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La plataforma ha anunciado que, a partir de ahora, contratará a sus repartidores y estos dejarán de ser falsos autónomos
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Los sindicatos creen que es una «buena noticia», pero miran con recelo la medida a la espera de más detalles
PorRUTH DRAKE
¿Por qué ha sido denunciada Glovo?
La plataforma de reparto ha sido denunciada en numerosas ocasiones por delitos contra los derechos de los trabajadores, algo derivado de la contratación de falsos autónomos, y también por prácticas contrarias a la libre competencia.
Inspección de Trabajo ha sancionado varias veces a Glovo por emplear a sus repartidores como falsos autónomos y trabajadores extranjeros sin papeles. Además, la compañía también ha incumplido la ley ‘rider’ que entró en vigor en agosto de 2021. Así, algunos ejemplos son la multa del Ministerio de Trabajo por un importe de 57 millones de euros en enero de 2023 y la sanción de Inspección en enero de 2024 por incumplir la ley ‘rider’.
Además, en julio de este año, la Comisión Europea anunció que iba a abrir una investigación contra Glovo y Delivery Hero —el gigante alemán de reparto de comida que compró Glovo en 2022— por posibles prácticas contrarias a la libre competencia. De hecho, las acusaciones dentro de este ámbito también vienen del entorno privado y, otra plataforma de entregas, Just Eat, ha demandado recientemente a Glovo por competencia desleal y le reclama 295 millones por daños y perjuicios.
¿En qué consiste el nuevo modelo laboral?
En este contexto marcado por las denuncias, Glovo ha anunciado un nuevo modelo de relación laboral con sus trabajadores. Lo único que se sabe hasta ahora es lo que ha avanzado la empresa este lunes: será un nuevo esquema con el que, a partir de ahora, contratará a sus repartidores y estos, por tanto, dejarán de ser autónomos. Cabe recordar que ya había anunciado anteriormente cambios similares para ir adaptándose a la normativa laboral vigente.
Ahora, la intención de Glovo —fundada en 2014 por Óscar Pierre y Sacha Michaud— es aplicar este modelo en las más de 900 ciudades españolas donde realiza entregas, pero la compañía no ha dado más detalles sobre cómo será ni cómo lo llevará a cabo. Únicamente ha adelantado que abrirá una mesa de diálogo con los agentes sociales para abordar el proceso.
El CEO y fundador de Glovo declara en los tribunales
Además, el anuncio de este nuevo modelo se produce en un contexto en el que su CEO y fundador, Óscar Pierre, ha acudido este martes a Barcelona para declarar ante una juez como investigado en un proceso penal por un delito contra los derechos de los trabajadores. Pierre ha insistido en que esto «puede parecer una estrategia de defensa, pero es una coincidencia», y ha defendido que el anuncio del nuevo esquema laboral de Glovo se ha hecho para evitar discusiones en los tribunales y con la Inspección de Trabajo. No obstante, sigue considerando que su sistema actual es legal.
De esta manera, la empresa tiene actualmente un proceso penal abierto —en fase de instrucción— a raíz de una denuncia del Ministerio Fiscal del pasado mes de julio, que acusa a Glovo de presunta comisión de delitos relacionados con los derechos de los trabajadores, incluyendo posibles fraudes en la contratación basándose en actuaciones de la Inspección de Trabajo.
¿Qué dicen los sindicatos y ‘riders’ del nuevo modelo laboral?
En el otro lado del tablero, los sindicatos y los riders miran con recelo este movimiento de Glovo. «En principio es una buena noticia, pero también genera muchas incertidumbres. ¿Cómo nos van a contratar y con qué condiciones? ¿A quiénes sí y a quiénes no?», explica a RTVE.es Fernando García, presidente del Comité de Empresa de Glovo y coordinador de plataformas digitales de UGT.
«Es un paso imprescindible, pero el camino no acaba aquí. Hay que regular la economía de plataformas, que funcionan como el trabajo asalariado tradicional, pero con elementos tecnológicos que lo difuminan», cuenta a RTVE.es Raúl Olmos, adjunto de la Secretaría de Acción Sindical y Empleo de CC.OO. Para García, que también es rider, es un «paso positivo», pero pone el foco en cuáles serán los detalles y las condiciones de este nuevo modelo, ya que Glovo tendrá que articularlo de cero. «Es el primer paso para tener derechos laborales, pero aún queda mucha tela por cortar», asegura.
En primer lugar, con respecto a la regularización será clave contabilizar el número exacto de repartidores que tiene Glovo hoy en día. La cifra, recuerda García, no se conoce con exactitud, pero podría rondar entre 15.000 y 17.000 cuentas de riders en España. No obstante, esta cantidad podría ser mayor.
¿Por qué? Como explica, para trabajar en la plataforma es necesario tener abierta una cuenta de usuario de Glovo, pero esto no quiere decir que haya tantos trabajadores como cuentas. «Para abrirla te piden ser autónomo, pero luego esa cuenta se puede compartir con otras personas», matiza. De este modo, hay un número desconocido de trabajadores —muchos de ellos son los más vulnerables, sin papeles o en situación irregular— que usan cuentas que no son suyas para hacer sus repartos, lo que podría incrementar la cifra real de riders.
¿Cuántos repartidores pasarían a ser asalariados con este nuevo modelo? García cuenta que Trabajo ha regularizado hasta ahora las cotizaciones de 60.000 trabajadores, pero desconoce cuántas podrían producirse al aplicar el nuevo sistema porque, además, no se ha detallado cómo será. Olmos intuye, por su parte, que podría repercutir en un rango de 15.000 a 20.000 repartidores de esta plataforma, y sitúa el siguiente objetivo en hacer lo mismo con los de Uber Eats.
Por otro lado, también se tendrán que abordar otros aspectos como contabilizar la antigüedad de los riders que llevan años trabajando y fijar un convenio y un salario. Con respecto a la antigüedad, la abogada laboralista Eva Mirón ha animado a los riders afectados a reclamar de forma colectiva las cotizaciones que han estado abonando a la Seguridad Social mientras han sido falsos autónomos. «Se podrá tramitar frente al Estado, no frente a Glovo», ha aclarado.
¿Creen los sindicatos que pueda ser una realidad?
Los sindicatos tienen claro que el anuncio de este nuevo modelo laboral es algo que juega en favor de sus derechos. No obstante, muestran cierta cautela con respecto a si esto se va a convertir en una realidad y, sobre todo, en qué condiciones. «Soy muy escéptico», cuenta Olmos, que recuerda que hay soluciones a este problema que van más allá del ámbito puramente laboral, como aprobar el reglamento de extranjería y la normalización de personas que trabajan y viven en España, pero no tienen reconocido un permiso de trabajo.
García, por su parte, espera que este anuncio vaya más allá de ser una «maniobra judicial» en paralelo a la declaración del CEO de Glovo en los tribunales. «Supongo que una noticia como esta, que ha salido en todos los medios, no será 100% falsa porque sería hacer el ridículo nacional e internacional», señala García.
¿Cómo beneficiaría a los ‘riders’?
Si los repartidores de Glovo pasan a ser sus asalariados, incorporarían una serie de derechos propios de los trabajadores por cuenta ajena. Algunos ejemplos son las vacaciones pagadas, horarios más fijos y ordenados y más derechos con respecto a bajas laborales. «Llevamos muchos años peleando para tener una nómina, un contrato, vacaciones y cotización», remarca García. Y no solo eso, sino que podrían tener más seguridad económica por el hecho de tener un contrato, lo que podría beneficiarles a la hora de pedir becas o créditos al banco.
¿Qué dice el Ministerio de Trabajo?
Al poco de conocerse la decisión de Glovo, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha indicado que se trata del «movimiento afiliativo más importante de la historia de España realizado por la Inspección de Trabajo«. Díaz, que ha vuelto a recalcar la importancia de la ley ‘rider’, también ha hecho hincapié en que el cambio de modelo de Glovo es algo posible más allá de las fronteras españolas: «Si es posible en España, también para el conjunto de Europa y para el resto del mundo». Por su parte, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha abogado por seguir regulando estos modelos y supervisar los algoritmos que emplean.
¿Qué puede ocurrir a partir de ahora?
De momento, como indican los sindicatos, se mantiene cierta incertidumbre. El escenario futuro estará marcado en adelante por el impulso de dos partes: los pasos que decida dar Glovo y, por otro lado, el seguimiento y las demandas provenientes de los sindicatos y asociaciones de riders. Y no solo actuarán esos agentes, también será relevante el papel de Trabajo y las administraciones públicas.