El cantante apuñalado a las puertas de un local de Murcia: «Me clavó el pincho en el abdomen y luego en la espalda»

El hombre, agredido en un supuesto ataque de celos, reitera su denuncia ante la jueza, mientras el acusado asegura que actuó drogado

LA VERDAD

«Vi una mano y el primer ‘pinchazo’ lo sentí a la altura del pecho». Daniel Mármol tuvo que pasar el trago esta semana de volver a bucear en los detalles de la madrugada del pasado 20 de enero, cuando fue apuñalado a las puertas del local Plaza Tres, en el centro de Murcia, en un ataque supuestamente guiado por los celos. Este joven, conocido en su faceta de cantante urbano como DaniMflow -cuenta con más de 100.000 seguidores-, pudo por fin declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia, que investiga el caso, tras recuperarse de las lesiones que sufrió y que le llevaron a perder «tres litros de sangre» e ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de La Arrixaca. «Me lanzó siete u ocho golpes con un pincho», explicó a la instructora. «Me lo clavó primero en el abdomen y luego en la espalda».

Los principales testigos de este brutal ataque, que sacudió la noche murciana a finales del pasado enero, comenzaron esta semana a desfilar ante la magistrada. DaniMflow relató cómo aquella madrugada se encontraba en el citado local, en el centro de la capital, y, en un momento determinado, acompañó a una chica a la puerta. «Solo la conocía de hola y adiós», aclaró. «Ella me pidió ir fuera para dejar el abrigo en el coche». En ese momento, cuando se encontraban en la puerta, se produjo un ataque que, sostiene, le pilló totalmente por sorpresa y del que aún arrastra secuelas.

El supuesto autor de esta agresión es Paco R., un ‘desokupador’ de casas de gran corpulencia, que, al parecer, había tenido un noviazgo con la chica a la que DaniMflow acompañaba. Esta joven, que declaró también esta semana ante la jueza, explicó que había cortado con el acusado un año atrás y tenían pendiente un juicio por supuestos malos tratos, con una orden de alejamiento en vigor. Reconoció, no obstante, que aquella madrugada habló con Paco por teléfono y por Whatsapp y que este, tras escuchar algo «que no le gustó», le dijo que iba a acercarse al local. Una advertencia a la que ella, sin embargo, no le dio demasiado crédito. «Para nada me esperaba que fuera», remarcó.

Un vídeo que le molestó

El testimonio de la joven no coincide completamente con el del acusado que, en su declaración ante la jueza, sostuvo que aquella noche su exnovia le envió un vídeo en el que se la veía con otro chico y que le decía que fuera al bar. «Se veía que la estaba tocando y eso me molestó», sostuvo. «Ella siempre que está borracha me sigue llamando». La versión del joven, sin embargo, se difumina cuando se le piden detalles sobre el ataque. Asegura no recordar prácticamente nada porque aquella madrugada había tomado Trankimazin, alcohol y cocaína base. Concretamente, precisó que esa noche se había metido entre pecho y espalda un potente cóctel: «tres ‘whiskies’, diez cubatas y media caja de Trankimazin». Sostuvo, además, que actualmente se encuentra en tratamiento en el Centro de Atención a Drogodependencias (CAD) de Murcia.

El abogado Raúl Noguera, que ejerce la acusación particular en representación de la víctima, hizo hincapié en que los agentes de Policía explicaron al juez que «vieron perfectamente la agresión» e, incluso, que «tuvieron que desenfundar las armas». Paco R. reconoció, ante la jueza, que aquella noche llevaba encima una navaja y una barra de hierro, pese a que tenía vigente una prohibición de portar armas. El acusado explicó que pensaba que esa limitación se ceñía a armas de fuego y que solía llevar una navaja encima en defensa propia. Su trabajo como ‘desokupador’ de casas, al parecer, le generaba de vez en cuando altercados.

«Se le entendía bien»

Uno de los policías locales que detuvieron al agresor explicó también esta semana a la jueza cómo llegaron a presenciar el ataque con sus propios ojos. «El segundo golpe que hirió al perjudicado fue muy claro», remarcó este testigo. «Le dirigió varios golpes a la víctima, al menos cuatro». En el momento del arresto, los agentes escucharon a Paco R. decir «he venido de forma rápida» y otras expresiones dirigidas a la que había sido su novia. Los municipales coincidieron al señalar ante la magistrada que el sospechoso no daba señales de estar influenciado por el consumo de alcohol y drogas. «Hablaba normal», explicó un agente. «Se le entendía bien». En esos primeros momentos el acusado explicó a los policías que venía de su casa. En ningún momento dio detalles de que se hubiese desplazado al Plaza Tres desde otro local de ocio.

Casi un mes después del brutal ataque, DaniMflow abandonaba esta semana la Ciudad de la Justicia de Murcia tras desplegar ante la jueza su versión de aquella madrugada. «Puedo andar, pero aún con bastante problemas», aseguró. «Estoy mejorando bastante, pero tienen que hacerme revisiones». El cantante urbano agradeció «de corazón» el apoyo que ha recabado estas semanas a través de las redes sociales. «Sé que será un proceso de recuperación lento», recalcó. «Lo que quiero es recuperarme y verme como estaba antes».

«Espero poder arreglar este asunto cuanto antes»

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Raúl Pardo-Geijo

El abogado penalista Raúl Pardo-Geijo Ruiz acaba de asumir la defensa del acusado de este ataque, que afronta presuntos delitos de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y amenazas, entre otros. El procesado, que ha mostrado su arrepentimiento, ingresó en prisión provisional tras declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia. Pardo-Geijo asegura que acaba de asumir la defensa del procesado y no ha podido aún acceder al contenido del procedimiento. «Aún no sé qué estrategia seguiré porque debo estudiar la causa», remarca al ser consultado por este diario. «Espero poder arreglar este asunto cuanto antes».