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El monarca español ha defendido la utilidad de la ONU y la creación de un «Estado palestino viable»
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Al mismo tiempo, ha condenado el «execrable terrorismo de Hamás» y ha exigido la liberación de los rehenes
Felipe VI ha asegurado que a España le cuesta comprender las acciones del Gobierno israelí sobre la Franja de Gaza y ha pedido no «guardar silencio» ni «mirar a otro lado» ante la devastación en la Franja de Gaza. «Clamamos, imploramos, exigimos, detengan ya esta masacre«, ha manifestado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El rey ha sido el encargado de abrir este miércoles la sesión de la segunda jornada de la Asamblea General de la ONU, que celebra su 80 aniversario. En un discurso en el que ha reivindicado el papel que este organismo cumple para la diplomacia y el multilateralismo, Felipe VI ha puesto el foco en la «crudeza» de conflictos como la guerra en Ucrania o «la devastación» en Palestina.
«No podemos guardar silencio, ni mirar hacia otro lado, ante la devastación, los bombardeos, incluso de hospitales, escuelas o lugares de refugio; ante tantas muertes entre la población civil o ante la hambruna y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas», ha subrayado. «Son actos aberrantes que están en las antípodas de todo lo que este foro representa. Repugnan a la conciencia humana y avergüenzan al conjunto de la comunidad internacional», ha insistido.
El monarca ha recordado que España es un país «orgulloso de sus raíces sefardíes» y que considera al pueblo de Israel «un pueblo de hermanos», razón por la cual en 2015 se aprobó que la comunidad sefardí pudiera obtener la nacionalidad española. Según ha indicado el Gobierno, 72.000 personas recibieron la nacionalidad por esta vía.
«Por eso nos duele tanto, nos cuesta tanto comprender lo que el Gobierno israelí está haciendo en la Franja de Gaza«, ha continuado Felipe VI, que ha pedido que no haya «más muertes en nombre de un pueblo tan sabio y tan antiguo, que tanto ha sufrido a lo largo de la historia».
En este punto, ha vuelto a condenar con rotundidad el «execrable terrorismo de Hamás y especialmente aquella matanza brutal del 7 de octubre de 2023 contra la población israelí» y ha reconocido su legítimo derecho a la defensa. Sin embargo, ha demandado a Israel que aplique «sin reservas» el derecho internacional humanitario en Gaza y Cisjordania, el acceso de la ayuda humanitaria, un alto el fuego con garantías y la liberación inmediata de los rehenes en manos de Hamás.
Aboga por la solución de los dos Estados
El rey también ha dirigido sus palabras hacia la comunidad internacional, a la que ha apelado para que asuma su responsabilidad y que haga viable una solución que incluya la existencia de los dos Estados.
Precisamente, el reconocimiento del Estado de Palestina es lo que está marcando esta asamblea, una decisión a la que se han sumado decenas de países en los últimos días, entre ellos Reino Unido, Francia, Australia o Canadá, pero que han rechazado tanto Israel como EE.UU. El propio presidente estadounidense, Donald Trump, ha opinado que reconocer el Estado palestino es «un premio demasiado alto para los terroristas de Hamás«.
Al respecto, Felipe VI ha considerado que el reconocimiento de Palestina «por un número creciente» de miembros de la ONU debe ayudar a conseguir una paz regional justa y definitiva, y también en el reconocimiento universal del Estado de Israel.
Reivindica la labor de la ONU: «Es imprescindible e insustituible»
Otro de los ejes del discurso que ha pronunciado el rey ha sido la defensa del multilateralismo y de la labor de la ONU ante las «voces que preconizan su obsolescencia e ineficacia». Para el rey, este es el efecto de sustituir «la lógica del diálogo y la cooperación» por la de la «competencia, rivalidad y las tensiones extremas».
Ante esto, ha reivindicado que las Naciones Unidas son «imprescindibles e insustituibles», y que creer en esta organización es hacerlo también en la universalidad de los principios y valores recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. «Es eludir la tentación de modularlos con particularismos, con relativismos, con excepciones. Porque la dignidad del ser humano no es negociable», ha agregado.
De hecho, ha apuntado que es «en estos momentos de zozobra cuando más importa leer bien las claves de nuestro tiempo», para no caer en errores ya cometidos ni «entrar en espirales sin retorno». En este sentido, ha explicado que «la memoria del siglo XX nos interpela» y recuerda para qué se creó la Asamblea General de las Naciones Unidas y en qué circunstancias. Asimismo, ha reivindicado un mundo basado en normas que sean «la mejor defensa ante la ley del más fuerte» y que, en caso de que se vulneren, haya una base para «hacerlas valer» porque «un mundo sin normas es una eterna incógnita».
Por último, ha animado al personal de la ONU a «persistir en su enorme esfuerzo de eficiencia y de eficacia, priorizando aquellos ámbitos cuyo abandono supondría una quiebra inasumible de los parámetros éticos que siempre deben regir su tarea».
Destaca las relaciones de España con África, Europa y América Latina
En su discurso también ha abordado otros temas como el medio ambiente, la igualdad de género o la inmigración, de la que ha dicho que adecuadamente gestionada supone un vector de desarrollo mutuo para las sociedades de origen, tránsito y destino. Ha abogado por sociedades plurales y abiertas, en las que participen todos los ciudadanos, y ha reconocido su preocupación por la erosión de las democracias y la desafección que existe hacia valores esenciales para la convivencia democrática. Por ello, ha apelado a que los derechos humanos de los migrantes sean la referencia principal para la comunidad internacional.
Además, ha destacado la relación de España con África –poniendo énfasis en la cooperación con Marruecos–, la «hermandad» con América Latina y el papel la Unión Europea, de quien ha dicho que «supone uno de los más altos logros de la concordia y un ejemplo para el multilateralismo».
A renglón seguido, ha aludido al acuerdo político logrado el pasado 11 de junio sobre Gibraltar entre el Reino Unido, la UE y España. «Un pacto histórico, respetuoso con la posición de mi país con respecto de la soberanía y jurisdicción sobre Gibraltar, y que aportará confianza, seguridad jurídica y estabilidad a las vidas de la población del Campo de Gibraltar y del propio Gibraltar», ha dicho.
A su salida de la sede de la ONU en Nueva York, el rey ha saludado al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. «Tuve una conversación muy agradable con su majestad el rey Felipe VI. España apoya a Ucrania en diversas áreas: humanitaria, militar y económica. Lo más importante es que este apoyo sea genuino y efectivo. Gracias por su sincera solidaridad con nuestro pueblo», ha escrito el mandatario ucraniano en sus redes sociales.
Toma la palabra para conmemorar los 70 años de la entrada de España en la ONU
Desde el Gobierno han justificado que haya sido el monarca quien tome la palabra en esta ocasión, la primera vez que lo hace desde que Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa en 2018, por el hecho de que se cumplen 80 años de la creación de Naciones Unidas y 70 años de la entrada de España en esta organización, informa Europa Press.
En Moncloa defienden que la ocasión merecía que la representación española fuera al más alto nivel, de ahí la presencia del jefe del Estado. Además, su presencia es una prueba del firme compromiso de España con el multilateralismo y con un orden mundial basado en reglas en un momento en que se están poniendo en tela de juicio desde distintos frentes.
El rey se ha referido a esta cuestión en sus primeras palabras en Nueva York. Durante la recepción a la colectividad española este lunes, defendió la necesidad de cumplir con la Carta de Naciones Unidas si hay una «voluntad clara y honesta de avanzar» y de no dejarse llevar por «intereses excluyentes, olvidos, frustraciones y regresiones».
«Siempre es una cita importante, pero esta vez, y con ese aniversario tan redondo, se celebra en un momento de enorme trascendencia para la diplomacia multilateral; un momento crucial que no admite vacilaciones y que exige de todos una cooperación firme, solidaria y eficaz», sostuvo.