El director de la Autoridad Portuaria de Cartagena, José María García, dice que este tipo de tráfico precisa de infraestructuras de mayor envergadura que las actuales y de ahí los planes para ampliar la dársena
La crisis del Mar Rojo ha disparado en los últimos meses el tráfico de contenedores en los principales puertos del país pero no ha tenido ningún eco en Cartagena. El director de la Autoridad Portuaria lo atribuye a las características de la dársena y recuerda que llevan dos años esperando el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica a la ampliación de Escombreras.
Los ataques a cargueros y la falta de seguridad han obligado a las navieras a variar las rutas de las grandes travesías marítimas entre Asia y Europa, aumentando el tráfico entre el Mediterráneo y provocando una avalancha del movimiento de contenedores en las terminales calificadas como puerto trasbordo. Barcelona, Las Palmas, Valencia o Algeciras están teniendo en algunos casos problemas de logística para gestionar el elevado número de descargas. En Cartagena, ningún impacto, según explica el director del puerto José María García.
Cartagena movió en 2023 más de 600.000 toneladas en contenedores, con un descenso acumulado del 3,6%. Este tipo de tráfico precisa de infraestructuras de mayor envergadura que las actuales y de ahí los planes para ampliar la dársena, entre ellos el proyecto Barlomar de Escombreras.
La Autoridad Portuaria inició hace dos años los trámites para esa ampliación. Según su director aún aguardan la respuesta del Ministerio de Transición Ecológica.