Administración de Empresas (ADE) es la media naranja de casi todas las carreras: 1 de cada 7 dobles grados la incluyen

  • Las dobles titulaciones con ADE buscan formar a profesionales híbridos muy demandados

  • Gastronomía, Sociología o Traducción e Interpretación son algunas de sus parejas más sorprendentes

ADE es la media naranja más popular de los dobles grados
Un estudiante universitario busca libros en la biblioteca GETTY
Inés Modrón   RTVE

En pleno periodo de matriculaciones universitarias, hay estudiantes que aún dudan sobre qué camino emprender. Si antes el consejo para muchos indecisos era «haz Derecho, que vale para todo», hoy hay un nuevo favorito. Versátil, transversal y con salidas en casi cualquier sector, Administración y Dirección de Empresas (ADE) se ha convertido en la media naranja de prácticamente todas las disciplinas.

El grado en Administración y Dirección de Empresas forma a los futuros gestores del ámbito empresarial, con un plan de estudios que incluye contabilidad, finanzas, marketing, derecho mercantil y recursos humanos. La economía es una parte importante de su formación, pero se combina con el análisis de mercados, la comprensión del funcionamiento de las organizaciones y el liderazgo de equipos en compañías de cualquier sector y tamaño.

ADE combina bien: telecomunicaciones, traducción, turismo, psicología y la lista sigue. Su capacidad para mezclarse con carreras de ramas muy distintas ha hecho que uno de cada siete dobles grados que se ofertan en España la incluya. En total, es posible estudiar una combinación con ADE en 64 universidades. La Universidad Rey Juan Carlos lidera el ranking con 10 programas distintos, Le siguen la Universidad Alfonso X el Sabio y la Universidad Loyola Andalucía, con siete cada una.

Derecho y ADE: el matrimonio más tradicional

En el listado de los dobles grados, hay una pareja que no pasa de moda. Derecho y ADE forman el tándem más consolidado del panorama universitario. Desde hace años, esta combinación agota las plazas en múltiples universidades de España, por encima de otros clásicos, como Educación Infantil con Educación Primaria y Comunicación Audiovisual con Periodismo.

Aunque es la más popular, no es la única mezcla posible. Ingeniería Informática, Economía, Relaciones Internacionales o Turismo también figuran entre sus compañeras más frecuentes. Otras combinaciones resultan más sorprendentes, como Gastronomía, Sociología o Traducción e Interpretación.

La mayoría de estas dobles titulaciones no parecen ser una opción de última hora. Muchas de ellas están entre las más codiciadas y no solo se llenan, sino que lo hacen con notas de corte muy elevadas, que superan el 12 incluso llegan a un 13’3 sobre 14, como ADE y Matemáticas en la Universitat Politécnica de Valéncia.

 

Un ingeniero con mirada empresarial

Felipe Meneses no quiso elegir entre su pasión por la tecnología y su curiosidad por el mundo de los negocios. Por eso apostó por ITT-ADE, el doble grado que combina Ingeniería de Telecomunicaciones y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Valladolid, una fórmula que ofrecen nueve centros en toda España.

«Siempre me han gustado las ciencias tecnológicas, pero cuando descubrí que podía complementarlo con ADE, vi una oportunidad«, cuenta. Y no le ha decepcionado. Para Felipe, los dos eslabones de esta unión «se complementan muy bien». La perspectiva empresarial, defiende, le ha aportado herramientas para abordar los problemas desde un ángulo distinto al estrictamente técnico.

 

«Aprendes a pensar en términos de estrategia, economía, derecho mercantil y otros ámbitos muy útiles, sobre todo en el sector privado, aunque también en el público si lo combinas con otras ramas», explica el doble graduado. En un mercado laboral muy competitivo, cree que su perfil híbrido le aporta un valor diferencial que las empresas valoran a la hora de buscar empleados.

Reconoce que el camino no ha sido sencillo, porque «hay que sacrificar mucho más tiempo y esfuerzo» que con una sola carrera, pero «merece la pena si eres una persona curiosa y tienes la oportunidad de formarte en dos ámbitos que te interesan».

ADE con Traducción e Interpretación, un tándem pionero

Una opción bastante menos típica es la que combina ADE con Traducción e Interpretación, una rareza que solo ofrece la Universidad de Salamanca, con apenas diez plazas por curso. La semilla de esta doble titulación la plantó, en gran parte, Ignacio Requejo, ahora profesor de ADE y uno de sus coordinadores, que en su día cursó ambas carreras por separado, cuando aún no existía la posibilidad de unirlas. «En un mundo globalizado, donde las empresas compiten en todos los rincones del planeta, tener formación empresarial y un alto dominio de idiomas es un valor diferencial», señala.

Pero, como insiste su compañera coordinadora del doble grado, Goedele De Sterck, no se trata solo de formar a políglotas: «No solo traducimos palabras, también traducimos culturas«. En un contexto en el que lo local reclama su espacio frente a la homogeneización global, «el papel de los mediadores culturales es clave» porque cada vez más consumidores «prefieren que las marcas hablen su idioma y entiendan su contexto».

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El doble grado promete también una formación pensada para los retos del comercio exterior, la diplomacia, la consultoría internacional o incluso la creación de empresas de servicios lingüísticos. Los profesores defienden que ADE aporta una base muy sólida de conocimientos sobre gestión que encaja en multitud de sectores, como la industria, la cultura o las instituciones públicas. «La transversalidad de ADE permite adaptar la formación a distintos perfiles profesionales», resume Requejo. Además, su carácter eminentemente cualitativo hace que sea más accesible que otras opciones como Económicas.

Combinar ambas disciplinas ha sido, según los coordinadores, todo un éxito. ADE entrena el pensamiento estratégico y aporta dominio sobre multitud de materias. Traducción e Interpretación pule la expresión oral y escrita, además de permitirles comprender los matices culturales. El resultado es un perfil híbrido, muy demandado por las empresas.