El Murcia toca fondo

El equipo grana pierde ante el Algeciras (1-0) y entra en descenso. Solo ha ganado un partido de los cinco jugados esta temporada.

GREGORIO LEÓN  ORM
28 SEP 2025 – 18:47
David Vicente

David Vicente, en conducción. Foto: Real Murcia

GREGORIO LEÓN

El Real Murcia está en las antípodas de donde quería. No es el macho alfa de la categoría y ha entrado en zona roja. Cinco jornadas ya ofrece un muestreo apreciable. Y los defectos se repiten cada semana, reproducidos y multiplicados, por muchas apelaciones que haga Joseba Etxeberria a la reacción. El equipo lleva plomo en las alas. Y carece de respuestas cuando las cosas se ponen de color hormiga. En el Nuevo Mirador tuvo hora y media para corregir el error inicial, en el alba del partido, con los primeros rayos incipientes. Pero nadie fue capaz de hacerlo y los grana regresan de vacío, pensando que quizá no sería mala idea ir al diván.     

El partido comenzó de nalgas para el Real Murcia. No habían roto a sudar los jugadores cuando una acción desde el sector izquierdo del campo acabó con un centro que pilló con los calzones abajo a la defensa grana. Manín se adelantó a Alberto González e hizo trizas el guion preparado. Se había jugado un minuto y veinte segundos. La respuesta grana fue enérgica, sumando varias ocasiones de gol, pero sin definir. Su mala relación con el gol le está penalizando en este primer tramo de la temporada. Y además, fue perdiendo filo. Ekain lanzó una nube de algodón al portero, con todo a su favor para marcar. El vasco se probó de nuevo, y su balón lo cazó Pedro Benito para marcar, pero estaba en posición ilegal. La jugada polémica llegó en el 48 cuando un centro de Jorge Mier fue aprovechado por Flakus, que en un escorzo extraordinario conectó el pie y mandó la pelota para adentro. Pero estaba adelantado, según determinado el soporte de vídeo.

Joseba Etxeberria no modificó el dibujo de tres centrales, pero sí retiró a Sekou, perdido toda la tarde, para dar más fortaleza a la defensa con Andrés López Carmona. Y el canterano tuvo la oportunidad de devolver el partido a la casilla de salida. Sergio Moyita le puso en la cabeza el gol. Pero su remate ni siquiera cogió portería. Y el partido fue muriendo en medio de un inquietante ejercicio de impotencia.