La menor no era descendiente biológica de la mujer, que sí tenía su custodia
Ana Lucas 01 ABR 2025 20:56 LA OPINIÓN
Jesús J. G., el hombre de 48 años de edad que estaba en busca y captura, acusado de haber acabado con la vida de una niña de 5 años de edad, Nadia, en una casa de la pedanía murciana de Llano de Brujas, ha sido detenido en Torrevieja cerca de las once de la noche. La exnovia del sospechoso tenía la custodia de esta menor, hija biológica de su prima.
El sujeto, tras perpetrar presuntamente el crimen, había escapado. La Guardia Civil de Murcia, tras tener conocimiento de que el presunto autor de los hechos pudiera estar enTorrevieja, se ha coordinado con la Benemérita de la localidad alicantina, que ha procedido a la detención del sospechoso.

Agentes y vecinos de Llano de Brujas en el lugar del crimen, este martes / Israel Sánchez
El cadáver de la menor lo descubrieron los padres del sospechoso, que también viven en ese piso. Al escenario se movilizaron agentes de la Benemérita y de la Policía Local de Murcia, así como una ambulancia, cuyos sanitarios solo pudieron certificar el deceso, aunque intentaron reanimar a la niña (cuyo cuerpo se encontraba en uno de los dormitorios). “Está durmiendo”, llegó a decir la mujer que halló el cuerpo, “pero está echando espuma por la boca”, añadió.
En cuanto al método, el hombre habría empleado pastillas o veneno, apuntan fuentes próximas a la investigación. Habrá que esperar al resultado de la autopsia para concretar qué sustancias eran: no se descarta que fuesen drogas. Se sabe que en el dormitorio donde se encontró había vómito de la pequeña. Asimismo, fuentes cercanas a la investigación apuntaron que se encontró una tableta vacía de un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiazepinas.

L.O.
Los hechos se produjeron en el domicilio de los padres del sospechoso. La pequeña residía con su madre adoptiva en otra pedanía.
Después de cometer el crimen, el individuo llamó por teléfono a su antigua novia, Ramona, y le contó lo que había hecho. Acto seguido, colgó. Ramona entonces se desplazó a Llano de Brujas.
Fuentes cercanas al caso indicaron que no se descarta que el hombre cometiese el crimen para hacerle daño a su expareja, puesto que Jesús sospechaba que la mujer podría estar con otra persona.
«Madre mía, por qué me ha hecho esto, yo confiaba mucho en él», lloraba Ramona en el exterior de la vivienda
En manos de los investigadores hay mensajes, aportados por la madre adoptiva de la víctima, en los que el sujeto se muestra celoso y le expresa sus temores de que estuviese con otro hombre. El sospechoso, además, tendría graves problemas de adicciones a las sustancias estupefacientes.
«Era mi vida»
Mientras agentes de la Policía y la Benemérita custodiaban el portal, tras acordonar la zona, en una calle contigua, Ramona lloraba y gritaba, mientras sus allegados trataban de consolarla. “¿Por qué me ha hecho esto? Me ha quitado la vida”, clamaba la mujer. A su lado, una familiar comentaba que Jesús recogió a la niña del colegio y se la llevó a casa de sus progenitores.
“Era mi vida esta cría”, seguía llorando Ramona. “Yo confiaba mucho en él”, insistía a voz en grito, apoyada en un automóvil, mientras se preguntaba “cómo ha podido hacer este hombre esto, cómo se le ha ido la cabeza”.

Furgón funerario que ha transportado el cuerpo de la menor / Israel Sánchez
Numerosos vecinos de Llano de Brujas se agolpaban en la vía pública, junto a la calle peatonal denominada Travesía José Antonio. Los agentes movilizados a la zona llegaron a llamar la atención a algunos de ellos que estaban demasiado cerca del cordón policial.
A las nueve y media de la noche se producía el levantamiento del cuerpo de la niña. Los restos mortales de la menor fueron trasladados en un furgón hasta el Instituto de Medicina Legal de Murcia, donde le será practicada la autopsia que confirme de qué murió.
“Ya no voy a comprar más leche para ella”, se lamentaba Ramona, en el exterior de la vivienda, sujetada por dos mujeres, porque apenas se tenía en pie. “Madre mía por qué me ha hecho esto, por qué me ha quitado a mi hija, por qué”, repetía la mujer.