Día Mundial de la Radio: los oídos informativos de RNE desplegados en todo el mundo

  • La radio pública celebra su día con mensajes de todos sus corresponsales repartidos por el mundo

  • Todos nos cuentan cómo se enamoraron de la radio y el motivo por el que el medio sigue y seguirá muy vivo

PorCORRESPONSALES DE RNE / ÁLVARO BRAVO DE LA GUÍA (RNE)
En la fila superior, de izquierda a derecha están: María Carou, David Vidueiro, Antonio Delgado y Laura Alonso. En la fila inferior, de izquierda a derecha están: Jordi Barcia, Guillaume Bontoux y Beatriz Domínguez.
En la fila superior, de izquierda a derecha están: María Carou, David Vidueiro, Antonio Delgado y Laura Alonso. En la fila inferior, de izquierda a derecha están: Jordi Barcia, Guillaume Bontoux y Beatriz Domínguez. RNE / Corresponsales
8 min.En el Día Mundial de la Radio aprovechamos para poner en el foco una de las grandes fortalezas de la radio pública española: sus corresponsales. RNE tiene repartidas corresponsalías fijas en Oriente Próximo, Francia, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Bruselas. Desde todos estos rincones escuchamos por sus voces cómo suenan los países en los que viven y también las claves mediante un medio que les ha encandilado y seducido desde hace muchos años.

La fiabilidad desde Oriente Próximo

«No me recuerdo otra cosa que no ser periodista y trabajar en la radio. En mi casa siempre se ha escuchado la radio y recuerdo especialmente escucharla en el coche de mi padre». Laura Alonso, corresponsal de RNE en Oriente Próximo, pide «cariño para la R de RTVE» y confiesa que siempre escuchaba los domingos el mítico programa Disco Grande de Julio Ruiz y que, como muchos de su generación, grababan el contenido para después rescatarlo una y mil veces. Esa rutinaria y familiar voz de los domingos le sorprendió: «Fue muy emocionante llegar a trabajar al mismo sitio en el que estaba una persona que llevaba escuchando años y años«.

Día Mundial de la Radio: La fiabilidad desde Oriente Próximo

Esa misma Laura Alonso es la que cuenta en RNE cómo se está desarrollando la guerra en Gaza y sus implicaciones en la zona. En el Día Mundial de la Radio felicita a todos desde Jerusalén, un lugar que no es especialmente fácil para el ejercicio del periodismo ni de la radio «con amenazas de cierre de emisoras que, por desgracia, se cumplen con demasiada frecuencia», sostiene Laura Alonso. El ex ministro de Seguridad de Israel, Ben-Gvir, poco después de llegar al cargo cerró La voz de Palestina, emisora que radiaba desde un barrio desde Jerusalén Este: «La Autoridad Palestina hizo lo mismo en Cisjordania con las oficinas de Al-Jazzera en Ramala», afirma la corresponsal.

Sobre Kan, la radio pública que podría ser la equivalente en Israel a Radio Nacional de España, pesa «permanentemente la amenaza de cierre o privatización, de hecho el ministro de Comunicaciones de Netanyahu ya lo ha intentado en diversas ocasiones», asegura.

Aún con todas las amenazas, la radio sigue y seguirá jugando un papel destacadísimo, que se ha incrementado desde que comenzó la guerra en Gaza. Laura Alonso expone que la radio más escuchada en Israel es la del Ejército: «Durante estos meses han puesto mensajes de los familiares de los rehenes y canciones dedicadas. Por lo que han contado algunos rehenes liberados sabemos que algunos de ellos han podido escuchar esos mensajes», argumenta.

Otro ejemplo es el de Radio Ajyal, que desde Ramala traslada mensajes de las familias a los presos palestinos encarcelados en Israel que con frecuencia tienen prohibido comunicarse con ellos.

La lucidez desde Francia

«La radio nos parece ahora muy trivial, pero cuando era pequeño el hecho de tener una radio en casa era tener el mundo en tu casa», cuenta Antonio Delgado, corresponsal de RNE en París. «Recuerdo que tenía uno de esos aparatos de dial antiguo con términos como Moscú, París y Londres», asegura.

Día Mundial de la Radio: La lucidez desde Francia

«Trasteando entre los ruidos de la onda media podía aparece de repente, casi de forma fantasmal, una voz hablando en inglés, francés o árabe. ¿Quién me iba a decir a mí cuarenta años después que estaría al otro lado del dial?», recuerda y añade que la radio sobrevive con su «mala salud de hierro porque es la comunicación oral pura y eso es muy difícil de matar», argumenta. Antonio Delgado enumera que casi el 70% de los franceses escuchan la radio a diario una media de casi tres horas cada día: «Hay mucho pódcast de tipo histórico y cultural aquí en Francia y algunos con audiencias incluso millonarias», explica.

El corresponsal sostiene el micrófono de RNE con la Torre Eiffel detrás. Un monumento que sobrevive gracias a la radio: «Después de la Exposición Universal en la que fue montada tenían pensado desmantelarla, pero vieron que podía servir como antena emisora de la que era por entonces una revolución tecnológica. En 1921 se emitió desde la Radio Tour Eiffel la primera emisión en Francia y más de un siglo después ahí siguen juntas», relata.

La precisión desde Italia

El lugar de nacimiento de Marconi comparte terreno con la labor de Jordi Barcia, corresponsal de RNE en Italia. «La radio me ha acompañado y me ha formado. En mi casa estaba sonando siempre. Escuchaba mucha música y programas musicales, sobre todo Radio 3 al hacerme mayor», explica sonriendo al mencionar la emisora: «Ha sido gran parte de mi formación musical en una de mis grandes pasiones. Le tenemos mucho que agradecer a la radio y a Italia», añade.

Día Mundial de la Radio en RNE: La precisión desde Italia

Jordi Barcia ha sido corresponsal primero en Londres y después en Roma, dos lugares donde la radio es esencial. «Siempre es una responsabilidad traducir los sonidos, música y voz para comprender un país tan complejo, tan excesivo y tan fascinante»: «Aquí, un 70 % de los oyentes de radio la escuchan al volante y lo hacen sobre todo con música comercial», expone Jordi Barcia. «El pódcast tiene cada vez más presencia y ha permitido renacer a la radio». «La radio no está muerta e Italia lo demuestra. Aquí nació y aquí sigue viva», añade.

La claridad desde el Reino Unido

La Casa de la Radio tiene también su hogar en Londres. Guillaume Bontoux, corresponsal de RNE, se ha acercado hasta la Broadcasting House para hablar de la radio y recordar su influencia y versatilidad: «Aprendí mucho de la radio desde que era pequeño. Cuando me fui a vivir y a estudiar a España una de mis primeras compras fue un radiodespertador que todavía conservo«, dice.

Día Mundial de la Radio en RNE: La claridad desde el Reino Unido

«A través de la radio aprendí la cultura de España, su cultura, sus idiomas, su gastronomía. Escuchaba RNE y Radio 5 Todo Noticias. También recuerdo también descifrar el tráfico y el tiempo para conocer las ciudades de España«, rememora Bontoux, que no imaginaba que años después estaría al otro lado del micrófono informando y contando historias.

Guillaume Bontoux tiene de fondo la Casa de la Radio de la BBC, el primer edificio dedicado por completo a la radio en este país, donde es una institución: «El 90 % de los adultos escucha la radio en el Reino Unido al menos una vez a la semana y la media de escucha semanal es de veinte horas», agrega desde las frías calles de Londres.

La independencia desde Estados Unidos

«Lo que más me gusta de la radio es la última hora y el momento en el que gestionas tu rutina diaria y de repente pasa algo. De repente, el presidente hiperactivo del país en el que vives hace un anuncio inesperado, o se cae un puente o hay una nominación inesperada en los Oscar», menciona Carou, que le apasiona «cualquier cosa que ocurre en el último minuto y que te obliga a cambiar el marco mental, a espabilar, a enterarte y entrar en antena a contarlo», dice la corresponsal de RNE en Estados Unidos.

Día Mundial de la Radio en RNE: La independencia desde Estados Unidos

«Ese momento me roba años de vida y, al mismo tiempo, me los da por el subidón y adrenalina que supone. También me fascina conocer a personas y sus historias, sus dramas y logros, en este caso de Estados Unidos, y trabajar en ellas, digerirlas y traducirlas para que los ciudadanos puedan entender mejor lo que ocurre en este país», explica.

«Cualquiera que escuche la radio pública española verá que hacemos el trabajo diario con honestidad, con decencia e intentando contar todas las versiones y en su contexto. Con nuestros errores, obviamente, pero haciendo un trabajo con toda la dignidad posible, algo que garantiza que la radio tiene futuro y años de vida por delante«, sentencia Carou.

La rigurosidad desde Alemania

La torre de la radio de Berlín cumple un siglo en 2026 y, separada por cientos de metros, la contempla a lo lejos Beatriz Domínguez, corresponsal de RNE en Alemania. «Aquí se escucha más la radio pública que la privada, sobre todo en el Este del país, y el pico de audiencia está entre las siete y las nueve de la mañana, sobre todo en el coche», explica.

Día Mundial de la Radio en RNE: La rigurosidad desde Alemania

En Alemania no existe como tal el concepto de radio pública centralizada. Hay nueve emisoras y se dividen por regiones: «Esto sucedía también en la República de Weimar», aunque cambió durante el nazismo por petición de Joseph Goebbels. «Después de la Segunda Guerra Mundial volvió el modelo de las nueve emisoras», asegura.

Beatriz Domínguez cumple veinte años desde que llegó a Alemania por primera vez en 2005 con EFE Radio: «Por fortuna aquí estoy dos décadas después», comenta con una sonrisa.

La transparencia desde Bruselas

David Vidueiro, corresponsal comunitario de RNE, recuerda con un paisaje nublado de fondo que de pequeño quería ser el «hombre del tiempo para contar a España cada noche por televisión si la gente tenía o no que llevar paraguas».

Día Mundial de la Radio en RNE: La transparencia desde Bruselas

Esa vida paralela no se ha cumplido y Vidueiro recuerda muchas ventajas de la radio: «Puedes entrar en directo rápidamente, y desde cualquier lugar. Una ventaja para los oyentes, porque para mí a veces es lo contrario», razona y argumenta que en ocasiones ha contado a los oyentes de RNE la última hora tirado desde el suelo «de una farmacia buscando desesperadamente un enchufe desde el que cargar mi equipo»: «Una vez me escuchasteis un sábado por la noche hablar de una reunión europea, convocada a última hora, desde la casa de un amigo donde celebrábamos su cumpleaños, pero estaba allí para contarlo y para contarlo bien«, sentencia.

La radio hace volar la imaginación del oyente y su fijación con las voces que escucha todos los días: «Un día un oyente me reconoció con solo unas palabras en alto tras entrar en un museo. También es cierto que debería hablar menos alto«, bromea, aunque se pone algo más serio cuando explica que la radio como medio de comunicación en Bélgica está igual de partida que el país: «La reforma de 1970 dividió la radiodifusión en tres empresas, una para cada comunidad lingüistica. Radio en alemán, francés y neerlandés», afirma y rescata datos que reflejan la polarización del país: «Mientras que el 70% confía en las noticias de la radio en neerlandés, el 56% de oyentes francófonos, en la otra parte del país, confía en las noticias de su radio», enumera.