El club, con un presupuesto de 4,8 millones de euros, presenta por vez primera patrimonio neto positivo. «Muy pronto estaremos entre los grandes del fútbol español», profetiza Felipe Moreno.
GREGORIO LEÓN
Las juntas de accionistas del Real Murcia ya no se escriben con bolígrafo rojo. Ya no se pueden condensar en una crónica de sucesos. Atrás, recluidos en la historia reciente del club, quedan episodios berlanguianos, con Mauricio García de la Vega enfrentado a una masa de aficionados, desafiante. O Víctor Gálvez, prometiendo un futuro de oro antes de ser expulsado del club por culpa de una gestión nefasta. Ni siquiera hay ya facción opositora, la que Agustín Ramos encontró en La Esquina. La disidencia ha desaparecido. Son tiempos de paz. De capital social de 7’5 millones de euros en manos casi exclusivas de Felipe Moreno, que ha sido despedido con una larga ovación a modo de refrendo sonoro a su gestión. Y es que los números son elocuentes: el Murcia, por vez primera en décadas, ha presentado patrimonio neto positivo, es decir, el resultante de lo que tiene y lo que debe. La aportación directa del empresario cordobés para eliminar la deudas con las Administraciones Públicas, y la ejecución del plan de reeestructuración de deuda privada, ha propiciado que el estado económico del Murcia haya dado un vuelco. Y por eso las cuentas han sido aprobadas por mayoría absoluta. Higinio Pérez, arquitecto del plan que ha permitido rebajar el pasivo privado en casi diez millones de euros, ha explicado las bondades de esta herramienta mercantil usada por la entidad grana, que ha permitido eliminar 10’3 millones con quitas de acreedores privados, de naturaleza concursal o no concursal.
La construcción de la Ciudad Deportiva aparece, junto al ascenso, como prioridad para Felipe Moreno. «Hay que empezar cuanto antes a mover tierra, poner las estacas…» La previsión del máximo accionista grana es que en enero o febrero las máquinas ya operen en el terreno asignado para desarrollar este proyecto, que requerirá fórmulas de financiación. A tal efecto, Felipe Moreno ha revelado que ya había un fondo de inversión que asumía todo el costo de la operación, a cambio del cobro de intereses. El Murcia evaluará todas las posibilidades.
«Podíamos estar mejor en la clasificación»
Las matemáticas le dan la razón al Murcia en sus cuentas financieras, que ya no están teñidas de rojo. Pero no terminan de cuadrar en el plano deportivo. Y Felipe Moreno lo ha reconocido: «Podíamos estar mejor. Echo en falta algunos puntos. Tenemos que ser primeros y ascender. Pero os puedo asegurar que en poco tiempo el Murcia estará entre los grandes del fútbol profesional. El Murcia no solo es un club de Murcia, sino de toda la Región».
Preguntado sobre los pilares en los que se asienta su proyecto, el presidente del Real Murcia lo tiene muy claro: la sostenibilidad futura del club reside en la venta de jugadores. Con el Villarreal como modelo, y su experiencia exitosa en el Leganés, Moreno confía en que jugadores que salgan del nido del Murcia echen a volar, reportando beneficios económicos suficientes para darle plena estabilidad al Murcia.
Vuelve Antonio Pedreño
Antonio Pedreño regresa al Consejo de Administración. Aunque presentó en junio su dimisión, Felipe Moreno le ha pedido que retornara a sus funciones dentro de la estructura orgánica del Murcia. Es una de las piezas esenciales del club. Así lo ve el presidente grana, que lo ha elevado a la categoría de consejero económico. La junta de accionistas ha ratificado la decisión de Moreno. Además, se incorpora al equipo dirigente Raúl Pérez Gómez y Álvaro Buendía, quien desempeñaba el cargo de consejero por cooptación, ahora adquiere pleno derecho.