El conjunto albinegro cuenta con ocho caras nuevas que debe encajar a la misma vez que buscará resultados positivos para no verse condenado a un prematuro descenso

Rafa Nuñez, uno de los movimientos del FC Cartagena este invierno, durante un entrenamiento. / FC Cartagena
La actualidad del Cartagena no pasa por lo deportivo desde hace bastante tiempo. Esta semana, además con la comparecencia de Paco Belmonte, la actualidad se ha centrado especialmente en lo institucional. Con el equipo tan mal en liga, lo que le importa a la afición y el entorno es lo que va a ocurrir con la dirección del club, si se va a vender y van a entrar nuevos inversores, y prácticamente nadie confía ya en que deportivamente el año se pueda salvar y se pueda lograr la permanencia. Los números es que no invitan a ello; se ha disputado ya el 60% de la competición y el equipo ha sumado 15 puntos en 25 encuentros, está a 12 de la salvación y resta por jugarse el 40%, que es prácticamente la mitad, pero en vez de una ilusión es una condena pensar que el cuadro albinegro debe jugar todavía 17 encuentros más. Para pensar en la salvación debería sumar 30 puntos de los 51 que están en juego y, para tener garantías, la cifra habría que elevarla a los 35. Es decir, números de ascenso directo para un equipo que va último y que lleva guarismos de ser de los peores equipos de la historia de la competición.
En lo deportivo hay que decir que el club se ha movido, ya que ha realizado 14 movimientos, que pueden ser 15, entre altas y bajas, pero la sensación es que no se ha reforzado el equipo lo suficiente para conseguir revertir la situación 180 grados, que es lo que hace falta. Guillermo Fernández Romo y su cuerpo técnico viven una semana de pretemporada en la que deben encajar a los ocho nuevos fichajes, que con Nacho Martínez serían nueve, y encajarlos en una estructura de juego junto a los jugadores que se han quedado y que en la primera vuelta no han rendido lo que se esperaba. Viendo los refuerzos, las bajas y los que se quedan, está claro que el técnico madrileño le va a dar una preponderancia a la medular que antes no podía hacer. Se han quedado todos los que ya estaban (Musto, Andy, Sergio Guerrero y Luis Muñoz) y han llegado jugadores como Ndiaye y, sobre todo, Pepín Machín. El internacional ecuatoguineano, que ha pasado una mala época en Italia, llega a la ciudad trimilenaria con ganas de reivindicarse. Se entiende que un mínimo de tres entre todos estos jugadores estarán en el verde siempre y deben llevar el peso del equipo.
Muchos cambios se han producido en los costados del ataque albinegro. Las decepciones del ‘Pocho’ Román y Hugo González, el pago de la cláusula por parte del Elche de Jairo y la inesperada venta de Cedric han provocado un agujero que el club ha tenido que paliar. Lo ha hecho con dos refuerzos que llegan al club portuario tras no tener muchos minutos en la primera vuelta, una tónica habitual de prácticamente todos los fichajes. Rafa Núñez del Elche no ha tenido minutos y llega para reivindicarse, mientras que Daniel Luna, que aterriza en la trimilenaria cedido por el Mallorca, sí se espera que pueda dar un paso más. Óscar Clemente, que puede jugar tanto en banda como en el centro, es el más fiable de todos y ya está mostrando su calidad; debe ser titular sin lugar a dudas.
Dos goles en total entre todos los delanteros del Cartagena. Ese es el bagaje tras 25 partidos. Unos números inaceptables para un equipo que quiere competir. La dirección deportiva se ha movido para paliar este desastre y la apuesta es Álex Millán, que estaba en la liga portuguesa. Los problemas del Cartagena son en las dos áreas. Si en ataque los números son de vergüenza, en defensa el equipo tampoco se está comportando como debería. Salvo el guardameta Pablo Cuñat Campos, que está haciendo una gran temporada y es el gran perjudicado, ya que sus números no reflejan sus actuaciones, el resto del sistema defensivo del equipo ha hecho aguas desde la primera jornada.
Sorprende que solo se haya firmado a Julián Delmás para el lateral derecho y tal vez se firme a Nacho Martínez para el perfil izquierdo, y que de momento esté solo entrenando con el equipo. Se esperaba un central que mejorara el bajo nivel de Kiko Olivas, Sipcic y compañía. Pocos movimientos en una parte del campo que ha estado a un nivel muy pobre durante estos meses.
Con la rescisión de contrato de Ríos Reina como lateral izquierdo del Cartagena, en la plantilla se quedaba solo un jugador en esa posición después de que Elche pagase la cláusula de Jairo. Por lo que, solo Vukcevic se quedaba a las órdenes de Guillermo Fernández Romo para defender el carril izquierdo. El relevo puede estar en un Nacho Martínez que lleva desde el pasado lunes entrenando con el cuadro albinegro, pero de momento no ha firmado el contrato que le vincularía a la entidad o, por lo menos, el club no ha confirmado este punto. El lateral zurdo madrileño tiene una dilatada trayectoria tras haber estado cuatro años en el Rayo Vallecano y cinco temporadas en el Real Valladolid. Conoce bien la categoría y cubre una posición que necesita el equipo. Llevaba sin equipo desde que finalizó su contrato con el Tenerife el pasado verano y que va sobrado de calidad, pero le han lastrado las lesiones últimamente