La Audiencia desestima la solicitud y el joven José Mateo, de 29 años, seguirá en prisión preventiva por el crimen que confesó en otoño de 2021
LA OPINIÓN
José Mateo, el joven de 29 años de edad que mató a su padre a cuchilladas en otoño de 2021 en Campos del Río, como él mismo confesó, ha pedido salir de prisión provisional, alegando, entre otras cosas, que no hay riesgo de que ataque a nadie más, porque con la única persona que él solía discutir era con su padre y ya está muerto. La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado su solicitud de excarcelación.
El tribunal rechaza todos sus alegatos, en los que expuso que no existía riesgo de fuga, como lo acreditaba el hecho de que se había confesado autor del crimen nada más cometer el mismo tanto en la declaración que hizo a su hermano y a sus tíos como cuando fue detenido por la Guardia Civil.
El investigado alegó también en su recurso que no existía tampoco riesgo de reiteración delictiva porque, según argumentó, la única persona con la que solía discutir era su progenitor, muerto a los 53 años, José Miguel D. R.
El criminal confeso había sido denunciado por agredir a sus dos progenitores y un juez le puso una orden de alejamiento de ambos. De su madre, Justa, y de su padre, José Miguel.
En concreto, hubo un episodio, hace unos años, en el que José Mateo habría llegado a clavar un cuchillo a su padre. Lo hizo en una pierna y afortunadamente no provocó heridas de consideración al hombre. Fue a raíz de aquel episodio cuando el matrimonio tomó la decisión de denunciar a su propio hijo. El día del crimen, la orden de alejamiento ya había expirado.
El cuerpo de José Miguel presentaba 14 puñaladas, en el cuello y en otras partes del cuerpo
Finalmente, expuso en su apelación que la medida cautelar de prisión provisional comunicada y sin fianza era desproporcionada y que la misma podía ser sustituida por otras menos gravosas, como las personaciones periódicas en el juzgado de Instrucción de Mula que investiga los hechos.
Al desestimar su recurso, la Audiencia incide en que la gravedad de los hechos, que el chico admite, es suficiente para justificar la medida acordada, y añade que la apreciación inicial que considera que podrían ser constitutivos de un delito de asesinato no es desproporcionada, con independencia de que en su momento se hará la calificación definitiva.
La sala remarca que el juzgado apreció que los hechos podrían constituir ese delito por la concurrencia de las agravantes de alevosía y ensañamiento, ya que el cadáver presentaba 14 heridas en el cuello y en otras partes del cuerpo y, también, lesiones de defensa.
Finalmente, en el auto se expone que tampoco cabe acceder a la petición de puesta en libertad porque la investigación sobre el crimen está todavía en su fase inicial.
Peleas constantes en la casa
«Cumplió lo que decía, porque él decía que lo tenía que matar», comentaba a LA OPINIÓN, horas después del crimen, una vecina, de nombre Ana María, al tiempo que apuntaba que las peleas a gritos en el domicilio donde se cometió el crimen eran continuas. Peleas protagonizadas por el hijo, ya que «en el matrimonio no había problemas», aseguraba la vecina.
«La Justa (la madre) vino medio muerta», apostillaba otro vecino, Sergio, que, aunque solo llevaba unos meses viviendo ahí, oyó muchas de esa riñas a gritos. José Mateo «dijo: ‘¡los mato a todos!», rememoraba el vecino.