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Los goles visitantes en el 83′, 92′ y 96′ invalidan el gol con el que los locales se fueron mandando al descanso (1-3)
PorFELIPE FERNÁNDEZ RTVE
El Atlético de Madrid y Simeone dispusieron un once titular con nombres de tronío en liza. Se dejaba a las claras antes del arranque que no iba a tirar la competición en el césped del Príncipe Felipe.
Suyo fue el balón en los primeros minutos. El objetivo era claro, marcar pronto para no sufrir de ansiedad con el paso de los minutos. El Cacereño por su parte vivía su fiesta, aunque fuera encerrado en su campo. Las gradas, incluidas las supletorias para la ocasión, estaban llenas y cada balón que despejaran sus defensas se celebraban casi como un gol.
El público extremeño celebró con ganas la parada del portero local, Diego, al remate de Samu Lino en el mano a mano. El pase antológico lo había dado Correa, la definición del brasileño la desbarató el guardameta. Fue solo un preámbulo de la fiesta que se viviría un minuto después.
Diego y Merencio hacen soñar a toda Cáceres
Witsel era el último defensor y en un abrir y cerrar de ojos se presentaron tres jugadores del Cacereño ante el belga. Christian apuró la banda derecha y puso un centro medido al milímetro para que Merencio empujara con la punta de su bota el balón a las mallas. Se caía el Príncipe Felipe a cuenta del inesperado 1-0.
La cosa se puso más seria de lo que estaba para los visitantes. Simeone no dudó e introdujo a Julián Álvarez en el intermedio para aprovechar el buen momento de forma del delantero argentino. El damnificado fue Riquelme. Llorente y Lenglet también entraron en escena, aprovechando la ventana de cambios, en lugar de Azpilicueta y Le Normand.
Con los cambios, el Atlético no buscaba más control, ya lo tenía de manera indiscutible. Necesitaba hombres rápidos en la defensa para no cometer errores ante los contragolpes y crear oportunidades de gol. Llegarían con la acumulación de los hombres de ataque: Correa, Álvarez, Lino y Sorloth.
El cansancio hace mella en el duelo
El esfuerzo de los jugadores del equipo extremeño llegó hasta la extenuación con el fin de evitar el empate. El portero Diego no olvidará fácilmente su parada al tiro de De Paul en el 79’. Sin embargo, cuando se había remado hasta alcanzar casi la orilla, Lenglet cabecearía a las mallas el centro de De Paul para hacer enloquecer a Simeone en la banda. Para colmo de males, Jaime Sancho vería la segunda cartulina amarilla por zancadillear a Samu Lino antes de llegar al descuento.
Forzar la prórroga se antojaba una quimera por la inferioridad numérica, por el desgaste y por el bajón anímico. Rodrigo De Paul acabaría con las esperanzas locales en el minuto 92. Su disparo desde fuera del área fue desviado por un defensor y entró mansamente en la portería local.
Julián Álvarez en el minuto 96 marcaría a placer el tercer tanto para sellar el marcador final: 1-3.