Varios vecinos han denunciado esta maniobra en pleno caos circulatorio por las obras de movilidad
LA OPINIÓN
El coche oficial del alcalde de Murcia, José Ballesta, ha cruzado este mediodía Gran Vía en dirección a la plaza Circular circulando por el carril reservado para los autobuses. Varios testigos han confirmado a esta Redacción que, al terminar el Pleno, el regidor murciano, acompañado por el jefe de su Gabinete, se ha dirigido hasta la parada de taxis de Glorieta, la más cercana al Consistorio, donde estaba estacionado este vehículo, y ha subido en él. Acto seguido, según señalan varios peatones que pasaban por la zona en ese momento y que han fotografiado la maniobra, el coche ha usado el carril bus de Gran Vía para dirigirse hasta la Rotonda, en dirección contraria al sentido de circulación de carril reservado para el tráfico privado. En este carril reservado hay una señal vial de prohibido el paso con la leyenda: excepto autobuses urbanos y taxis.
Cabe destacar que, en ese momento, tanto la avenida Teniente Flomesta como el único carril para el tráfico privado que tiene Gran Vía, dirección Puente Viejo, y la calle Plano de San Francisco experimentaban importantes retenciones, entre otras cosas, por la salida de alumnos y profesorado del IES Licenciado Francisco Cascales y por las obras de movilidad que se están llevando a cabo en esos carriles. La prerrogativa que se ha arrogado el alcalde le ha permitido ahorrarse el monumental atasco, algo que indignado a los transeúntes que han presenciado la escena.
El caos circulatorio de este jueves en el centro de Murcia se ha extendido hasta la plaza Circular, Ronda Norte, Ronda Sur y en varias de las salidas hacia la A30 en dirección a Cartagena.
Esta Redacción se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para recabar una valoración de lo ocurrido pero no ha obtenido respuesta.