Tras la fallida investidura en primera votación del presidente López Miras en julio de 2023 los de Abascal pactaban sobre la bocina con los populares en septiembre un acuerdo de gobernabilidad
Las urnas dejaban en los últimos comicios autonómicos en la Región el 28 de mayo del año pasado un escenario abierto en el arco parlamentario autonómico, en el que el Partido Popular con 21 escaños, quedaba como claro ganador de las elecciones, aunque sin mayoría para conformar gobierno. La gobernabilidad en la Región de Murcia pasaba por el entendimiento entre las dos fuerzas políticas con más afinidades, PP y VOX, que con sus 9 diputados tenía la llave para que la décima legislatura echara a andar.
La inédita coalición entre Partido Popular y Vox tardó en fraguarse tras un verano de desencuentros, y una primera votación de López Miras como candidato a la presidencia que, en primera votación no consiguió la mayoría absoluta necesaria para ser investido.
En medio de un escenario de negociaciones nacionales, donde los gobiernos autonómicos de Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón también dependían de un pacto entre los de Feijóo y Abascal.
La Región de Murcia quedó para el final, casi con el plazo agotado de los dos meses correspondientes a los que obliga la legislación para que Fernando López Miras pudiera someterse a una segunda votación de investidura.
Tras dejar correr el calendario, José Ángel Antelo y Fernando López Miras anunciaban un pacto de gobernabilidad el día 5 de septiembre, a dos días de la disolución del Parlamento, que esta vez sí, permitiría al candidato popular salir de la Asamblea Regional como presidente, en segunda votación por mayoría simple.
No fue fácil la negociación del reparto de competencias, aunque finalmente los de Abascal arrancaron la vicepresidencia y consejería de Interior, Emergencias y Ordenación del Territorio y la cartera de Fomento.
José Manuel Pancorbo, titular de ésta última, y Jose Ángel Antelo, vicepresidente regional y máximo responsable de VOX en la Región de Murcia, abandonarán el Gobierno regional, diez meses después de tomar posesión e incorporarse al Consejo de Gobierno.
Su salida deja un gobierno en minoría del PP que tendrá que reubicar competencias entre las consejerías que ocupan los cargos populares, o nombrar a nuevos consejeros para continuar en los tres años que restan de legislatura.
Lo que, de momento, continuará intacto, son los acuerdos de gobierno alcanzados entre PP y VOX en los municipios donde ambas fuerzas políticas lograron pactos de gobernabilidad. Es el caso de Cartagena, Lorca, Molina de Segura, Yecla, Las Torres de Cotillas, Alhama de Murcia, La Unión y Puerto Lumbreras.