que es verdad que están rotos. Bastante más que los otros. El Partido Socialista Obrero Español ( PSOE ) y sus socios de Podemos, están gobernando por su cuenta y eso está siendo muy perjudicial para la necesaria unidad democrática. Se trata de un Gobierno lleno de hipotecas que no puede mantenerse sobre la base de intentar convencer a personas que quieren socavar sus cimientos. No hay sistema político que lo resista, por fuerte que sea o lo aparente.

Algunos piensan que todo esto se arreglaría con una reforma de la Constitución Española que exigiría un acuerdo de los principales protagonistas políticos pero se olvidan de que los sistemas democráticos exigen que sus protagonistas crean en los mismos elementos básicos aunque luego difieran en aspectos circunstanciales.

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Pero eso no ocurre en España porque no hay una creencia común, el sistema está deteriorado y tambaleante por lo que se contempla con preocupación. La mitad del Congreso de los Diputados está en contra de la Constitución o contra el Estado o contra la Monarquía. No hay creencia común, que es básica.

Por ejemplo, todos los católicos, curas y seglares, creen en el Credo. Lo que dice el Credo hay que creérselo, por eso para reformar la Constitución hay que creer en ella y en el Estado.