El Real Murcia se come al Melilla y suma su cuarta victoria consecutiva (2-0)

Los goles de Tomás Pina y Carrillo sentencian un partido tranquilo en Nueva Condomina y permiten a los granas mantenerse a tres puntos del play off

LA OPINIÓN

No podía fallar el Real Murcia ante el Melilla y no fallaron los granas. Fue un partido tan tranquilo, que al descanso ya estaba sentenciado. Con un Dani Vega en plan genio de la lampara, Tomás Pina en el minuto 8 y José Ángel Carrillo en el 44 ponían los goles que confirmaban el buen momento de los murcianistas. Cuarta victoria consecutiva para los de Alfaro, que afrontarán el tramo decisivo de la competición completamente enganchados a la lucha por el quinto puesto. Aunque esta semana no consiguieron recortar -el Ceuta hacía los deberes frente al Linares-, dependerán de ellos mismos para asaltar esa quinta plaza que sigue a tres puntos. Un quinta plaza que, después de sumar 12 de 12 y de encadenar hasta cinco jornadas sin encajar, está a mano, algo impensable hace un mes, sin embargo, tocará remar y mucho en un sprint final durísimo y que comenzará el próximo domingo con la visita al Málaga.

No era el Melilla el gigante dormido que nos intentaba vender Alfaro el viernes. El Melilla solo era lo que dice la clasificación. Un equipo con un pie y medio -por no decir dos- en Segunda RFEF, un equipo que solo había ganado un partido -al colista- en las últimas ocho jornadas, un equipo que había encajado hasta 41 goles en 31 partidos, un equipo que acumulaba hasta 19 derrotas, un equipo que solo había ganado un choque lejos de casa. Pues ese equipo fue el Melilla, y con esos antecedentes, no podía pasar otra cosa que lo que pasó en Nueva Condomina. Y lo que pasó fue que al descanso, el partido ya estaba finiquitado, y que el Real Murcia finiquite un partido al descanso ya dice mucho.

Dani Vega, la luz que más brilla

Porque el Real Murcia, que es verdad que puede fallar cuando menos, no suele fallar ante equipos del descenso, y este domingo tampoco falló. Liderados por un Dani Vega que lleva una segunda vuelta con la bombilla encendida, los granas apenas necesitaron ocho minutos para abrir el marcador. Fue en su primera llegada (8′). Aparecía Vega por banda para inventarse una asistencia de lujo que encontró a Tomás Pina solo en el segundo palo, y sorprendida toda la defensa del Melilla, el centrocampista grana se sacó un cabezazo perfecto para batir a Salcedo y poner el 1-0.

Se ha convertido el Real Murcia en un equipo tan fiable, que con un 1-0 ya parece el trabajo hecho. Volvió a ocurrir este domingo. Ni un susto sufrieron los granas tras el gol. Ni una llegada acumularon los de Basadre. Solo algún que otro córner o alguna falta lateral para los visitantes, que no metían nada de miedo. Pero pronto se vio que no era una tarde para un resultado tan corto. Pronto se vio que con un poco de inspiración en ataque, irían cayendo los goles a favor de los locales, y eso que los locales jugaban a ritmo lento, intentando no desajustarse atrás, que era lo importante. Pues hasta a cámara lenta, Dani Vega inventaba por la derecha, donde también apareció Pedro León para aprovechar un balón cazado por José Ruiz. El centro del muleño se envenenó tras tocar en un rival y Carrillo, elevándose entre los defensas melillenses, ponía el 2-0 en el minuto 44.

Isi Gómez, en el banquillo

Es verdad que, a la misma vez que el Real Murcia estrangulaba al Melilla, el Ceuta hacía los deberes ante el Linares, sin embargo, lo de menos era lo que hiciera el rival, lo importante era no fallar en un partido fácil, y el Real Murcia no fallaba. Un Real Murcia que de nuevo tuvo que sobreponerse a las ausencias de Loren Burón e Isi Gómez. Ninguno de los dos apareció en el once, de hecho, el primero ni estaba en la convocatoria. Pero como ocurriera hace una semana en Algeciras, los granas no se acordaron de los ausentes.

Ya está Dani Vega para demostrar que el jugador con la flecha para arriba que tanto se buscaba en el mercado invernal en realidad estaba en el vestuario. Aparecía Vega en la derecha y repetía Juanmi Carrión en la izquierda. La gran novedad fue Pedro León, al que Alfaro puso ayer en la mediapunta, por detrás de Carrillo y por delante de Tomás Pina y Sabit. Atrás, en defensa, cuatro jugadores que tienen mucho que ver en el crecimiento grana en las últimas jornadas. Alberto González de nuevo lideraba una línea con Rofino, José Ruiz y Marc Baró.

Tomás Pina celebra el primer gol

Tomás Pina celebra el primer gol / REAL MURCIA

En una primera parte redonda, con dos goles a favor, sin ni una intervención de Manu García, y sin tener que arriesgar físicamente demasiado, el Real Murcia ya tenía los deberes casi hechos. Solo faltaba no despistarse demasiado. Movía el banquillo Alfaro. Se quedaba en la caseta Sabit y aparecía Larrea. Pero más movimientos hacía un Basadre que lo tenía todo perdido. Hasta tres cambios llevó a cabo el técnico del Melilla y no le sentaron mal las modificaciones a los visitantes. Aunque todo estaba controlado para los locales, los melillenses empezaron a llegar con más peligro. La tuvo Siddiki en el 47 y marcó José Enrique, una de las novedades, pero el coleagiado lo anuló por fuera de juego (55).

Tenía más energía el Melilla, pero no parecía suficiente para hacer daño a un Real Murcia completamente tranquilo con la ventaja del marcador y con la seguridad de la zaga. Aprovechaba Alfaro para reactivar a su equipo dando entrada a Enol Coto por Juanmi Carrión y a Svidersky por Pedro León. Con los cambios, Dani Vega pasaba a la izquierda, y Dani Vega, tan inspirado, no le importa ahora mismo la posición en la que que juegue. Por la otra banda siguió haciendo daño, metiendo un centro a Carrillo cuyo remate acabó en las manos de Salcedo (71).

Fue cumpliendo metas el Real Murcia, desactivando primero cualquier posibilidad de reacción del Melilla, y asentándose después en un partido en el que apenas pasaba nada. Sin embargo, desperdiciaron los granas una oportunidad para soltarse la melena en ataque. Los chispazos de Dani Vega no eran suficientes y aunque Alfaro iba dando oxígeno a su equipo con los cambios -Amin ocuparía el sitio de Carrillo e Isi Gómez volvería para jugar los últimos diez minutos– no se veía a un Real Murcia completamente dominador y volcado al área de Salcedo. Eso sí, tampoco hacía falta demasiado para hacer daño al Melilla. Se demostró en una llegada de Marc Baró. Se metía el lateral hasta la cocina para encontrar a un Svidersky cuyo remate fue rechazado por un rival (84).

El Ceuta no falla

No se movió ya el marcador, un marcador que permitía al Real Murcia sumar su cuarta victoria consecutiva, algo que no había logrado en todo el curso, y un marcador que deja a los granas a tres del quinto puesto. Y es que no fallaron los granas y tampoco lo hizo un Ceuta que goleó al Linares (4-0).