Fernando López Miras, presidente del Gobierno Regional, afirma que se da un paso más tras prohibir el uso de los móviles en los centros educativos
25 MAR 2025 – 21:00

JORGE VELÁZQUEZ / PACO MARTÍNEZ
El Gobierno regional restringirá el uso de las pantallas en las aulas a partir del curso que viene a una hora al día en Primaria y dos horas en Secundaria. Es una de las medidas de la Estrategia de Digitalización Educativa de la Región de Murcia que se ha presentado este martes.
Después de prohibir el uso de los móviles en los centros educativos, el Gobierno Regional da un paso más y ahora limitará también el uso de las pantallas en las tareas de los estudiantes. Ya anunció que lo haría especialmente hasta 5º de Primaria en asignaturas como Matemáticas o Lenguaje. Pero ahora la restricción será generalizada en todos los niveles educativos, explica Fernando López Miras, presidente del Gobierno Regional.
Las tareas que los estudiantes tengan que desarrollar en casa también computarán en esos límites, que los centros podrán modificar si su plan digital lo justifica. Ese plan digital será un documento abierto para las familias. El Ejecutivo autonómico desaconseja además el uso de las tecnologías de forma pasiva y prolongada y también el uso de otras herramientas como videojuegos. La nueva estrategia se adaptará a cada nivel educativo y recibe el nombre de «libre».
Miras ha asegurado que se ha demostrado que la hiperconexión es perjudicial para los estudiantes y ha destacado que desde que se prohibieron los móviles en enero del año pasado, han descendido un 27 por ciento los expedientes abiertos por ciberacoso y un 72 por ciento los casos con evidencia de acoso.
María del Mar Sánchez Vera: «El debate sobre pantallas en el aula se ha simplificado en exceso»
Hemos querido analizar esta «nueva estrategia digital» que ha presentado el Gobierno regional hablando con María del Mar Sánchez Vera, investigadora en Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia y una de las expertas que formaron parte de la comisión que la propia Consejería de Educación constituyó el año pasado para valorar esta cuestión. Aunque las conclusiones de aquel grupo de trabajo no se han publicado (de hecho, ni siquiera se ha dado traslado de ellas a los integrantes de la comisión), lo que Sánchez Vera nos asegura es que la clave de este asunto no tiene que ver con los tiempos de exposición de los alumnos a las pantallas, sino con la necesidad de repensar el uso que los centros educativos están dando a esas herramientas. Porque el problema no es el cuánto, sino el qué. De eso, dice Sánchez Vera, es de lo que deberíamos estar debatiendo: sobre para qué se están empleando los ordenadores o las tablets en el aula. Lamentablemente, la discusión ha ido hacia la simplificación, planteando la cuestión como una elección entre pantallas sí o pantallas no, y parece que se ha impuesto la idea de que la mera exposición a un dispositivo digital es mala.
Desde luego, si nos limitamos a utilizar el ordenador como mero soporte digital para un libro de texto, estaremos desperdiciando el enorme potencial que esa herramienta puede llegar a tener. Porque lo que no puede asumirse como una verdad científica es que el uso de pantallas sea en sí mismo perjudicial. Los estudios que apuntaron a que la lectura en soporte digital planteaba algunos problemas para el desarrollo del alumno han resultado ser poco fiables en sus conclusiones y hoy en día no hay un consenso claro en la comunidad científica ni en un sentido, ni en otro. Por eso, Sánchez Vera echa en falta que la Consejería de Educación no se haya apoyado más en el conocimiento de los investigadores a la hora de diseñar esta estrategia digital.
«Limitar el uso de pantallas no resuelve el problema», afirma Isabel Maldonado
En la misma línea de los argumentos de Sánchez Vera se posiciona la presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres Juan González, Isabel Maldonado. Ella también sostiene que una apropiada regulación de los medios digitales en colegios e institutos tiene mucho más que ver con el uso que profesores y alumnos hagan de esa herramienta, que con el tiempo que destinen a utilizarla. Limitar horario, prohibir el uso, nos dice, no resuelve el problema, porque los alumnos necesitan adquirir competencias digitales para poder desenvolverse en la sociedad actual.
A Maldonado tampoco le parece razonable que el debate educativo se centre en el uso de una herramienta, cuando -a su juicio- lo verdaderamente importante es cómo resolvemos el grave problema de fracaso escolar que tenemos en esta Región.