El Juzgado de Guardia manda a prisión provisional, comunicada y sin fianza, al individuo, de 23 años, que actuó en el ‘puente rosa’ de la ciudad portuaria

Un agente de la Policía Nacional frente a la comisaría del Cuerpo en Cartagena. / L.O.
El Juzgado de Guardia de Cartagena mandaba a prisión provisional, comunicada y sin fianza, al individuo, de 23 años, sospechoso de intentar violar a una mujer y golpear a un policía en la ciudad portuaria, indican fuentes cercanas al caso.
El sujeto pasó el sábado por la mañana a disposición del Juzgado de Instrucción, en funciones de Guardia, tras pernoctar en la Comisaría de Policía Nacional. De ahí, al penal de Sangonera, donde ingresan los reos en régimen de prisión preventiva.
El presunto agresor sexual ha sido enviado a la cárcel, además de por la gravedad de los delitos que se le imputan, porque se aprecia un riesgo de fuga: se trata de un joven extranjero que no cuenta con arraigo en la Región, por lo que se estima que podría tratar de zafarse de la acción de la Justicia, en el caso de aguardar en libertad a que salga su juicio, explican las mismas fuentes. El sospechoso se encontraba viviendo en Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Tentegorra, el conocido como ‘campamento’ del Naval.
Como adelantó este diario, los hechos se produjeron de madrugada, en una pasarela, conocida como ‘puente rosa’, que une el barrio de la Concepción con la alameda de San Antón, cuando la víctima, una joven de 28 años, fue abordada por el sospechoso, al cual no conocía de nada.
Según relataría luego la joven, el individuo la intimidó y le pidió que le entregase el móvil. Acto seguido, continúa la chica, la agarró con fuerza, la arrojó al suelo y comenzó a quitarle la ropa.
Huyó a la carrera
La víctima comenzó a gritar, para pedir auxilio, y varios viandantes acudieron en su ayuda. La presencia de estas personas que salieron a socorrer a la víctima disuadió al agresor sexual, que echó a correr y escapó a la carrera. Los presentes avisaron a la Policía.
La mujer sufrió heridas, de las cuales fue atendida en un centro sanitario, aunque no fue necesario su ingreso en el hospital. Con el parte de lesiones, denunció, horas después, a su agresor.
Agentes de la Policía Nacional localizaron, poco después, a un hombre que coincidía con las características de aquel al que estaban buscando: estaba subido en el capó de un coche, golpeándolo y discutiendo con el conductor del mismo.
El joven, ante la presencia policial, opuso una gran resistencia a la hora de ser reducido y llegó a lesionar a uno de los cuatro policías que lo arrestaron. En concreto, le fracturó un dedo. El agente tuvo que recibir asistencia médica y le vendaron la mano. El policía se vio obligado a coger la baja, y de baja sigue, debido a la gravedad de las heridas en la mano, que le imposibilitan para el día a día en su profesión de velar por la seguridad.