«La transformación del suelo agrava los efectos de las lluvias en el Campo de Cartagena»

Víctor Castillo, investigador del CEBAS asegura que la intensificación agrícola, la urbanización y la pérdida de drenajes naturales aumentan las escorrentías y dañan infraestructuras como el canal abastecimiento de agua

SERGIO GÓMEZ  ORM
16 OCT 2025 – 19:47
"La transformación del suelo agrava los efectos de las lluvias en el Campo de Cartagena"

La transformación de los usos de suelo, y particularmente en el Campo de Cartagena, donde se da una intensa actividad agraria, urbanización y construcción de viales, puede acelerar las escorrentías en episodios de lluvia abundante como la de la pasada semana y acabar afectando a infraestructuras en contacto con el suelo, como son las canalizaciones de agua potable que mantienen sin suministro actualmente a más de 100.000 personas en el entorno del Mar Menor.

Los movimientos de tierras pueden afectar a la magnitud y la intensidad de los procesos de erosión y sedimentación de los suelos. Los cambios de uso del suelo hacen que haya más desprotección frente a la agresividad de las lluvias y las escorrentías según Víctor Castillo, Investigación en el Departamento de Conservación de Suelos y Aguas en el CEBAS «Todo el fenómeno de desarrollo e intensificación del uso del suelo en agricultura, en infraestructura en zonas urbanas. Todo eso lo que ha provocado es que ante una lluvia tenemos más volumen de agua escurriendo superficialmente».

Cuando se actúa de manera intensa sobre el suelo se pierde fertilidad, capacidad de infiltración y se facilita que la lluvia se lleve los sedimentos aguas abajo, generando daños colaterales como impactos en infraestructuras como ha ocurrido en el caso del canal de la Mancomunidad del Taibilla en la zona de El Mirador. » Es posible que ante un territorio que está cada vez más intensificado, los volúmenes de sedimentos que se han movilizado por este episodio extremo, haya podido incidir en la red de conducciones de agua», asegura Castillo.

Las condiciones climáticas condicionan la magnitud del arrastre de sedimentos, al igual que los cambios de uso del suelo que pueden agravar aún más sus consecuencias. En el Campo de Cartagena con especial incidencia en las redes de drenaje que a veces acaban alteradas o desaparecidas. «Puede haber también transformaciones que hayan desfigurado o destruido la red de drenaje natural que existía en el Campo de Cartagena, por lo que se generan flujos de escorrentía que no siguen los cauces naturales que deberían seguir si no se hubiera tocado el paisaje». 

Éste es un fenómeno muy estudiado y conocido asegura Víctor Castillo dentro de lo que se denominan impactos indirectos de la erosión del suelo en las investigaciones de Edafología.