El comité científico del Mar Menor analiza el impacto de la dana Alice con especial atención al nivel freático del acuífero

Juan María Vázquez advierte de un incremento de más de dos metros y reclama medidas para evitar nuevas descargas subterráneas hacia la laguna

Reunión del Comité Asesoramiento Científico del Mar Menor, este miércoles en la Consejería de Medio Ambiente.

Reunión del Comité Asesoramiento Científico del Mar Menor, este miércoles en la Consejería de Medio Ambiente. / L.O.

Alejandro Lorente  LA OPINIÓN

El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, ha destacado este miércoles la importancia de la reunión del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, convocada para evaluar los efectos de la dana Alice sobre el ecosistema lagunar. El encuentro, celebrado en la sede de la Consejería, reúne a representantes de las tres administraciones —local, regional y estatal— y a expertos de distintas universidades y centros de investigación, tanto nacionales como internacionales.

“El comité es un órgano independiente, creado al amparo de la Ley de Protección del Mar Menor, que reúne a científicos del máximo nivel”, recordó Vázquez. Entre ellos figuran investigadores del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario (Imida), el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Cebas-CSIC, la Universidad de Murcia y otras instituciones como la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Málaga o el sistema de observación de Baleares.

El consejero señaló que uno de los principales puntos de preocupación que analizará el comité es el ascenso del nivel freático del acuífero del Campo de Cartagena, que tras las lluvias de la pasada semana ha aumentado “más de dos metros, según las mediciones de algunos piezómetros”.

“El acuífero funciona como una gran cisterna, y ahora mismo está lleno. Cada vez que cae una dana, se desborda y termina vertiendo hacia el Mar Menor”, advirtió Vázquez, quien insistió en la necesidad de descargar el acuífero para evitar nuevas filtraciones contaminantes.

El titular regional recordó que, aunque el control del acuífero es competencia estatal, la Región “lleva tiempo reclamando un plan de vaciado” y lamentó que aún no se haya puesto en marcha. “Nos gustaría pensar que, más pronto que tarde, habrá un plan efectivo para reducir esos niveles freáticos”, añadió.

El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, este miércoles en rueda de prensa.

El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, este miércoles en rueda de prensa. / CARM

Según los primeros datos de monitorización, los caudales aportados por las ramblas han supuesto la entrada de más de 15 hectómetros cúbicos de agua dulce al Mar Menor, lo que podría reducir la salinidad y alterar su equilibrio ecológico. En algunos momentos, el caudal de la rambla del Albujón superó los 48.000 litros por segundo, aunque actualmente se sitúa por debajo de los 1.000.

“Esa rambla se ha convertido en un flujo permanente debido a la presión del acuífero, y por sí sola ha aportado un 63% del caudal total que entró al Mar Menor en todo 2024”, explicó Vázquez.

Discrepancia con el IEO

Respecto a los niveles de clorofila y la posibilidad de que se produzca una proliferación desmesurada de microalgas y fitoplancton, tal y como advirtió en un informe el Instituto Español de Oceanografía, el consejero pidió prudencia y contexto histórico. “Es normal que tras una dana se registren picos en algunos parámetros, pero lo importante es cuánto duran. Hay que contextualizarlos en series históricas”, señaló. Además, el consejero destacó que las temperaturas del agua están descendiendo y que los días más cortos reducen la actividad metabólica del sistema, factores que podrían ayudar a evitar una “sopa verde” como la de 2019. Además, destacó que según los datos que se manejan no se ha constatado una estratificación por capas de la columna de agua (dulce e hipersalina), uno de los factores que puede generar un gran desequilibrio ecológico.

Vázquez también informó de que el Gobierno regional ha desplegado más de 120 operarios y 90 agentes medioambientales para retirar la biomasa y los residuos arrastrados por las ramblas hasta las playas del Mar Menor. “Estimamos unas 4.000 toneladas de material, entre cañas, plásticos y restos vegetales. Ya se han retirado más de 300 toneladas, y continuaremos hasta dejar las zonas completamente limpias”, aseguró.

Además, destacó el buen comportamiento de las obras de restauración ambiental ejecutadas en los últimos años, como la balsa minera del Lirio, que resistió las lluvias sin provocar arrastres hacia el Mar Menor.

Por último, recordó que el presidente Fernando López Miras está gestionando en Bruselas la reasignación de 30 millones de euros de fondos Feder para actuaciones hidráulicas y ambientales en el Campo de Cartagena, con el objetivo de reforzar la prevención ante fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos.

“Seguiremos basando todas las actuaciones en la ciencia, la cooperación entre administraciones y la monitorización continua del ecosistema”, concluyó Vázquez.