La falta de suministro eléctrico ha causado daños de entre 300 y 3.000 euros en los bares y obligó a parar la industria y el transporte

Plantas de ciclo combinado de Cartagena que producen energía eléctrica. / Loyola Pérez de Villegas
María José Gil 30 ABR 2025 6:01 LA OPINIÓN
El apagón motivado por la caída del sistema eléctrico en toda España provocó el lunes el cierre de los bancos y la paralización de la actividad en la industria y en el transporte de mercancías de la Región. También las empresas exportadoras de frutas y hortalizas y la hostelería han sufrido daños al dejar de funcionar sus cámaras frigoríficas. Los bares y restaurantes asociados a Hostecar calculan que las pérdidas ocasionadas por el deterioro de los productos y la caída de la facturación rondan entre los 300 y los 3.000 euros. El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, indicó ayer de que el parón ha causado pérdidas por valor de 175 millones en una jornada sin actividad, que se reduce a 85 millones en media jornada.
López Miras dio a conocer esta cifras en la rueda de prensa que ofreció tras el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado ayer.
En su balance de los daños la patronal regional Croem remite a las estimaciones de la CEOE, que ha calculado unas pérdidas económicas en España equivalentes al 0,1% del PIB diario.
La Croem recuerda que la refinería de Repsol en Cartagena detuvo algunas de sus unidades debido al corte eléctrico.
Añade que en las gasolineras de Murcia y Cartagena se formaron largas colas debido al aumento de la demanda de combustible para generadores eléctricos. Algunas estaciones anunciaron la falta de diésel, lo que generó preocupación entre la población.
El corte eléctrico también obligó a parar la producción de la industria agroalimentaria durante doce horas y ha creado problemas a las empresas de congelados para mantener el frío en sus cámaras. Según informó el presidente de Agrupal, José García Gómez, el apagón se ha producido antes de que la campaña de frutas y hortalizas alcance su mayor actividad, lo que evita males mayores. «Los clientes han entendido la situación», indicaba García Gómez.
También paró la industria del metal. El secretario general de la Fremm, Andrés Sánchez, señaló que las empresa que disponían de grupos electrógenos mantuvieron la actividad, pero las demás «cerraron a partir de las dos de la tarde. Ha habido mucho sentido de la responsabilidad y ha primado la seguridad de los trabajadores», apuntó. En la madera se estima que las pérdidas alcanzan el medio millón de euros.
La falta de suministro eléctrico a las cámaras frigoríficas también ha provocado un deterioro del género en la hostelería. El presidente de Hostecar, Francisco Garnero, explicaba a La Opinión que, según una encuesta realizada entre los asociados, las pérdidas en los bares y restaurantes rondan entre los 300 y los 3.000 euros.
Por su parte, el presidente de la patronal regional Hoytú, Jesús Jiménez, considera que «ahora es pronto para hacer balance de las pérdidas de los negocios, sobre todo por las posibles pérdidas de material y alimentos refrigerados y congelados, pero estamos en ello».
Añade que «HoyTú y sus 26 asociaciones ya están trabajando para hacer las valoraciones correspondientes y que los seguros respondan a las pérdidas que haya ocasionado la falta de suministro eléctrico».
«Somos el alma de las ciudades y así se demostró. A pesar de las dificultades, gran cantidad de establecimientos permanecieron abiertos para demostrar que la hostelería es un sector esencial y estratégico, tanto económico como de vertebración social», afirma Jesús Jiménez.
Mariano Zapata, presidente de Proexport, asegura que «es pronto para tener un balance económico de las pérdidas que se hayan podido ocasionar en el sector de las frutas y hortalizas. Hay que tener en cuenta que se trata de producto fresco. Algunas empresas cuentan con grupos electrógenos que les han permitido mantener las cámaras encendidas, mientras otras no han podido hacerlo».
El transporte ha sufrido los problemas creados por la falta de las comunicaciones y también la caída de la actividad en la industria y en la distribución.
El Ministerio de Transportes ha aprobado una resolución para flexibilizar temporalmente los tiempos de conducción y descanso de los conductores de transporte de viajeros y de mercancías por carretera y facilitar así el restablecimiento de estos servicios tras el apagón. Establece «una serie de excepciones» que permitirán resolver «el desabastecimiento de ciertos productos para el comercio, que ha provocado un aumento en la demanda de transporte».
Los supermercados y los comercios pudieron seguir abiertos gracias a los sistemas de generación eléctrica, que garantizaron el funcionamiento de gran parte de la red comercial. No obstante, la patronal precisó que ayer «se restableció con normalidad la apertura de todas las tiendas. A primera hora se registraban pocas incidencias, muy puntuales, en algún centro, por corte de energía o retrasos en entregas de productos».
La gran afluencia de clientes todavía mantenía ayer estanterías vacías en algunas cadenas.