Los hosteleros y restauradores de la comarca del Noroeste perciben mejores sensaciones que en la pasada Semana Santa

En el interior de la Región de Murcia, los alojamientos rurales rozan el lleno para la Semana Santa. En los hoteles, la alegría de los gerentes es más limitada porque la ocupación apenas llega al 60%. Excepto cancelaciones de última hora se encuentran casi al 100%. Ha habido una tendencia de alta ocupación para los dos fines de semana, algo que no sucedía en los últimos años, que se centraba más en el puente desde Jueves Santo a Domingo de Resurrección, según relata a Onda Regional, José Fernando García, responsable de Villa Inazares.
Los hoteles en el municipio de Caravaca de la Cruz están al 60%, una ocupación levemente superior a la de los últimos años. Antonio de Gea, el presidente de Hodeca, explica que «pasado Reyes la gente ya estaba reservando para el fin de semana de Semana Santa» y añade que «no nos quedan casas y a otros compañeros del sector les pasa lo mismo».
Por último, la restauración está rozando el lleno y los establecimientos redoblan esfuerzos de personal para doblar turnos de comidas. En el caso de Caravaca de la Cruz, la Semana Santa de este año está inmersa en las festividades previas a su Semana Grande que comenzará el 30 de abril. José Martínez, propietario de Casa Uribe en pleno museo de la Fiesta, señala que «están casi a tope aunque es una pena por el tiempo que nos está apretando» pero es optimista y dice que «iremos jugando» con ese escenario.
Además del patrimonio natural y gastronómico, la comarca del Noroeste centra el foco esta semana santa en la Exaltación del Tambor en el municipio de Moratalla.
En Cartagena, sin reservas en restaurantes
La hostelería de Cartagena en Semana Santa espera una ocupación por encima del ochenta por ciento. Para los días más señalados ya resulta casi imposible reservar una mesa en un restaurante. El presidente de Hostecar, José Luis Gestoso, celebra las buenas previsiones para esta Semana Santa que sólo se pueden ver perjudicadas si aparece la lluvia. Explica que muchos locales ya tienen completo el libro de reservas para el Jueves y el Viernes Santo.
En la portuaria se ha sorteado una polémica que prometía polvareda.: una fila de sillas para separar las terrazas del paso de las procesiones. Es una medida que pretendía implantar la junta de cofradías de Cartagena para intentar evitar las molestias que puedan ocasionar quienes están cenando mientras ven una procesión. Esta medida, al final, se aplica de forma parcial porque no todos los hosteleros han estado de acuerdo.
El Ayuntamiento optó por una solución intermedia: el espacio de las terrazas se mantiene intocable, pero a cambio se han instalado más filas de sillas donde sea posible. Aún así, algunos hosteleros si han accedido a colocar esa fila de sillas delante de sus terrazas. Gestoso defiende que les corresponde a ellos explotar ese lugar privilegiado. Es una postura que entienden desde la Junta de Cofradías, que además saben que allí donde se ha autorizado una terraza no se puede retirar para colocar sillas.
Además para evitar interrupciones el Ayuntamiento permitirá, siempre que sea posible, que los locales coloquen sus terrazas en los laterales de las fachadas y no enfrente.