Buscan a la familia de un minero de La Unión fusilado en Alicante por el franquismo

A David Martínez Guillén lo mataron en 1941: tenía 42 años y pasó los dos últimos de su vida prisionero, por ser de izquierdas y estar afiliado a UGT

LA OPINIÓN

David Martínez Guillén, nacido en La Unión en 1899 era minero de profesión y fue fusilado el 9 de agosto de 1941. Tenía 42 años, era vecino de Ibi y pasó los dos últimos de su vida prisionero en Alicante, por estar afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT).

Los restos de Martínez Guillén fueron arrojados a una fosa del cementerio de la vecina provincia levantina en la que, según se ha corroborado tras su apertura, hay 14 represaliados, la mayoría procedentes de localidades alicantinas (la citada Ibi, Aspe y Callosa de Segura) y otro de Madrid, explica a LA OPINIÓN el arqueólogo Jorge García Fernández, de la empresa Drakkar Consultores y codirector de la excavación, en la que colaboran la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Aspe y la asociación Cinco Ojos.

«No sabemos absolutamente nada», admite García Fernández, para añadir que no se ha encontrado, de momento, a la familia del hombre. Una de las pistas puede estar en otra víctima: Victoriano Pomares Portugal, de UGT y miembro del Partido Comunista, encarcelado y también fusilado el mismo día que el unionense. Ambos residían en Ibi, eran compañeros en el mismo sindicato y se les detuvo y asesinó a la vez. Si se sigue el rastro de Pomares Portugal, quizás aparezca el de Martínez Guillén.

Para saber algo más del minero, «hemos contactado con la asociación de Memoria Histórica de Cartagena», sin éxito, por el momento, apunta el codirector de la excavación.

Del unionense se sabe que un Consejo de Guerra, celebrado en Alicante en mayo del 41, le condenó a la pena capital «por adhesión a la rebelión». Según la sentencia, era un destacado miembro de izquierdas antes del Golpe de Estado del 36. Además, era miliciano armado, intervino en detenciones y estaba de guardia (al igual que su compañero Pomares Portugal) en la cárcel de La Escoleta «cuando fueron sacados tres presos que fueron asesinados, sin que él opusiera resistencia».

Han contactado con la asociación de Memoria Histórica de Cartagena, sin éxito, de momento

En concreto, David Martínez Guillén estuvo prisionero en el reformatorio de adultos de Alicante, ubicado donde ahora están los juzgados de la ciudad. Los mataron en un cuartel militar que aún existe y, ya muertos, los trasladaron al camposanto. A David y a Victoriano los asesinaron el mismo día que a otros dos hombres: Leonardo Rioja y Francisco Mora.

De los 14 cadáveres, hay ocho ya con nombre y apellidos: los que eran de Aspe. La idea es tomar muestras de ADN y tratar de encontrar a los parientes de todos ellos. Los cuerpos que no sean identificados, «se quedan en custodia, la Generalitat se hará cargo de ellos», precisa el arqueólogo.

Doce de los cuerpos que han sacado están enterrados en cajas de madera de pino. Se cree que el esqueleto del unionense es de los primeros que han sido desenterrados, pues él y sus tres compañeros fueron fusilados en agosto, mientras que el resto de ocupantes de la fosa murieron antes.

A Carmen, natural de Callosa de Segura, la mataron con apenas 20 años, acusada del asesinato de un guardia

Martínez Guillén no es el único murciano del cual se busca a sus descendientes. El Foro por la Memoria Histórica de Ibiza y Formentera iniciaba recientemente una campaña para localizar a los familiares de los once murcianos republicanos que expiraron en la colonia penitenciaria de La Savina, en Formentera, entre 1940 y 1942, y después fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de San Francisco Javier.

Sus nombres eran Francisco Pastor García, Joaquín Guijarro Villegas, José Gil de Cara, Juan Antonio Sánchez Tudela, Juan Balanza Martínez, José Ferrer Martínez, Juan Saura Martínez, Antonio Roca Pérez, José Sánchez Martínez, Juan Gómez Sánchez y Francisco Solano Vera.

Carmen, asesinada tras dar a luz

Jorge García Fernández manifiesta a LA OPINIÓN que en la fosa en la que fue sepultado el unionense también encontró la muerte una mujer, de nombre Carmen, que se encontraba embarazada en el momento de ser sentenciada, aunque no la llevaron al paredón hasta que dio a luz y amamantó durante un tiempo a su bebé.

El caso recuerda al del personaje de Tensi en la novela La voz dormida, de Dulce Chacón, llevada al cine por el director Benito Zambrano. Tensi está prisionera en la madrileña cárcel de mujeres de las Ventas y sabe que no la matarán hasta que nazca su hija. La mujer es finalmente fusilada y la niña entregada a su hermana.

En la vida real, la hija que tuvo Carmen fue llevada con su esposo, un hombre que no estaba siendo perseguido por el franquismo.

Ahora, los restos de Carmen se han encontrado en la misma fosa común del cementerio de Alicante donde yace el unionense David Martínez Guillén. Y ambos tienen algo en común: no aparecen sus parientes. «No tenemos a la familia de Carmen», comenta el arqueólogo, que añade que un historiador llegó a contactar con el cuñado de esta mujer, pero en estos momentos se le ha perdido la pista. A Carmen, una joven de Callosa de apenas 20 años, la mataron en 1941, el mismo año que al minero. Estaba acusada del asesinato de un guardia municipal.