Cartagena, Molina, Águilas, Caravaca y Lorca asumirán también sus líneas de autobús

Murcia modificará los itinerarios para mantener el servicio

Al menos media docena de municipios de la Región tendrán que asumir sus líneas de pedanías a partir del próximo 3 de diciembre, cuando la Comunidad Autónoma dejará de gestionar las rutas municipales. Además de Murcia, que perderá las líneas compartidas con los municipios vecinos, como la de Alcantarilla-Espinardo, tendrán que hacerse cargo del transporte de viajeros dentro de su término municipal los ayuntamientos de Cartagena, Molina de Segura, Águilas, Caravaca y Lorca, según indicó el portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos y de la Plataforma de Defensa del Transporte Público, Francisco José Ruipérez.

El traspaso de las competencias sobre el transporte de pedanías a los ayuntamientos, que se producirá inevitablemente en de diciembre, después de una prórroga de dos años, dejará sin parada a los vecinos de las pedanías del área metropolitana de Murcia que en este momento están utilizando las líneas de los municipios cercanos, tal y como informó La Opinión.

A partir de entonces la Comunidad solo gestionará las líneas interurbanas, con lo que trasladará a los consistorios la factura del transporte de las pedanías, que en el caso de Murcia asciende a ocho millones de euros, según explicó la concejala de Transportes, Carmen Fructuoso.

Con la nueva configuración, las líneas interurbanas no podrán recoger pasajeros en los núcleos de población de otros municipios. Esto impedirá, por ejemplo, que los vecinos de Puebla de Soto, una pedanía de Murcia pegada a Alcantarilla, puedan coger la línea 44 que desde hace décadas utilizan para viajar a la capital, porque será considerada zona «de tráfico prohibido».

El representante de la Plataforma de Defensa del Transporte Público precisó que también el Ayuntamiento de Cartagena tendrá que gestionar sus propias líneas de pedanías a partir del 3 de diciembre, al igual que Caravaca, Lorca, Águilas y Molina de Segura.

Francisco José Ruipérez considera que el reparto de competencias entre la Consejería de Fomento y los consistorios «es un despilfarro», dado que obligará a los consistorios a crear nuevas líneas para mantener el servicio en las pedanías y en los núcleos aislados que se quedarán sin parada dentro de cuatro meses. La consecuencia más directa es que se producirá un empeoramiento del servicio, al tiempo que se reducirá la frecuencia de los autobuses.

El representante de la Plataforma da por hecho que no podrán mantenerse las frecuencias actuales, que en el caso de la línea Alcantarilla-Espinardo llega a las 49 expediciones diarias.

También los usuarios de Beniel, que hasta ahora han venido utilizando la línea de Murcia que recorre las pedanías de la Huerta, pueden perder la parada que les permite tener una conexión con Murcia cada hora.

Fomento propuso a Murcia crear un consorcio

El consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, recordó ayer que su departamento llegó a firmar un protocolo con el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Murcia para constituir un consorcio municipal, pero las conversaciones con el Consistorio quedaron rotas tras la moción de censura que desbancó a José Ballesta del despacho de la Glorieta.

«En Murcia lo ideal para las pedanías sería hacer un área metropolitana, con un Consorcio de Transporte, y por ahí íbamos; de hecho, llegamos a firmar un protocolo. Hasta que llegó la moción de censura y con ella la política de confrontación», explicaba el titular de Fomento ayer en su cuenta de Twitter. Díez de Revenga apuntaba igualmente que el Ayuntamiento de Cartagena «sí ha aceptado, y estamos colaborando con ellos».

También el portavoz de la Plataforma de Defensa del Transporte Público, Francisco José Ruipérez, asegura que un municipio como Murcia, que cuenta con 460.000 habitantes y tiene un área metropolitana en la que reside cerca de la mitad de la población regional, «debería contar con una red de transporte metropolitano, como tienen todas las capitales de Andalucía».

Por su parte, la concejala de Transportes del Ayuntamiento de Murcia, Carmen Fructuoso, se lamenta de que el traspaso del transporte de pedanías complica la articulación de la red de autobuses , dado que «el 70% de los habitantes del municipio vive en pedanías», algunas de las cuales están más cerca de los municipios colindantes que de la capital. La edil ve difícil que Murcia pueda llegar a alcanzar un acuerdo con la Comunidad, dado que «el consejero y la directora general ni siquiera acudieron a la Mesa del Transporte» organizada por el Consistorio.