El comerciante de Molina de Segura que murió tras la paliza de su hijo no recibió ningún golpe mortal

El cuerpo de Felipe Hernández, que sufría del corazón y fue agredido por su primogénito, no presentaba fracturas ni hemorragias internas

Felipe H. R., al ser trasladado por la Policía Nacional al Juzgado de Guardia de Molina de Segura.

Felipe H. R., al ser trasladado por la Policía Nacional al Juzgado de Guardia de Molina de Segura. / Juan Carlos Caval

Ana Lucas  LA OPINIÓN

Felipe Hernández, el comerciante de Molina de Segura que murió minutos después de recibir una paliza a manos de su primogénito, no recibió ningún golpe letal, informan fuentes policiales.

El cuerpo del hombre, que padecía del corazón desde hace tiempo (de hecho, llevaba un marcapasos) no presentaba ningún tipo de fractura ni hemorragia interna que resultase mortal por sí sola, apuntaron las mismas fuentes.

La causa del fallecimiento del empresario, padre de cuatro hijos y muy conocido en el municipio de la Vega Media también por su faceta en redes sociales, fue que se le paró el corazón tras sufrir un trastorno del ritmo cardíaco. Algo que, no obstante, no se puede descartar que esté relacionado con el estrés que padeció después de que dos de sus descendientes (con los que arrastraba años de conflictos) entrasen en su tienda, donde el varón le propinó varios golpescomo grabaron las cámaras del negocio.

El sospechoso, Felipe H. R., se encuentra en prisión provisional, investigado por el homicidio de su progenitor, mientras que su única hija, Rosario H. R., se halla en libertad con cargos acusada de omisión de socorro.

Pablo Martínez, abogado que se encarga de la defensa de ambos hermanos, intentó sacar al sospechoso de la cárcel, pero la jueza se lo denegó. Al ser agosto inhábil judicialmente, hasta septiembre su defensa no puede volver a solicitar la libertad.

La única hija del finado, Rosario H. R., al ser conducida al Juzgado de Guardia de Molina de Segura.

La única hija del finado, Rosario H. R., al ser conducida al Juzgado de Guardia de Molina de Segura. / Juan Carlos Caval

La pareja y los hermanos de Felipe Hernández sostienen que el hombre llevaba años sufriendo amenazas por parte de sus descendientes, a los que acusó incluso de haberle robado y de los que pidió una orden de alejamiento que jamás le fue concedida.

Ellos sabían que su padre sufría problemas de salud, insisten. Asuntos económicos, sobre propiedades, también estarían tras estas rencillas.