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Permanecerá en la cárcel La Santé de París, que ya ha albergado a notables dictadores y líderes revolucionarios
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El exmandatario, que ha apelado la sentencia, deberá permanecer entre rejas mientras esta resuelve
El expresidente francés, Nicolás Sarkozy, se ha convertido en el primer mandatario galo en entrar en prisión; una condena de cinco años (de los siete que pedía la fiscalía) tras ser declarado culpable de conspiración para recaudar fondos con fines electorales desde Libia. El exmandatario, que ha recurrido la sentencia, deberá permanecer entre rejas mientras esta se resuelve. Asimismo, su abogado ha registrado una petición para su puesta en libertad.
La pena judicial ha puesto fin a años de batallas legales por las acusaciones de que su campaña de 2007 recibió millones de dólares en efectivo del líder libio Muamar el Gadafi. Días antes de su encarcelamiento, afirmó al periódico La Tribune Dimanche que «no le temía a la cárcel«. «Mantendré la frente en alto, incluso en las puertas de la prisión», subrayó.
Entrará en la recientemente remodelada prisión La Santé de París, que en el pasado albergó al militante izquierdista «Carlos el Chacal» y al dictador panameño Manuel Noriega. Como muchas cárceles de Francia, La Santé está superpoblada, aunque Sarkozy será separado de los demás reclusos. Permanecerá en la unidad de aislamiento, donde los presos se alojan en celdas individuales y se les mantiene separados durante las actividades al aire libre por razones de seguridad.
La ubicación de la prisión facilitará que amigos y familiares puedan visitarlo. El ministro de Justicia, Gerald Darmanin, protegido de Sarkozy y quien controla actualmente el sistema penitenciario, ya adelantó que lo vería una vez entrase en prisión.
Nicolas Sarkozy, el expresidente francés encarcelado y con siete causas judiciales abiertas
Sarkozy niega su culpabilidad y califica su condena de «escándalo judicial»
El expresidente ha negado constantemente cualquier irregularidad y ha calificado el caso de motivación política y «escándalo judicial», alegando que los jueces buscaban humillarlo. «La verdad triunfará«, pero «el precio a pagar será aplastante«, ha declarado en un comunicado poco antes de entrar en prisión.
En esta línea, Sarkozy declaró a Le Figaro que llevaría tres libros para su primera semana en prisión, incluyendo El Conde de Montecristo de Alexandre Dumas, la historia de un hombre injustamente encarcelado que planea su venganza contra quienes lo traicionaron.
Según uno de sus abogados, Christophe Ingrain, el encarcelamiento «refuerza su determinación y su rabia para demostrar que es inocente«.
Esta no es la primera condena en su contra. El exmandatario ya ha sido condenado en otro caso de corrupción, donde fue declarado culpable de intentar obtener información confidencial de un juez a cambio de favores profesionales, cumpliendo la condena portando una pulsera electrónica en el tobillo.
En este caso, si bien ha sido declarado culpable de conspirar con colaboradores cercanos para orquestar el plan, fue absuelto de recibir o utilizar personalmente los fondos.
Indignación entre aliados y la extrema derecha
Pese a una sentencia firme en su contra, la decisión de encarcelar a un expresidente ha provocado indignación entre los aliados políticos de Sarkozy y la extrema derecha. Una postura que refleja la incomodidad de este sector político tras las reformas introducidas durante el anterior Gobierno socialista. A la salida de su domicilio, situado en el distrito XVI de París, junto a su familia, se han concentrado un grupo de simpatizantes en solidaridad con el exmandatario.
En las décadas de 1990 y 2000, muchos políticos franceses condenados evitaron la cárcel por completo. Para contrarrestar la percepción de impunidad, los jueces han emitido cada vez más órdenes de «ejecución provisional», que exigen que las sentencias comiencen a ejecutarse de inmediato, incluso mientras las apelaciones están pendientes.
En este mismo contexto, la líder de extrema derecha del partido Agrupación Nacional, Marine Le Pen, fue inhabilitada en marzo y durante cinco años para postularse a un cargo público en virtud de la misma disposición de «ejecución provisional». La medida podría dejarla fuera de los próximos comicios presidenciales, previstos para 2027. Le Pen también tildó la sentencia de «caza de brujas«.
Según una encuesta de Elabe realizada el 1 de octubre para BFM TV, el 58% de los encuestados franceses cree que el veredicto fue imparcial y el 61% apoya la decisión de enviar a Sarkozy a prisión sin esperar la apelación.
El actual presidente francés, Emmanuel Macron, quien mantuvo una estrecha relación con Sarkozy y su esposa Carla Bruni, declaró el lunes que se había reunido con el examdantario antes de su encarcelamiento.



