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Aagesen achaca el problema tanto a Red Eléctrica como a las compañías generadoras
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Confirma que no existen evidencias de ciberataques, aunque se han detectado «vulnerabilidades» no relacionadas con esta crisis
PorSOFÍA SOLER RTVE
«Faltaban capacidades de controlar tensión, bien porque no estaban programadas con suficiencia, bien porque los que estaban programados no proporcionaban adecuadamente lo que decía la norma. O una combinación de ambas. Lo que sí podemos afirmar es que no fue porque faltaran en el país, había parque de generación disponible suficiente para responder», ha dicho.
Aagesen ha explicado también que no existe evidencia de «ciberataque» en el origen del ‘cero energético’, ni en Red Eléctrica ni en el resto de niveles del sistema eléctrico, aunque la investigación ha servido para detectar «vulnerabilidades» y «carencias» en las medidas de seguridad no relacionadas con esta crisis.
El documento, elaborado por el Comité creado específicamente para ello bajo la dirección del Ministerio, ha sido aprobado en el mismo día por el Consejo de Seguridad Nacional y está previsto que se publique este martes por la tarde, con la información confidencial anonimizada. La ministra lo detallará a los grupos en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados.
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Una oscilación «atípica» y la reacción que llevó a la sobretensión
En su comparecencia, Aagesen ha vuelto a describir de manera pormenorizada, fase a fase, el ‘cero nacional’ del 28 de abril. Entonces, ha señalado que a las 12:03 horas se produjo la primera oscilación en el sistema, una oscilación «atípica», que vibró «más de lo normal», y cuyo origen se sitúa en la península Ibérica, aunque pudo sentirse también en Francia y en Alemania.
Las medidas del operador del sistema sirvieron para «amortiguar» esa oscilación, que a las 12:16 horas vuelve a aparecer con una «amplitud mucho menor». Solo tres minutos más tarde, a las 12:19 horas, aparece una nueva que obliga al sistema a volver a activar las medidas. «Todas estas medidas son eficaces pero a su vez tienen un efecto negativo sobre la tensión en el sistema», ha explicado la ministra.
Para poder responder a las incidencias, Red Eléctrica ordena conectar una nueva central en la zona sur, pero esta «necesita una hora y media» para activarse y no llega a tiempo para impedir el apagón. «El operador del sistema también detecta que las centrales que estaban disponibles para controlar la tensión y que habían sido programadas para ello, por restricciones técnicas, no estaban regulando tensión según lo previsto por la normativa», ha continuado.
En ese momento, el sistema sufre una subida de tensiones de forma «rápida, sostenida y lineal» y en apenas 21 segundos comienzan a producirse desconexiones de plantas. Las primeras, en Granada, Badajoz y Sevilla, provocan un «efecto cascada» de sobretensión que se va extendiendo a otras de Huelva, Sevilla, Cáceres y Badajoz.
Sobre esto, el informe concluye: «algunas de estas desconexiones ocurrieron de manera indebida, otras sí desconectaron, a la vista de la información disponible, dentro de los límites autorizados para proteger sus instalaciones».
Un real decreto ley para que «no vuelva a ocurrir»
Ante esta situación, la vicepresidenta ha anunciado que llevará la próxima semana al Consejo de Ministros un real decreto ley con medidas para que un apagón como el del 28 de abril «no vuelva a ocurrir».
Entre ellas, ha señalado que el Gobierno quiere reforzar la supervisión del cumplimiento de las obligaciones de los agentes del sistema eléctrico, acelerar la puesta en marcha de la Comisión Nacional de la Energía y aumentar los recursos para el control de la sobretensión. Y es que España, «al ser un país periférico», está más expuesta a las oscilaciones de la red europea.
Asimismo, Aagesen ha urgido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a actualizar el procedimiento para el control de la tensión para que Red Eléctrica lo implemente y pueda regular la «tensión dinámica», propia de un sistema con un creciente peso de las energías renovables. «Permitirá que todas las instalaciones de generación renovable también puedan regular esa tensión», ha dicho, una mejora que revertirá en la capacidad del sistema, pero también en un menor impacto en los consumidores.
Finalmente, ha planteado otras medidas como aumentar el uso de la tecnología en el control de la tensión y redoblar los esfuerzos para conseguir las interconexiones con el continente europeo, una «demanda histórica» que acumula «años de incumplimiento» y para lo que se ha pedido el apoyo de la Comisión Europea.
En materia de ciberseguridad, se ha comprometido a acelerar la trasposición de la directiva europea, aprovechar los servicios del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), desarrollar un sistema de detección y control de incidencias.
Más de un mes de investigación
Las pesquisas del grupo de trabajo se han ido conociendo con cuentagotas en el último mes y medio, y ya apuntaban a una «sobretensión» del sistema eléctrico peninsular. En una comparecencia en el Congreso de los Diputados el pasado 14 de mayo, Aagesen explicó que el posible «desencadenante» se ubicaba en las provincias de Granada, Badajoz y Sevilla, pero una semana más tarde, dijo en el Senado que la «causa y consecuencia» de esos tres eventos estaba aún «por concretar». También en una entrevista en Onda Cero, sostuvo que esperaban encontrar «responsabilidades múltiples y varias causas», dada la complejidad del sistema.
Por su parte, la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor, señaló fallos en el cumplimiento normativo por parte de algunas centrales convencionales de generación. «No hubo un problema de cortocircuitos en la red de transporte, ni de inercia, ni del sistema informático, ni de escasez de reserva, ni exceso de tensión», afirmó durante una entrevista a principios de mes en La noche en 24 horas.
La vicepresidenta tercera del Gobierno aseguró igualmente en el Senado que la investigación se extendía a los días previos al apagón, como habían pedido las compañías eléctricas por las variaciones «extremas y generalizadas» de tensión durante la mañana de ese día y entre el 22 y 24 del mismo mes.
En un tenso cruce de acusaciones entre Red Eléctrica e Iberdrola al respecto, el consejero delegado de esta última, Mario Ruiz-Tagle, recordó que la responsabilidad de amortiguar esos fenómenos no es «ni de la distribución, ni de la generación», sino del operador único y exclusivo de la red, en alusión a la empresa presidida por Corredor.
La investigación de la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Electricidad (Entso-E) identificó «dos periodos de oscilaciones de potencia y frecuencia» en Europa media hora antes del apagón y, más recientemente, ha marcado dos principales incógnitas: «por qué las unidades de generación se desconectaron del sistema» y «por qué los planes de defensa del sistema no lograron detener el proceso que condujo al apagón total de la península Ibérica».