La estructura fue demolida poco a poco, debido a razones técnicas: no se podía echar abajo de golpe
LA OPINIÓN
Cerca de cuatro meses ha sido el tiempo que ha llevado derribar el edificio Lagomar, en La Manga, un hotel que nunca llegó a finalizarse en el Mar Menor y que comenzó a demolerse en noviembre del pasado año.
A lo largo de estos casi 120 días, el derribo, que ha concluido este viernes, se ha efectuado poco a poco, en lugar de proceder de inmediato, debido a razones técnicas: no se puede echar abajo el edificio de golpe, por motivos de seguridad, indicaron desde el Consistorio.
La escena de la grúa gigantesca tirando al suelo cuidadosamente el escombro que dejaba el edificio se había vuelto habitual para los vecinos de la zona, que ahora solo presencian un imponente solar.
Tal y como explicó el Ayuntamiento cuando arrancaron los trabajos, la idea era que comenzasen de fuera hacia dentro y de arriba a abajo, iniciándose por la alas del edificio: primero la torre sur, después la norte y la oeste, que es la más expuesta, la última.
El escombro generado, que se estima en más de 85.000 metros cúbicos se clasificará y buena parte se utilizará para rellenar toda la huella del edificio, dejando una explanada de unos 20.000 metros cuadrados, totalmente limpio, calificado como de uso hotelero.