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La reina Letizia ha inaugurado la feria que cierra en su primera tarde debido a las altas temperaturas
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Editoriales pequeñas comparten recursos para hacerse un hueco y ganar visibilidad
PorCristina Pérez RTVE
La reina Letizia ha empezado por la caseta 127, la del Ministerio de Cultura, en la que ha recibido varios ejemplares y la bolsa de tela oficial de la feria. Al final del recorrido, se lleva al Palacio de la Zarzuela una veintena de libros.
Pese al despliegue del cordón de seguridad, su majestad se ha mostrado cercana y se ha fotografiado con una madre y un niño recién nacido, varios escolares y algunos espontáneos afortunados y audaces.
Improvisando
Aparte de las visitas previstas, la reina se ha salido del guion y se ha interesado por el libro de un escritor argentino, invitado en El ojo crítico de RNE. Ha mostrado su perplejidad ante un «artefacto» de Esteban Feune de Colombi, un diario de diarios con «entradas escritas por personas distintas en cualquier idioma, época y lugar».
La expectación que generaba la reina era palpable, con una multitud armada de teléfonos móviles para intentar captar una imagen de Doña Letizia con un vestido blanco serigrafiado con flores dibujadas en negro, pero aunque parezca increíble había alguien que no la reconocía.
En el pabellón de Indómitas, las editoriales independientes, la reina se ha dirigido a la encargada de una editorial noruega, que le ha contestado: «Lo siento, no hablo español«. RTVE.es le ha informado de su identidad y con sinceridad e inconsciencia nórdica ha dicho: «Pensaba que la reina era más vieja».
Un libro cartonero
Doña Letizia ha dirigido su atención al puesto contiguo, de la editorial chilena Meninas Cartoneras, y su responsable, Carolina Espinoza, le ha obsequiado con un ejemplar único, confeccionado a mano, de Hable con ellas, libro en el que conversan Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, escritoras centenarias a las que homenajea la feria.
Autores, editores, libreros, escritores, grandes y pequeños lectores deambulan por el Paseo de Coches. Entre el público había varias visitas organizadas de estudiantes, como el colegio Vega Sur de San Martín de la Vega, el Carlos Cano de Fuenlabrada o el IES La Fortuna de Leganés.
Reinas lectoras
Algunos visitantes han caminado por el parque y han podido apreciar que este año incluso las figuras de piedra leen. La estatua de Doña Urraca, la primera reina de pleno derecho en Europa, tiene en su regazo una reproducción de Victoria, el último Premio Planeta, un título muy adecuado para la emperatriz de España en los albores del siglo XII.
Este escaparate de la industria editorial en España mira hacia la ciudad de los rascacielos bajo el lema Nueva York ilumina la feria. Una urbe cosmopolita en la que casi uno de cada tres habitantes tienen al español como lengua materna.
La FLM rinde homenaje a escritores conectados con la gran manzana, Lorca y su Poeta en Nueva York, Carmen Martín Gaite y su Caperucita en Manhattan, Paul Auster y su Trilogía de Nueva York o el Nobel Vargas Llosa que tenía un apartamento en Manhattan con vistas a Central Park y el río Hudson.
Defensa del español
Con el español desterrado de la Casa Blanca y las amenazas de Donald Trump de cancelar visados a estudiantes y deportar a migrantes, la charla inaugural de la feria fija una postura clara: «Estados Unidos Hispanos: una defensa del español» y corre a cargo de Eduardo Lago, Carmen Boullosa y María Negroni.
Además de libros, fundaciones bancarias, entidades sociales, enseñas de restauración y plataformas audiovisuales tienen su hueco en la Feria. Netflix aprovecha para promocionar sus próximos estrenos basados en los libros de Arturo Pérez-Reverte, El problema final, Javier Castillo, El cuco de cristal o El niño de Fernando Aramburu.
Filmin invita a descubrir las películas favoritas de plumas como la de Dolores Redondo (El club de los poetas muertos), Sara Mesa (Una jornada particular) o María Dueñas (Historias de Filadelfia).
Un reto solidario
Punto de encuentro de lectores hasta al 15 de junio, la FLM también alberga un reto solidario. Uno de los escritores más madrugadores, Marcos Chicot, estaba desde las nueve de la mañana colocando libros y mientras firmaba ejemplares explicaba que por cada libro firmado dona un euro a fundaciones para personas con discapacidad.
Su objetivo es superar una recaudación de 2.000 euros. Desde que nació su hija Lucía con síndrome de Down, Chicot destina un 10% de las ganancias de sus novelas a proyectos para personas con discapacidad.
Frente a los agoreros que pronosticaban el fin del papel y la hegemonía del e-book, la feria sigue demostrando el amor por los libros como objetos y también la pervivencia de revistas míticas.
En la caseta de la Asociación de Revistas Culturales de España, se siguen asomando las portadas de la Revista de Occidente, fundada en 1923 por Ortega y Gasset, Litoral, nacida con el impulso de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, o Ínsula, la revista más difundida del hispanismo literario.
Alerta meteorológica
El inicio de la Feria del Libro tiene que lidiar contra los elementos, el Ayuntamiento ha emitido una alerta meteorológica por rachas de viento de 55 kilómetros por hora y temperaturas extremas y cerrará el Retiro y otros ocho parques históricos a partir de las seis de la tarde.
Se espera que la FLM pueda reabrir sus puertas el sábado, día en el que visita la feria, la escritora neoyorquina, nacida en el Bronx, Vivian Gornick. Está previsto que hable con Marta Sanz en los Jardines de Cecilio Rodríguez.
Otros autores internacionales que desfilarán por el Retiro son el suizo Joel Dicker, con su última novela La muy catastrófica visita al zoo o la estadounidense Rebecca Solnit, reconocida ensayista, autora de Los hombres me explican cosas y Wanderlust.