Uno de los momentos más sobrecogedores de la Semana Santa de Archena se vive tras los Santos Oficios, a las puertas de la Iglesia de San Juan Bautista.

El Santísimo Cristo del Monte Calvario, una impresionante talla del escultor archenero Enrique Salas, es desenclavado de la Cruz ante la mirada de San Juan Evangelista y la Virgen de los Dolores.

Un acto cargado de fe y emoción, antes de ser colocado en la cama para procesionar esta noche.