Así fue el ‘incidente’ del aeropuerto de Tenerife Norte entre dos aviones

Un controlador aéreo que trabajaba en la torre de control el día de los hechos ofrece un relato de lo sucedido a El Debate

Miguel Ruiz de Arcaute
Todas las alarmas saltaron en la tarde del pasado sábado cuando fuentes de Aena confirmaron a la Agencia Efe que dos aviones habían evitado en el último momento una colisión aérea en el aeropuerto de Tenerife Norte, donde un terrible accidente ocurrido a causa de las condiciones climatológicas se cobró la vida de 583 personas el 27 de marzo de 1977.
El ‘incidente’ del sábado atrajo inmediatamente la atención de los medios, que no dudaron en hacerse eco de una situación que se enmarca, sin embargo, «dentro de la normalidad en este tipo de maniobras». Así lo asegura en declaraciones a El Debate Ramón Ignacio Fernández, controlador aéreo que se encontraba en la torre de control del aeropuerto en el momento de los hechos.
«Se ha hecho un revuelo de algo que en realidad no puede ser siquiera considerado un incidente de seguridad», apunta Fernández. Las fuentes citadas por Efe afirmaron que el avión que se disponía a aterrizar, un AirEuropa procedente de Madrid, consideró que no contaba con tiempo suficiente para hacerlo por la inminencia de otra aeronave que procedía a despegar, por lo que decidió demorar su maniobra.
Gráfico que describe el incidente

Gráfico que describe el incidenteJJGK

 

Sin embargo, la versión ofrecida por el controlador traza un relato distinto al que trascendió en un primer momento. Según Fernández, el comandante del equipo de AirEuropa decidió, por motivos que se desconocen –el experto apunta que el abanico de razones es diverso y suele ir desde falta de condiciones propicias a no llevar una velocidad adecuada–, notificar lo que en términos aéreos es conocido como un ‘go around’, esto es, abortar el aterrizaje, ganar otra vez altura y dar un rodeo hasta que la arribada resulte de nuevo posible.
Ante este aviso, el avión que se disponía a despegar, un Iberia también con destino a Madrid, recibió la orden de la torre de control de abortar la salida, ya que en caso de haber echado el vuelo el riesgo de colisión habría sido total.
«Lo llamativo del caso –matiza Fernández– fue la frenada del Iberia, dado que al calentársele los frenos no pudo parar en las condiciones que habría deseado y se terminó quedando a un tercio del final de pista».
Tras salir de pista y ser asistido por el equipo técnico del aeropuerto, el avión volvió a despegar poco después de que la aeronave de AirEuropa tomara tierra unos 20 minutos después del primer intento.