José Manuel C. R., en prisión provisional por tráfico de drogas, asociación ilícita y un delito medioambiental, insiste en que en su fundación de Abanilla era todo legal
LA OPINIÓN
Jamás hizo mal a nadie, sostiene José Manuel C.R., alias Trascendencia Total, el cabecilla de la secta budista Fundación Mahasandhi, en prisión provisional por, presuntamente, drogar a sus acólitos, tráfico con drogas, asociación ilícita y delito contra el medio ambiente. Si la Policía descubrió mercurio en sus propiedades, insiste, era porque «experimentaba» con esta sustancia, pero de un modo “íntimo”, no para que la tomasen sus fieles.
Así lo explica a La Opinión Pablo Martínez, el abogado defensor de Trascendencia Total. Según sostiene el letrado, “Jose Manuel es una persona que en los últimos años ha estado más bien retirada en su casa”, la cual se encontraba en los terrenos de Abanilla donde se ubica la fundación que tomó la Policía Nacional. Según informó este cuerpo, el sospechoso almacenaba en un zulo que construyó dentro del complejo 180 kilos de mercurio y cinabrio.
“A título personal, en su intimidad podía experimentar con pequeñas cantidades de mercurio”, afirma el abogado, que precisa que su cliente “tiene más de 2.000 libros, estuvo 14 años en la India con maestros hindúes y estaba estudiando hierbas y productos”.
Pablo Martínez reitera que a José Manuel “le gustaba experimentar con mercurio, no líquido, que es tóxico: lo solidificaba en esferas«. Y es que el lama creía que este material poseía «propiedades de energía”. Sea como fuere, “es una cosa personal, íntima, privada suya, ajena a la fundación y ajena al laboratorio».
Se refiere a unos almacenes, en la Vega Media, que también fueron registrados por la Policía Nacional. “Ahí había una empresa, unos laboratorios con plantas y productos legales, jamás se ha mezclado nada con mercurio”, asegura el abogado, que admite que José Manuel “es socio de esa sociedad”. “Qué casualidad que, cuando a otro socio le quitan el sueldo, va y denuncia”, espeta.
Martínez está deseando que se practiquen análisis a los “productos y muestras” que se llevó la Policía de ese laboratorio, para que se vea que “no hay nada irregular ni penalmente relevante”. En este sentido, lamenta que “se han cargado la empresa”, a la cual “le han cerrado cuentas bancarias”.
«No es ninguna secta»
En cuanto a la fundación Mahasandhi, el letrado explica que “es ajena al laboratorio, también tiene funciones sociales: mandan dinero a tibetanos que están en el exilio, para que puedan comer, tener medicamentos, sanidad…».
En cuanto a los cursos de yoga y retiros que se llevaban a cabo en Abanilla, incide en que “jamás se ha hecho nada al margen de la ley”, al tiempo que subraya que la fundación “no es ninguna secta”. “Por ahí han pasado miles de personas, hacen su curso y se va a su casa”.
Por otro lado, el penalista insiste en que José Manuel “no ha vertido nada al medio ambiente” y sostiene que, cuando se practiquen los pertinentes análisis, se verá que no hay “ningún resto de mercurio en la fosa” que había cerca de sus aposentos en Abanilla, como tampoco en los productos del laboratorio.
Pablo Martínez manifiesta que Trascendencia Total solo pretendía “promover la cultura budista” y reitera que “jamás hizo mal a nadie”. “Si se ha podido equivocar en algo, no tendría trascendencia penal, sería administrativa”. Achaca los registros en sus propiedades a una “venganza personal” llevada a cabo por “gente con intereses espurios”. Aunque espera demostrar su inocencia, lo sucedido se puede llevar por delante el trabajo de muchos años. Su fundación se puede ir al garete por esto”, lamenta su defensor.