El gol de Antonio David al borde del descanso saca a los granas del letargo en Antequera, donde firman la tercera victoria en los cuatro partidos que ha dirigido el asturiano (0-2)
Pedro Benito sentencia a falta de cinco minutos

Antonio David celebra el gol que abre el marcador
Hemos repetido ya tanto los defectos del Real Murcia que, aunque el Real Murcia sigue teniendo muchísimas deficiencias, habrá que empezar a ver un poco el vaso medio lleno. Porque pese a que Colunga no logra dar color al juego murcianista, los resultados siguen acompañando y mucho, y sumando y sumando, la situación del Real Murcia ahora tiene poco que ver con la de hace unas semanas, cuando Etxeberria era el dueño del banquillo murcianista. Y es que, desde la marcha del vasco, las derrotas ya son historia. Este sábado de hecho se logró un nuevo triunfo (0-2). En esta ocasión ante el Antequera. Tres puntos importantísimos para seguir dando pasos al frente en la tabla y para empezar a ver algunos brotes verdes. Porque es verdad que la primera parte del Real Murcia fue tristísima, es cierto que al borde del descanso nadie daba un duro por los granas, pero también es verdad que gracias a un gol de rebote de Antonio David, lo negro empezó a convertirse en gris.
Ese gol no cambiaba la imagen de la primera parte, pero sí ayudó a ver a un Real Murcia diferente en la segunda, especialmente en tareas defensivas. Porque por segunda semana se logra mantener la portería a cero, y porque el equipo se mostró mucho más compacto, sabiendo llevar el partido a su terreno, siendo solidario y sentenciando a la contra. Porque Pedro Benito en el 86 ponía ese 0-2 que ya dejaba claro quién iba a ser el ganador en El Maulí.
Pero las sensaciones en el minuto 90, poco tenían que ver con las que tenían los aficionados granas cuando la primera parte llegaba a su fin. Y es que antes del gol de Antonio David lo que se estaba viendo era difícil de digerir, y más si el partido se juega justo a la hora de comer. Pero, aunque los granas no evolucionan ni a la de tres en el juego, los aficionados pudieron darse con un canto en los dientes mirando al marcador al descanso, porque ahora mismo los marcadores es a lo único que puede agarrarse el Real Murcia, un Real Murcia que con Adrián Colunga parece abonado a la buena suerte. Todo lo que no salía con Etxeberria, donde se fallaban hasta las ocasiones más claras, ahora sale con Colunga. Solo hay que ver el gol que adelantaba a los murcianistas en el electrónico de El Maulí. Justo después de que el Antequera desperdiciara una clarísima ante Gazzaniga, llegó Flakus y encendió a luz. Abrió para que Antonio David se probase desde fuera del área, con la fortuna de que el balón tocó en un rival y acabó dentro de la red. Era el minuto 44 cuando el Real Murcia había logrado su primer disparo entre los tres palos, y a la primera ya mandaba en el marcador. Un tanto, justo antes del descanso, que permitía desatascar un partido muy trabado, con muchas faltas y en el que el Antequera había logrado dar un paso al frente pasada la media hora, aunque sin poner en aprietos a Gazzaniga.
Blindaje en el medio
Y eso que Adrián Colunga volvió a dar otra vuelta de tuerca a su once titular. Agradecieron los granas tener más presencia en el centro del campo, sobre todo a la hora de proteger una defensa que estaba comandada por dos jugadores del filial. Con Andrés López en el banquillo, posiblemente sigue renqueante, el técnico dio la alternativa a Jorge junto a Héctor, con Cristo Romero y Jorge Mier por bandas. La modificación esta vez llegaba en el medio. Por fin jugaba el Real Murcia con un trivote, y eso permitió no ser una marioneta en manos del rival. Con Sekou, Antonio David e Isi Gómez no había tantos espacios, y el Antequera se lo tenía que currar para avanzar. Sin embargo, donde siguen sin verse avances es en la fase ofensiva. Muy decepcionante de nuevo el Real Murcia, sobre todo si alguien piensa que este equipo debe mirar a la zona de ascenso. Por ahora, visto lo visto, habrá que pensar en salvarse y luego ya veremos. Porque ni Antequera, fueron mejores los de Colunga.
Siguen sin ser opciones los balones colgados, la mayoría por un Cristo Romero que tenía la banda izquierda para él solo, porque Bustos apareció por la derecha, donde la ausencia más destacada en el once fue la de un Pedro Benito suplente. Tampoco fue suficiente Palmberg, y eso que el brasileño intenta siempre dar un toque diferente, pero esa mayor presencia en las inmediaciones del área, no se reflejó a la hora de mirar portería. Ni un disparo de Flakus en esa primera parte dice mucho, de hecho el esloveno se vio obligado a salir del área para poder entrar en contacto con el balón. Y cada vez que lo hizo dio otro color al ataque de los de Colunga. Lo hizo con un pase al que Bustos no llegó en boca de puerta y lo hizo sirviendo a Antonio David en la acción que acabaría con el 0-1 en el marcador.
Nadie daba un duro por el Real Murcia cuando la primera parte llegaba a su fin. Muchos firmaban el empate visto lo visto. Porque aunque el Antequera no fue un equipo de morder en la yugular, sí tuvo sus minutos, llegando con peligro, pero sin grandes remates. De ahí la importancia del gol de Antonio David, un gol que además de adelantar a los granas, daba la posibilidad a los visitantes de salir del atasco en el que andaban metidos.
Pudo durar poco la ventaja de no ser por Gazzaniga. Porque nada más iniciarse el partido, el Antequera se quedó con la miel en los labios. En un remate clarísimo de Njalla, aparecía Gazzaniga para salvar un partido más a los suyos. Era un aviso además de que iba a tocar trabajar mucho para llevarse los tres puntos de El Maulí.
Para suerte de los granas, el aviso de los de Abel Gómez quedó ahí. Aunque Biabiany intentaba tirar de los suyos, poniendo en aprietos a los murcianistas, conforme pasaban los minutos, el Real Murcia empezó a sentirse cómodo, teniendo el partido justo donde quería. Pero lo corto del marcador siempre dejaba la duda. Pudo sentenciar Álvaro Bustos, sin embargo el meta Samu Pérez también apareció para hacer competencia a Gazzaniga.
A la madera
Un poco a trancas y barrancas, en un partido que lo mismo se abría que se cerraba, Cristo Romero tampoco fue capaz de dar la tranquilidad a los de Colunga. Y es que se cruzó con la madera en el minuto 72.
Si en el inicio de la segunda parte Gazzaniga había sido protagonista para bien, en el minuto 76 pudo liarla y bien en una mala salida en la que se lleva por delante a un rival. Pidió Abel Gómez que se revisara la jugada y después de muchas repeticiones, el colegiado prefirió no complicarse, considerando, para suerte de los granas, que no había nada.
Pese a algunos chispazos del Antequera, el Real Murcia supo ser un equipo mucho más compacto en El Maulí. Se vio en la segunda parte. Hubo dudas por lo corto del marcador, sin embargo, siempre tuvieron controlado el partido los granas, cortando muchas veces las alas a los de Abel Gómez, a los que los nervios por las urgencias tampoco le ayudaban.
Pedro Benito, a la segunda
Muy solidarios y muy compactos atrás, sin dejar esos huecos que en jornadas anteriores eran condenatorios, incluso supo salir a la contra para tener las mejores ocasiones de ese segundo periodo. En el 85 fue Pedro Benito el que pudo sentenciar, sin embargo aparecía Samu para evitar ese segundo gol del Real Murcia.
No lo consiguió Pedro Benito a la primera, pero sí lo hizo justo un minuto después. Se marchó solo en una contra y no dio ninguna opción al meta local, que encajaba un 0-2 ya si decisivo.
Victoria para el Real Murcia, la tercera desde la llegada de Colunga, un Colunga que ha llegado al Real Murcia con un saco de puntos bajo el brazo.