CROEM pide a los partidos compromiso con las demandas empresariales

La reforma de la financiación autonómica, la rebaja de la presión fiscal, la atracción de inversiones o un refuerzo en el turismo son algunas de las principales exigencias de los empresarios murcianos

CADENA SER

La patronal murciana exige diálogo y entendimiento a las distintas administraciones para solucionar los problemas de la Región, y plantea a los partidos políticos un compromiso con las demandas empresariales para seguir ganando en crecimiento económico y bienestar social.

El presidente de CROEM, José María Albarracín, ha expuesto las exigencias de los empresarios resumidas en 16 puntos, que abordan todas las cuestiones prioritarias para la Región, desde la reforma de la financiación autonómica, la rebaja de la presión fiscal, la atracción de inversiones o un plan de pago a proveedores. Pero por encima de todo, el diálogo entre todas las fuerzas políticas y todas las administraciones para que la Región pueda avanzar. Albarracín muestra su hartazgo por la confrontación entre unos y otros.

Otra de las grandes propuestas de los empresarios pasa por reforzar el turismo, con la creación de una consejería exclusiva para estas competencias y un plan estratégico con una buena dotación económica, que cifran en 50 millones de euros, según José María Albarracín, presidente de CROEM.

Consideran imprescindible seguir apostando por el Puerto de Cartagena, la zona de actividades logísticas de Cartagena y Murcia, y el proyecto de El Gorguel.

En el capítulo de infraestructuras demandan que el tercer carril de la A-7 llegue hasta Puerto Lumbreras y no se quede en Alhama, como está previsto.

El presidente de la patronal expresaba su pleno apoyo al sector agroalimentario, para el que es imprescindible el Trasvase Tajo-Segura y un Plan Hidrológico Nacional.

La patronal llevará este documento con los demandas a todos los partidos políticos y exige que se comprometan públicamente a su cumplimiento. En ese sentido, anuncia la creación de un Observatorio que vigile el grado de ejecución de las promesas y programas electorales.

Tirón de orejas también para los gobernantes por la mala gestión del Mar Menor, al haber convertido una fuente de riqueza en una fuente de conflictos que perjudica los intereses generales.