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Gestiona los más de 45.000 km de alta tensión que recorren España y es el único operador y transportista de la energía
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Se encarga de garantizar el suministro de energía, prevenir fallos y restablecer el sistema cuando hay apagones y caídas
PorROCÍO GIL GRANDE RTVE

Red Eléctrica Española (REE) nació en 1985 como la primera compañía dedicada en exclusiva a la operación del sistema eléctrico y al transporte de energía eléctrica. Fue pública hasta 1999, cuando el gobierno de José María Aznar inició un proceso de privatización por el que, actualmente, el Estado solo controla el 20% de REE a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Para explicarlo de forma simple, REE gestiona la red de alta tensión que opera por todo el país, y que se puede ver en las torres y los cables de alta tensión cerca de las carreteras. Pero no controla ni los puntos de generación de energía (nuclear, solar, eólica o hidráulica) dispuestos en el país ni tampoco la distribución directa a los consumidores, que dependen de otras empresas como Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y Repsol.
Precisamente, Red Eléctrica Española ha descartado tras un informe preliminar que haya sufrido un ciberataque específicamente en sus instalaciones, sin hablar de la posibilidad de un ataque en la totalidad del sistema eléctrico español. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha encargado un informe independiente en el Gobierno y también a Bruselas para esclarecer lo ocurrido y ha avisado de que exigirá responsabilidades a los “operadores privados” si se diera el caso. Para ello, ha reclamado datos no solo de REE sino también de las empresas generadoras de energía. Y la Audiencia Nacional ha abierto por su parte una investigación para determinar si la causa fue un sabotaje informático.
Una red de más de 45.000 kilómetros de alta tensión
La propia presidenta de REE, la exministra de vivienda Beatriz Corredor, ha comparado en una entrevista en TVE el sistema eléctrico con un cuerpo humano, en el que Red Eléctrica “vendría siendo el cerebro y la columna vertebral”, como operador y transportista único de la energía. Los generadores eléctricos de todo tipo de tecnologías “son el corazón del sistema”, aportando electricidad. Los distribuidores, que llevan la energía hacia los consumidores, “serían los brazos y piernas”. Por último, “los comercializadores serían los dedos que llegan al consumidor final”.
La principal función de Red Eléctrica es conectar las centrales de generación de energía (nucleares, hidroeléctricas, solares…) que hay por todo el territorio con los puntos de distribución y los grandes consumidores, además de unir el sistema eléctrico español con los sistemas de los países vecinos.
Para ello, cuenta con una red de transporte “mallada y segura” de más de 45.000 kilómetros de circuitos de líneas de alta tensión. La red funciona mayoritariamente a 400 o a 200 kilovoltios en la Península y su desarrollo depende de la planificación del Estado junto a las comunidades autónomas.
Además, dispone de más de 700 subestaciones que forman los ‘nudos’ de la red: son puntos donde los generadores y distribuidores de energía inyectan o extraen energía. Y también, cuenta con 225 transformadores que posibilitan el flujo de potencia entre diferentes niveles de tensión.
“El operador del sistema (REE) es neutral e independiente y, por ley, tiene la obligación de garantizar el suministro eléctrico sin que el precio del megavatio/hora suponga ningún incremento en nuestra cuenta de resultados”, ha explicado la presidenta de Red Eléctrica.
Un sistema de control que ejerce de ‘moderador’ de la energía
REE cuenta con un Centro de Control Eléctrico (Cecoel) ubicado en Madrid, que es el responsable de la operación y supervisión coordinada en tiempo real de las instalaciones de generación y de transporte del sistema eléctrico nacional “con el fin de mantener el constante equilibrio entre la energía que se necesita y se produce”, según explica la empresa en su página web. Para ello, recibe, analiza y procesa cerca de 240.000 datos en cada instante. Aparte, dispone de otros centros de control en Baleares y Canarias.
El centro de control no descansa: funciona las 24 horas al día, los 365 días del año. “Nosotros operamos con unos parámetros de seguridad que se cumplen estrictamente y con unos protocolos de seguridad determinados por el Gobierno y la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) y los organismos reguladores internacionales”, ha expuesto Corredor.
Nuestro punto débil: el aislamiento energético
Una cuestión clave del apagón histórico del pasado lunes es que se produjo en la Península Ibérica (incluido Portugal), no en Canarias, Baleares, Ceuta o Melilla. Además, los puntos más cercanos a Francia fueron de los primeros en restablecer la energía. Y todo esto tiene una explicación, y es el aislamiento energético.
En España no hay un único sistema eléctrico, sino una decena, pero el sistema peninsular es el de mayor tamaño y por el que pasa el mayor volumen de energía eléctrica: más de 200 GW al año.
Este sistema, que supone cerca del 94% de la demanda de energía eléctrica en España, está interconectado con los países vecinos: Francia, Portugal, Andorra y Marruecos.
España solo tiene un 2% de interconexión de la península ibérica con el resto de la Europa continental, a través de Francia, cuando el Consejo Europeo estableció como objetivo a los países de la UE alcanzar un nivel de interconexión de, al menos, el 10% en 2025 y el 15% en 2030 con el resto de la Unión Europea.
Tras el apagón, Red Eléctrica puso en marcha el reinicio del sistema, apoyándose precisamente en las importaciones de energía a través de las interconexiones con Francia y Marruecos, así como en la energía hidroeléctrica, que por su carácter autónomo no necesita ningún otro suministro.
Desde Red Eléctrica aseguran que están impulsando nuevas interconexiones que permitan incrementar el nivel de intercambio de energía y lograr “un sistema más eficiente, robusto y descarbonizado”.
Desplome y recuperación del sistema: «En Red Eléctrica no falló nada»
Red Eléctrica fue la responsable de restablecer el sistema entre la tarde del lunes y la madrugada del martes. El desplome se produjo en apenas cinco segundos, a las 12.33 del lunes, tras «dos desconexiones masivas de generación» eléctrica, ha explicado Corredor. En esos segundos desaparecieron súbitamente 15 gigavatios de generación, lo que equivale al 60% de la demanda eléctrica de toda España en ese momento. Cada desconexión supuso que se alteraran los parámetros esenciales de equilibrio del sistema. Tras la primera, «el sistema, con las herramientas automáticas que tiene, fue capaz de reponerse», pero no tras la segunda desconexión, ha explicado: «Como consecuencia de ello, la interconexión con Francia se desconectó».
«En total, en cinco segundos se desconectó suficiente generación como para que todos los mecanismos de seguridad de los que disponen la normativa europea y española no pudieran soportar esa pérdida tan brusca de generación», lo que llevó a la Península a un «cero energético», ha proseguido.
Sin embargo, Corredor ha querido dejar claro, también en una entrevista en la Cadena Ser, que en Red Eléctrica «no falló nada» y que, gracias a eso, el sistema pudo ser repuesto «tan rápidamente». Y es que, pese a que el sistema no se restableció por completo hasta las 04.00 de la mañana, es un tiempo muy inferior, ha recordado, a la recuperación de incidentes similares «en Alemania, Italia, EE.UU. o Chile», que tardaron en reponerse «dos, tres o cinco días».
«Tenemos el sistema eléctrico mejor y más resiliente», ha subrayado. Y ha puesto en valor «el equipo técnico gigantesco» de Red Eléctrica, que lograron «una proeza que no se había experimentado nunca«: «Los mejores cerebros están en esta casa».
Respecto a la investigación del Gobierno, ha prometido «total transparencia» ya que los datos de la compañía «son públicos». Corredor ha dicho que Red Eléctrica tiene «más o menos localizada» la causa del apagón, pero ha pedido datos a los 35 centros de control de la red de distribución eléctrica, que reciben la información de las centrales de generación. Y ha detallado que tienen que manejar millones de datos, ya que reciben señales «cada milisegundo» y que, por ello, las causas no se podrán conocer hasta que no se analicen.
Por último, la presidenta de REE, que no se plantea dimitir por lo ocurrido, ha asegurado que «a día de hoy no va a volver a ocurrir» un apagón similar al lunes, aunque ha admitido que el riesgo cero «no existe». «Hemos aprendido, tenemos todas las medidas de seguridad planteadas para evitarlo», ha defendido.