El Real Murcia se marcha de vacaciones bailando al Europa

Los goles de Jorge Mier, Pedro Benito y Cristo Romero sentencian el partido en apenas 45 minutos, dejando atrás la derrota frente al Sabadell y consolidándose en el cuarto puesto del play off antes del parón invernal (3-1)

Ángela Moreno  ORM

Si hace unos meses hubieran preguntado a cualquier aficionado del Real Murcia por su deseo más inmediato, muchos se hubieran decantado por acabar cuanto antes 2025. Porque el año que debería haber sido el de la vuelta a Segunda División, se truncó primero al no ser capaces de ser campeones y después en la dolorosa eliminación en el play off ante el Nástic. Pero por si eso no fuera poco, cuando la nueva temporada despertaba de nuevo la ilusión, un inicio liguero para olvidar con Joseba Etxeberria, confirmaba el 2025 como otro año maldito, y ya van muchos años malditos de forma consecutiva para los murcianistas.

Sin embargo, cuando realmente ya asoma 2026, los aficionados del Real Murcia lamentan ahora que se acabe 2025, y es que el Real Murcia lo está bordando en estos dos últimos meses del año. Incluso cuando quedaba la incertidumbre de cómo sería capaz de reaccionar el equipo de Adrián Colunga tras la derrota ante un Sabadell muy superior, el Real Murcia fue capaz de demostrar que ese tropiezo solo fue un parche en estas últimas semanas inmaculadas.

Y fue un parche, porque esa derrota no ha tenido consecuencias posteriores. Porque tras esa derrota, en el segundo partido consecutivo en Nueva Condomina, el Real Murcia tenía otra prueba ante un Europa de play off, y el Real Murcia completó posiblemente la primera parte más perfecta de la temporada. Parecida a la de Copa del Rey frente al Cádiz. Una primera parte que acabó siendo decisiva para cerrar 2025 con una victoria, una victoria contundente. Porque mataron los granas a un Europa más que dubitativo, que al cuarto de hora ya se veía con un 2-0 en contra, y porque, tras el descanso, cuando tocó sufrir, supieron hacerlo para sumar tres puntos que les permiten escalar a la cuarta posición antes de parón navideño.

Jorge Mier, de otro planeta

A los siete minutos Jorge Mier, que parece de otro planeta, ya había adelantado a los suyos en el marcador, poniendo la guinda a una jugada perfecta; y a los catorce, Pedro Benito volvía a destrozar a una defensa que a las primeras de cambio ya había perdido la ropa y no era capaz de encontrarla. Dudaron los catalanes, y el gaditano, como siempre, ganó la batalla para plantarse ante Juan Flere e inventarse una ‘picadita’ ante la que el meta no pudo hacer nada.

Eran los goles lo que daban la victoria al Real Murcia, pero eran las sensaciones de superioridad las que confirman que este Real Murcia está de dulce. Porque en ese cuarto de hora habían anulado prácticamente al Europa gracias a la presión alta y a la chispa por bandas de jugadores como el propio Mier, este domingo otra vez en el lateral izquierdo; o como Cristo Romero, que entraba como extremo, mandando Colunga a Álvaro Bustos a la otra banda.

A diferencia de lo que ocurrió frente al Sabadell, el Real Murcia no echó ni de menos a Flakus. El esloveno, que había jugado en la Copa ante el Betis, se quedó en el banquillo, y para suerte de los granas y de Colunga nadie lo echó en falta.

A la vez que el Real Murcia se sentía muy cómodo en el partido, manejando el balón con criterio y haciendo trizas a la defensa visitante con la presión alta y teniendo equilibrio en el centro del campo gracias también al trabajo feo de Isi Gómez; el Europa era un equipo sin identidad, un equipo condenado a salir goleado de Nueva Condomina.

La tuvo Álvaro Bustos en otro mal rechace de los visitantes y tuvieron los de Aday Benítez que defenderse como gatos panza arriba tras una cesión a Flere (25′).

Isi Gómez, fuera por un golpe en la nariz

Pero para la gran ventaja de los granas, el partido iba demasiado lento. Y teniendo en cuenta el poderío goleador del Europa, nadie se fiaba. Sin embargo, no andaban finos los jugadores catalanes, como le ocurrió a Ghailan en una acción en la que no estuvo fino en el remate tras ganarle la partida a Héctor Pérez. En esa jugada, Isi Gómez tendría que abandonar el campo tras sufrir un fuerte golpe en la nariz. Antonio David entraba en su lugar (40′).

Y cuando el Europa intentaba crecer a la vez que el Real Murcia daba un paso atrás -Noureddine tendría una buena ocasión ante Gazzaniga-, los granas volvieron a sacar el mazo para volver a golpear a los visitantes. Esta vez fue Cristo Romero el que aprovechó la indecisión de Cano, para ganar el balón y, con un disparo cruzado que se fue a la escuadra, poner el 3-0 cuando se estaba llegando ya al descanso.

Sin embargo, incluso hubo tiempo para un gol más. Aunque este llegó en el área contraria. Porque el golazo de Escoruela en el tiempo extra (47) era la única sombra en una primera parte perfecta para el Real Murcia.

Cambio de guion

Tras la vuelta de vestuarios se produjo un cambio de guion, y esa giro a la historia no favorecía al Real Murcia. Porque el Real Murcia que volvió del descanso no se parecía en nada al que había bailado al Europa en la primera parte. Como si a los de Colunga se les hubiera agotado toda la gasolina en esos 45 minutos iniciales. Dieron un paso atrás o se vieron obligados a dar el paso atrás por la reacción de los visitantes. Y, aunque los minutos iban pasando y Gazzaniga no tenía que intervenir en plan salvador, el Murcia sufría demasiado para frenar las continuas arremetidas de los de Aday Benítez. Agradecían también los granas el día gris que estaba teniendo Noureddine en el ataque, al acumular varias clarísimas pero sin acierto.

De hecho, en esos veinte minutos iniciales del segundo tiempo, la mejor volvió a ser para el Real MurciaFue en una contra que permitía cabalgar a Flakus y Pedro Benito con muchos metros por delante, pero con toda la ventaja del mundo para dibujar la jugada que sentenciara el partido. El esloveno, que había saltado al terreno de juego en el 58 por Bustos, no estuvo acertado en la elección. Buscó a Benito, sin embargo apareció Jordi Cano para cortar como pudo un balón que se envenenó, aunque para desgracia de los de Colunga se estrelló en la madera.

Recuperando el control

Volvía a mover el banquillo el técnico con el objetivo de dar oxígeno a un equipo al que le pesaban demasiado las piernas. Pese a tener tres cambios, solo disponía de una ventana, por lo que tocaba hilar fino. Decidió el asturiano apostar por Pedro León y Antxón Jaso -se marchaban Pedro Benito y Mier-, y le salió bien, porque a falta de diez minutos para el final, el Real Murcia, con un Sekou que ganaba todas las batallas en el centro del campo, parecía recuperar el pulso, frenando ese tramo de superioridad del Europa.

Esto último es otra de las buenas noticias. Porque cada jornada que pasa el Real Murcia da un paso al frente, demostrando que es capaz de entender lo que se necesita en cada tramo del partido. Porque fue capaz de aprovechar las indecisiones del Europa para matar el partido antes del descanso, y porque, cuando apretaron los visitantes, fueron capaces de ajustar las líneas para conseguir que los problemas no fueran a mayores.

Con todo controlado, nadie se preocupó de los tres minutos de añadido. Lo único importante era celebrar un final de año perfecto, con una victoria que vuelve a impulsar a los granas en la clasificación, un cuadro grana que se marcha de vacaciones en el cuarto puesto, y respondiendo notablemente ante un rival directo, al que le recortas tres puntos. Incluso, acercándose al liderato después de la derrota del Atlético Madrileño a manos del Sabadell.